Luis Ovando Hernández SJ
Luis Ovando Hernández SJ
La fe que piensa como si presente me hallase
De hecho, Jesús aun antes de su nacimiento es capaz de mover a José y a María, a los pastores y a los Reyes Magos; Él mueve cielo y tierra, para que la tierra se convierta en cielo.
Luis Ovando Hernández SJ
Apuradamente alegre
Los ricos engrosan sus arcas exprimiendo a los necesitados y pobres. La justicia se inclina a favor de quienes pueden pagar a sus administradores.
Luis Ovando Hernández SJ
Está en medio nuestro
Este camino trae consigo la paz, que se aloja en el propio corazón y se comunica con los pensamientos, de forma que comulguemos totalmente con Jesús Niño.
Luis Ovando Hernández SJ
Los quiero con amor entrañable
La Navidad bíblica contiene palabras más, palabras menos, los mismos ingredientes apenas descritos.
Luis Ovando Hernández SJ
Nosotros los amamos a ustedes
No se trata de un empeño vago, etéreo, sino que el Señor se pronuncia en una de las peores situaciones que le ha tocado vivir al pueblo. En medio de la hecatombe social, brota algo nuevo; que sea pequeño, no implica que sea insignificante.
Luis Ovando Hernández SJ
Ella, que pasa necesidad
Jesús de Nazaret posee un don del todo particular. Es decir, mira salvíficamente cuanto le rodea, de modo que situaciones que para muchos pasan desapercibidas,
Luis Ovando Hernández SJ
Los que enseñaron a mucho la justicia, brillarán como las estrellas
La Biblia valiéndose del género literario apocalíptico pretende, en cambio, transmitirnos una verdad radicalmente diferente a lo que respiramos ambientalmente.
Luis Ovando Hernández SJ
Cosa de viudas
El domingo próximo las mujeres vuelven a tomar el protagonismo de la Buena Noticia de Jesús de Nazaret, en este caso dos viudas: la de Sarepta y la que realiza su ofrenda en el Templo.
Luis Ovando Hernández SJ
El mejor de los pueblos
Los magros salarios se desvanecen, alejándose sistemáticamente de las canastas de bienes y servicios, y alimentaria. Allí donde dirijamos la mirada, hallaremos un país desmantelado y a un pueblo crucificado.
Luis Ovando Hernández SJ
Servidor y esclavo de todos
El Reino predicado por Jesús no tiene asidero o copia los reinos terrenos existentes.
Luis Ovando Hernández SJ
Prudencia y sabiduría
Las vivencias que hacemos nos aproximan y dan claridad de lo que sea la vida eterna, y nos habilita para proclamarla conscientemente.
Luis Ovando Hernández SJ
Aceptar el reino como niños
Tanto encarnó Francisco el mensaje evangélico, que la Regla de los Hermanos Menores que le presentara al papa Honorio III fue un “mosaico” de los evangelios.
Luis Ovando Hernández SJ
Moisés, Santiago y Jesús
Esta acción divina sin embargo no se limita a este conglomerado, sino que alcanza a otros dos que no formaban parte de la comitiva, quienes también empiezan a profetizar.
Luis Ovando Hernández SJ
Quien procura paz, está sembrando paz
Se busca poner a prueba la moderación y la paciencia del justo a través de la calumnia. Se busca poner a prueba la cercanía de Dios a través de la muerte del justo.
Luis Ovando Hernández SJ
Tiempo, lugar y claridad
Jesús es el Mesías, tal como lo proclama san Pedro. Lo que falta por asimilar es que la misión de Jesús pasa por la pasión y la muerte en cruz.
Luis Ovando Hernández SJ
Agua en el desierto
Es probable que la fe haya igualmente disminuido, y que la esperanza sea su compañera en este pedregoso camino que ahora transitamos.
Luis Ovando Hernández SJ
Normas de vida
Una de las grandes tentaciones a que se ven sometidos los representantes de la ley es torcerla para el propio provecho.
Luis Ovando Hernández SJ
Elecciones
Por encima de populismos e inmediatismos, Israel se decidió en servir al Señor y desechó las demás propuestas por muy encantadoras que parecieran en el corto plazo.
Luis Ovando Hernández SJ
Vienen días malos
La sabiduría ha organizado un festín y ha invitado a inexpertos y faltos de juicio para que se sienten a la mesa.
Luis Ovando Hernández SJ
Comer de este pan y vivir para siempre
Así como estamos por cruzar la esquina de la muerte por inanición, estamos por echarnos a morir a causa de la impotencia y la depresión, al reducirse nuestra masa muscular y mermar nuestras motivaciones.
