Opinión

¿Y si Cambio? La medalla de oro a la salud mental de los deportistas

Eliminar ese estigma social pasa por psicoeducación, comprensión y evolución sobre un tema que baja de la palestra la idolatría que colocaba a los atletas de élite en un altar y los reivindica como seres humanos, que transitan experiencias dolorosas y como cualquier otro ser humano.
sábado, 31 julio 2021

La salud mental de los deportistas es un tema que por mucho tiempo había quedado sentado en el banquillo, a la espera de ser tomado en cuenta en todos los partidos o competencias individuales o por equipos. En vista que su participación era muy tímida, éste decidió manifestarse en grande, en un escenario donde no cabría la menor duda que sería visto, tomado en cuenta y ser el protagonista.

Es así como la depresión, la ansiedad, las tensiones, el estrés y las crisis de pánico que sufren o han sufrido los deportistas de élite salieron a la palestra nuevamente, gracias a las valientes declaraciones de la deportista de élite Simone Biles: “Tengo que concentrarme en mi salud mental,” así la gimnasta y estrella olímpica de EE.UU, ganadora de cuatro medallas de oro y un bronce en las Olimpiadas de Río 2016, sacó a la luz el tema tabú, la salud mental de los atletas de alto rendimiento.

Eliminar el estigma de la salud mental en el deporte

Un estigma es una marca impuesta con hierro candente sobre algo o alguien que lo etiqueta e identifica, por lo general, como de mala fama, y el tratamiento social de la salud mental está signado por esa marca, por lo cual muchos atletas que la sufren o han sufrido callan sobre su situación y arriesgan su salud física, mental y emocional, hasta que colapsan.

En este sentido, el Libro Verde de la Salud Mental en Europa (2005) señala que “Estas personas se topan con el miedo y los prejuicios de los demás, con frecuencia basados en una concepción distorsionada de lo que son las enfermedades mentales. La estigmatización, además de aumentar el sufrimiento personal y la exclusión social, puede impedir que la persona afectada busque ayuda por miedo a que se le etiquete”.

Eliminar ese estigma social pasa por psicoeducación, comprensión y evolución sobre un tema que baja de la palestra la idolatría que colocaba a los atletas de élite en un altar y los reivindica como seres humanos, que transitan experiencias dolorosas y como cualquier otro ser humano.

Trae, además, un mensaje a los entrenadores, familiares, dueños y directivos de clubes o equipos que insta atender, no sólo los aspectos técnicos y los resultados esperados de la competencia, sino a cuidar la salud mental del atleta y su bienestar psicoemocional.

Una de las formas de eliminar el estigma es hablando abiertamente sobre la enfermedad mental, qué es y cómo es la experiencia de un deportista, su equipo y su familia.

Un ejemplo de valentía y humanidad

Estos Juegos Olímpicos sin duda serán recordados por lo significativo del tema de la Salud Mental en el Deporte, no sólo Simone Biles ha enfrentado esta situación, otras grandes estrellas, hombres y mujeres han luchado para proteger y recuperar su salud mental.

Vale mencionar los testimonios de la tenista japonesa Naomi Osaka, quien en mayo pasado se retiró del Roland Garros, por considerar que la competición estaba afectando su salud mental; Andrés Iniesta, leyenda del fútbol español, segundo jugador de la historia del FC Barcelona con más títulos, confesó haber sufrido una fuerte depresión; Bojan Krkic, también jugador del FC Barcelona, confesó no haber asistido a la Eurocopa de 2008 por sus problemas de ansiedad; Paula Badosa, tenista olímpica española, en 2019, enfrentó el fantasma de la depresión; el basquetbolista Kevin Love, campeón de la NBA, en 2018 reveló su lucha contra la depresión, la ansiedad y los ataques de pánico.

El también basquetbolista Álex Labrines, en 2018, abandonó la NBA y el baloncesto debido a una depresión; Brandon Marshall, exjugador de la NFL, seis veces electo al Pro Bowl, fue diagnosticado en 2011 con trastorno límite de la personalidad; y el emblemático Michael Phelps, el deportista con más medallas olímpicas en la historia, admitió que ha pasado por al menos tres o cuatro periodos de depresión fuerte después de los Juegos Olímpicos.

Estos deportistas han superado la barrera del estigma y se han expuesto, dando un ejemplo de conciencia, reconocen que a veces, el sufrimiento tiene que ver con las expectativas, con los sueños incumplidos, con la respuesta de la sociedad ante sus equivocaciones o producto de una infancia abandonada, abusos sexuales, miedo, ansiedad y presión por un resultado. Hoy reconocen que un atleta es más que una medalla de oro.

El pódium de los ganadores recibe a la salud mental

La Psicología Deportiva se abre ante la posibilidad de fortalecer la salud mental del atleta. Esta disciplina permite un mayor bienestar psicoemocional, ayuda a determinar y calibrar su estado de ánimo, aumentar la confianza y seguridad en sí mismo; superar traumas de la infancia que impiden aprovechar al máximo su potencial; transformar creencias limitantes; competir bajo presión; fortalecer la concentración; trabajar en equipo; manejar las expectativas internas y externas; estar aquí y ahora.

Una de las prácticas que puede apoyar este enfoque es el Mindfulness, cuyos resultados en el incremento del bienestar psicológico son evidentes en el deporte.

La medalla de oro de estos Juegos Olímpicos Tokyo 2020, se la lleva la Salud Mental del atleta.

@Yamilet Pinto
Psicoterapeuta
Coach de vida

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