¿Y si Cambio? Mindfulness, clave para una relación de pareja consciente, respetuosa y amorosa

“La pandemia acabó con los matrimonios, las relaciones y el amor en la pareja” estas fueron las palabras que hace unos días me comentó una persona.

En medio de la conversación, llegamos a la conclusión que el problema real no es la pandemia, la cual ciertamente generó muchos cambios dentro de las relaciones de pareja, sino el encuentro con nosotros mismos y con el otro en un mundo de desencuentros.

El estrés de los nuevos tiempos, más la dinámica de vida: la casa, el trabajo, la pareja, los estudios, las deudas, los proyectos o emprendimientos, las finanzas personales y de la familia, el crecimiento de los hijos pequeños o adolescentes, la enfermedad propia o de algún familiar querido, el manejo del duelo, la infidelidad, la resolución de los temas diarios como la gasolina, el gas, internet, el agua y la electricidad, la falta de autoestima y amor propio son algunas de las múltiples situaciones que internamente afectan a la mujer y el hombre de hoy.

Son diversas parcelas de un mismo terreno que necesitan ser atendidas y cuidadas como se merecen.

Y es la habilidad para el manejo de tales situaciones las que necesitamos aprender, cultivar o afianzar para gozar de una vida plena en medio del caos.

Retos del Mindfulness: prestar atención y no juzgar
Mindfulness o conciencia plena, la define su autor, el Dr Jon Kabat-Zinn como “La consciencia que surge del prestar atención intencionadamente al momento presente, sin juzgar”.

Este concepto encierra dos grandes retos, el primero, “prestar atención intencionadamente al momento presente” y el otro “sin juzgar”.

Cuando prestamos atención intencionadamente al momento presente, podemos darnos cuenta de lo que decimos y expresamos con palabras o gestos, hacernos conscientes de nuestras emociones y hacer consciencia de qué estamos permitiendo, por qué y para qué.

Esto es clave para lograr una comunicación respetuosa, consciente y sana.

Otros de los beneficios que el mindfulness aporta cuando estamos prestando atención es que nos podemos dar cuenta que no estamos escuchando o no estamos siendo escuchados; estamos metidos en el teléfono y no estamos prestando atención a lo que dice, hace o siente nuestra pareja.

Podemos notar que no tenemos paciencia o no nos tiene paciencia, carecemos de la calma necesaria para actuar en medio de las adversidades, actuando agitados y en automático, sin valorar cómo se siente el otro o como nos sentimos nosotros.

Esto nos ayuda a reconocer que no somos víctimas ni victimarios, lo que permite tomar decisiones para mejorar nuestra relación con nosotros mismos y con nuestra pareja.

Poner un alto y, si fuera necesario tomar un nuevo rumbo en la vida, con determinación y firmeza, conscientes del momento presente y de la paz que ofrece saberse consciente de lo que se desea y cómo lograrlo y si no se tienen las herramientas, buscarlas de manera consciente y deliberada, sin culpas ni remordimientos, con empatía y compasión.

Siendo honestos, sin herir a la otra persona. Valorándola, respetándola y cuidándola.El reto de no juzgar, implica aprender a aceptar al otro tal cual es, sin que eso signifique aceptar maltratos ni humillaciones.

Evaluar y emitir juicios causa sufrimiento y una de las personas que sufre el rigor del juicio es la pareja, quien como protagonista del “crítico interno”, recibe cuestionamientos, comparaciones, críticas y permanentes evaluaciones que, inevitablemente, conducen a una relación conflictiva y tóxica donde reina el irrespeto, la infidelidad, la deslealtad, el maltrato psicoemocional y físico.

Sin duda, una relación en medio de este escenario no puede permanecer en el tiempo.

La afirmación de nuestro interlocutor nos llevó a este análisis, que nos muestra que realmente no es la pandemia lo que está acabando con las relaciones de pareja, sino las conductas que quedaron al descubierto con el aislamiento social, donde nos volvimos a encontrar 24×24 y no había espacio para salir y tomar “un respiro” o desahogar en otras actividades o con otras personas el dolor y la frustración acumulada en el tiempo, tampoco se contaba con herramientas que permitieran reconocer el poder de vivir el momento presente y respirar de verdad y volver a nuestro ser interno, en paz y serenidad.

Lamentablemente hoy vemos las consecuencias de no manejarnos en conciencia plena: separaciones o divorcios conflictivos, niños sufriendo por la ausencia de sus padres, descubrimiento de infidelidades y conflictos irracionales, donde reina la decepción, la frustración y el dolor que despiertan las heridas, expresado en emociones como la rabia, la tristeza o peor aún, en depresión.

Mindfulness para estar más presentes y atentos 
Toda relación de pareja merece ser feliz, respetarse, admirarse, quererse y cuidarse mutuamente, para ello es de suma importancia prestar atención al momento presente y no juzgar.

Estar atentos a los pensamientos, sentimientos, emociones y creencias propias y del otro. La práctica de la conciencia plena o Mindfulness en la relación de pareja nos ayuda a:

1. Prestar más atención, escuchando atentamente y enfocándonos en lo que el otro dice, siente o necesita. Eso es una hermosa muestra de amor.

2. Cultivar el acercamiento emocional, disminuyendo las reacciones agresivas, disruptivas y conflictivas.

3. Mejorar la conectividad emocional, enviando mensajes positivos de respeto y conexión con el otro.

4. Comprender y cuidar más al otro, fortaleciendo la empatía e intimidad con la pareja. Atendiendo su dolor y evitando ser parte de él.

5. Redirigir las conductas a comportamientos positivos, amorosos, respetuosos y compasivos, evitando la manipulación, la mentira y los impulsos negativos.

De esta manera podemos cuidar cada una de las parcelas, ser más felices y plenos en nuestra relación de pareja.

Yamilet Pinto

Psicoterapeuta/Life Coach

@yamiletpinto

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