¿Y si cambio? Conoce la ansiedad y aprende a superarla

Muchos de nosotros en un momento determinado hemos sentido ansiedad. Este estado de malestar es más común de lo que aceptamos, porque a casi nadie le gusta o le hace sentir cómodo reconocer que la siente.

El término ansiedad proviene del latín anxietas, que significa congoja o aflicción y la emoción que la caracteriza es la angustia, la cual se manifiesta como sofocación, opresión con desasosiego y temor ante lo desconocido, lo que se considera amenazante y que por ende, genera incertidumbre y expectativas alejadas o no de la realidad, como por ejemplo, presentar una prueba académica o laboral, esperar un diagnóstico, transitar una enfermedad propia o de un ser querido, separación de pareja, un viaje, una mudanza, la migración propia o de la familia, la vejez, la soledad, un nuevo trabajo, entre muchas otras razones ambientales, sociales o personales.

Desde el punto de vista psicológico Beck (1985) la define como la percepción del individuo a nivel incorrecto, estando basada en falsas premisas.

Mientras que Lazarus (1976), la define como un fenómeno que se da en todas las personas y que, bajo condiciones normales, mejora el rendimiento y la adaptación al medio social, laboral, o académico.

Además, tiene la importante función de movilizarnos frente a situaciones amenazantes o preocupantes, de forma que hagamos lo necesario para evitar el riesgo, neutralizarlo, asumirlo o afrontarlo adecuadamente.

Estas definiciones nos permiten entender mejor qué es la ansiedad y dejar de verla como un problema per se, y nos da la oportunidad de conocer que:

· Es una percepción que se basa en falsas premisas, porque corresponde a pensamientos o creencias imaginarias sobre sí mismo, el mundo o el futuro.

· Se da en todas las personas.

· Puede mejorar el rendimiento y la adaptación al medio social, laboral, o académico.

· Moviliza frente a situaciones amenazantes o preocupantes e impulsa a tomar acción frente al riesgo aparente.

· Es normal en contextos estresantes.

Si los vemos de esta manera, entendemos que la ansiedad es transitoria, puntual y hasta podría ser una aliada en lugar de una enfermedad, entonces ¿Cuándo se convierte en anormal?

En las distorsiones cognitivas está el problema

Hemos dicho que en condiciones estresantes o amenazantes un estado de angustia es normal, el punto es cuando esa angustia se exacerba, el miedo es excesivo, desmedido e inapropiado, lo que da origen a:

· Pensamientos anticipatorios, negativos o catastróficos aunado a preocupaciones difíciles de controlar, temores, e inseguridades, sentimientos negativos sobre sí mismo, el mundo o el futuro en los diversos ámbitos de la vida, lo cual le impide concentrarse y mantener la atención en el momento presente.

· Síntomas corporales de malestar que podrían mantenerse con mayor frecuencia en los últimos seis meses, como fatiga, sudoración, temblores, tensión muscular, sensación de sentirse atrapado, molestias estomacales, dificultad para respirar y conciliar el sueño, opresión en el pecho, náuseas o mareos.

· Conductas inapropiadas como: morderse las uñas, cortarse la piel, halarse el cabello, irritabilidad, agresividad, comer en exceso, fumar, evitar situaciones que considere amenazantes, etc.

Es importante tener en cuenta que esto puede manifestarse también en los niños, por lo que es necesario estar atentos a sus pensamientos, síntomas físicos y conductuales, ya que podríamos estar al frente de un cuadro ansioso.

Muchas de estas formas de manifestación de la ansiedad tienen su origen en las distorsiones cognitivas, las cuales según el psicólogo Aaron Beck, padre de la Terapia Cognitiva, son errores sistemáticos en el procesamiento de la información, es decir una forma equivocada de pensar que aparece en forma de pensamientos automáticos, ante determinadas situaciones, y que producen estados emocionales disfuncionales y conductas inadecuadas.

Por lo general, estas distorsiones están presentes en personas con una mentalidad rígida, que se le dificulta la adaptación a los cambios y el pensamiento flexible, lo que obviamente decanta en respuestas desadaptativas que afectan el normal desempeño de una persona, por el deterioro que sufre en su rendimiento laboral, académico y social, afectado sus relaciones interpersonales.

Estrategias para transitar y superar la ansiedad

La ansiedad se puede controlar, aprender a manejar y superar en la medida que se le conozca y se le pierda el miedo.

Al reconocerla, se puede comprender que hay un miedo irracional, que al pasar por el desafío de la distorsión cognitiva que lo origina, se diluye o desaparece.

Se comprende que puede existir en un momento determinado y que puede manejarse cuando se convierte en desmedida. Entre las opciones de tratamiento están:

· La ayuda psicológica profesional para un abordaje integral, desde la Terapia Cognitiva Conductual hasta otras estrategias que permitan la reestructuración del pensamiento.

· La combinación con el médico especialista en psiquiatría para un abordaje integral.

· Practicar ejercicios de mindfulness, como la respiración consciente, hasta meditaciones guiadas, escaneo corporal y observación del pensamiento.

· Practicar la visualización visual, auditiva y kinestésica.

· Practicar la cuenta regresiva.

· Conocer y practicar el Grounding Earthing, caminando con los pies descalzos, por lo menos media hora, en la arena, la grama o la playa.

· Escribir terapéuticamente

· Practicar ejercicio físico (yoga, caminatas, funcionales, pilates, baile, etc).

· Dibujar mandalas o practicar cualquier actividad artística.

Definitivamente, la ansiedad se puede aprender a manejar y gestionar funcionalmente. No lo dudes, busca ayuda psicológica profesional y disfruta tu vida. ¡Es posible!

Psicóloga Yamilet Pinto

@yamiletpinto

PsicólogaFPV-16092

yamipinto@gmail.com

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