Maleta de historias
A la conquista del Imperio Incaico
Lluvias tan breves que no llegan a mojar, una papa que cura el cáncer, un país con una herencia imperial incuestionable y una cultura arraigada entre la comida y la familia.
Dosis de humor guayanés en Irlanda
Cuando llegué a Irlanda hace 5 años me despojé de toda mi carrera y mis hobbies. El asunto era aprender el nuevo idioma y sobrevivir.
Cordillerano, un frío de bienvenida al nuevo mundo
Llegué de madrugada a Santiago y el frío me arrojó una primera bofetada con su inicio otoñal, a la postre solo un preámbulo del verdadero frío, que aún hoy lanza bofetadas de ida y vuelta.
Mis 970 días en México
Jamás he sido víctima de un acto xenofóbico, al contrario, no me ha faltado la amabilidad del que me escucha el acento y enseguida me pregunta “¿no eres de aquí, verdad?”, “¿eres venezolana?”.
La esperanza de volver y aportar a Guayana
De vez en cuando me gustaba ir a La Llovizna, sentarme frente a esa magistral caída de agua, me llenaba de energía, te reseteaba y ponía en órbita.
Una guayanesa en la bota de Europa
Una marea de idiomas se entremezclaba en la estación de trenes de Milano ese 16 de mayo de 2017. Alemán, inglés, ruso, otros tantos que no comprendía y por supuesto el italiano.
“Descubrí de qué estoy hecha”
Fue una locura cuando salí a trabajar por primera vez de cara al público, parecía Tarzán, el guayuco lo tenía puesto, pero pegado con teipe de plomo.
“Buenos Aires huele a garrapiñada y Venezuela a dompling frito”
Acá se desayuna con lo que llaman “facturas” y “medialunas”, todo dulce, nosotros que estamos acostumbrados a las arepas, empanadas, dompling, pastelitos; sufrí, pero tocó adaptarse.
De Venezuela a Chile en tres años y cuatro oficios
No me siento extranjero en Chile, nunca he sufrido un acto de xenofobia y en mi corazón siento un profundo respeto y agradecimiento por este país y la oportunidad de hacer vida en él, junto a mi familia.
La valentía de emigrar, evolucionar y reinventarme
Cuando los venezolanos salimos del país cambiamos unas cosas por otras. Es difícil conseguir un trabajo de tu área y que te paguen bien, pero se vive mejor.
“El reto más grande es no estar con la familia”
Temple. Creo que esa es la palabra que usaría para definir todo lo que necesitas como inmigrante.
“Yo no pido chocolate, ni ron, yo pido casabe”
Una parrillita argentina con un casabe tostadito en la rejilla sería “la tapa del frasco”, pero como dice el dicho: “Nada es perfecto”.
Vivencias al extremo en Vietnam
Hanoi es una ciudad con 9 millones de habitantes, y quizás 7 millones o más de ellos manejan motos. Así que el primer choque cultural que tuve fue el tráfico. Es una locura.
La ratificación de que mi familia creció
Quiero aprovechar este espacio para agradecer públicamente a mis amigos, que desde hacía años ya eran mis hermanos y este viaje solo ha servido para ratificarlo.
Cineasta de Guayana para el mundo
Llegué a Barcelona para estudiar cine y televisión. Mi intención era dedicarme a los guiones, pero descubrí mucho más que escribir: la cinematografía.
El reto de reinventarse, vivir la aventura y no cerrarse a las oportunidades
En septiembre el 2018 aterricé en Madrid con dos maletas, mucha incertidumbre, pero sobre todo, con inmensas ganas de trabajar.