Luis Ovando Hernández SJ
Luis Ovando Hernández SJ
Ten compasión de este pecador
Lamentablemente, estoy seguro de que nos hemos cruzado con este tipo de cristianos, con quienes tenemos que lidiar si queremos efectivamente construir la comunidad cristiana.
Luis Ovando Hernández SJ
Orar siempre, sin desfallecer
El domingo próximo el evangelio de Lucas insistirá una vez más en un tema ya abordado, o sea la oración da sus frutos si perseveramos en ella, independientemente de cuánto pueda ser —inicialmente— “aburrida” o “estéril”
Luis Ovando Hernández SJ
¡Gracias!
La ley lo obliga a abandonar a la familia, los amigos, la ciudad, su cotidianidad.
Luis Ovando Hernández SJ
El justo vivirá por su fe
Quienes nos vemos inmersos en serias crisis socio–económicas, consecuencia de las irracionales decisiones políticas, nos identificamos inmediatamente.
Luis Ovando Hernández SJ
Lázaro y Epulón
La parábola del evangelio está dirigida a los fariseos, es decir, a dirigentes religiosos, custodios de la ley.
Luis Ovando Hernández SJ
Dios o el dinero
El Domingo tendremos la ocasión de escuchar nuevamente la parábola del administrador “astuto”, donde su conclusión ha llegado hasta nuestros días: “no podemos servir a dos señores, o Dios o el dinero”.
Luis Ovando Hernández SJ
El perdón es motivo de alegría
Tengamos bien presentes que el pecado condonado no es otro que la idolatría, repudiado abiertamente por Israel, y sin embargo cede y cae en esta gravísima falta.
Luis Ovando Hernández SJ
Vendrán de oriente y occidente del norte y del sur
Me permito una palabra de solidaridad a favor del pueblo nicaragüense, especialmente por su Iglesia, hoy perseguida injusta e inmisericordemente de parte del gobierno.
Luis Ovando Hernández SJ
Que esta tierra arda, que no haya paz sino división
Jerusalén va a caer, afirma Jeremías en nombre de Dios: “no importa si derrotas a tus enemigos, la ciudad caerá; ya no hay pan siquiera”.
Luis Ovando Hernández SJ
Saber esperar sin desesperar
Esta es la idea clave que no siempre se nos enseña, y que marca una diferencia a la hora de tener que esperar por algo o alguien.
Luis Ovando Hernández SJ
Ignacio de Loyola
Nacido en 1491, Ignacio fue el decimotercer hijo y último varón de una familia medieval, compuesta por gente piadosa y adinerada. Él es un “hombre bisagra”, pues le tocará vivir la conmoción que supuso el Renacimiento, que trastornará toda Europa.
Luis Ovando Hernández SJ
Nuestro Dios sabe darnos cosas buenas
La soledad, sin embargo, no aleja a Jesús de los demás; todo lo contrario, lo acerca más a ellos, estando siempre a su servicio.
Luis Ovando Hernández SJ
Problemas en casa
Algo de eso percibo en el evangelio del domingo, donde se dice que Jesús entró en una aldea, y aceptó la invitación de Marta de ir a su casa; ésta tenía una hermana, María.
Luis Ovando Hernández SJ
Un herido al borde del camino
Así las cosas, se entiende relativamente que el levita respondiera de igual forma que lo hizo el sacerdote, no ya con el culto, sino con el Templo: hay un trabajo que cumplir, y nada se puede interponer.
Luis Ovando Hernández SJ
Satanás cae del cielo como un rayo
Al igual que Dios Padre, nosotros no tenemos —no queremos tener— que ver con el Mal, como tampoco Jesús ni sus discípulos, que, en la lectura del Domingo son enviados a predicar el Reino.
Luis Ovando Hernández SJ
No tenía buena pinta
No deja de ser curioso, sin embargo, el motivo por el que los samaritanos no admiten a Jesús: “su aspecto era de uno que caminaba hacia Jerusalén”. No tenía buena pinta, pues.
Luis Ovando Hernández SJ
Discípulos para servir a la gente
Este Pastor que se siente a sus anchas en semejante compañía, está igualmente atento a sus necesidades.
Luis Ovando Hernández SJ
Muchas cosas por decir
La Santísima Trinidad es nuestra Familia. Dios es nuestro Padre y Jesús nuestro Hermano Mayor, la Virgen es nuestra Madre y el Espíritu es el “cemento” que nos mantiene unidos no obstante las diferencias.
Luis Ovando Hernández SJ
Pentecostés
Hoy día se han dado pasos de gigante en esta hermosa tarea de profundizar en el “hacer” y “ser” del Espíritu Santo.
Luis Ovando Hernández SJ
Una separación que es motivo de alegría
Por supuesto que no está en medio nuestro, como sucedió con los discípulos. Pero al igual que ellos, poseemos el Espíritu de Dios que nos guía en la tarea encomendada.
