¿Y si Cambio? Cómo superar el trastorno de ansiedad por enfermedad y recuperar la tranquilidad
La idea de enfermar es algo que altera emocionalmente a cualquier persona y una de las principales emociones que se experimenta en medio de la enfermedad es el miedo a lo que pueda pasar.
Es un temor que experimentan por igual hombres y mujeres. Ninguno quiere enfermarse, ni sentirse mal, ni padecer síntomas desagradables que limiten su vida diaria, su productividad y bienestar.
El miedo, como emoción básica es natural que exista al pensar en la enfermedad.
Sin embargo, este miedo al pasar a niveles mayores, se exacerba y la idea permanece en la cabeza, pensando que cualquier síntoma es señal de estar padeciendo de una grave enfermedad, generando una gran preocupación, ansiedad y alarma ante el estado de salud, aunque no haya síntomas somáticos que la justifiquen y aunque hayan sido descartados por especialistas, a través de estudios, exámenes o evaluación clínica.
Es el caso de las personas que sufren del Trastorno de Ansiedad por Enfermedad o lo que antiguamente se conocía como hipocondría, término eliminado por su condición peyorativa.
Psicoeducación del Trastorno de ansiedad por enfermedad
Conocer de qué se trata y cómo manejarlo es fundamental para el paciente y su familia. Un tanto más, para la sociedad donde se desarrolla el paciente, especialmente en los campos laborales o académicos, para que todos comprendamos el contexto y nos capacitemos en cómo manejarlo.
En principio, es necesario entender que este miedo o preocupación exagerada por la enfermedad se encuentra dentro de los Trastornos de síntomas somáticos y trastornos relacionados que tipifica el DSM-5 y se caracteriza por:
• Preocupación por padecer o contraer una enfermedad grave.
• La no existencia de síntomas somáticos o, si están presentes, son únicamente leves. Si existe otra afección médica o un riesgo elevado de presentar una afección médica (antecedentes familiares importantes), la preocupación es más excesiva o desproporcionada.
• Un elevado grado de ansiedad acerca de la salud.
• Comprobación excesiva y repetida de su cuerpo, para validar signos de enfermedad o evitación de consultas médicas.
• Preocupación por la enfermedad, al menos durante seis meses.
Es importante destacar que, en medio de estas preocupaciones buscan constantemente, el apoyo y acompañamiento de la familia, amigos o especialistas y tienden a buscar información en redes sociales y buscadores que, en lugar de ayudarlos a sentirse mejor, los confunden, preocupan y alarman más por la excesiva y generalizada información que sobre diversas enfermedades y síntomas aparecen.
El impacto de modelo cognitivo aprendido
Entre sus posibles causas se encuentra el modelo cognitivo que haya desarrollado la persona, donde la familia y la sociedad juegan un papel muy importante, ya que a partir de allí se generan creencias disfuncionales.
En un estudio, relativamente reciente, se demostró que en algunos casos los modelos cognitivos o creencias disfuncionales en el desarrollo y mantenimiento del trastorno de ansiedad por la enfermedad nacen de experiencias tempranas, propia o de terceros, así como experiencias negativas con los servicios de salud.
Por ejemplo, en un estudio en particular, se pudo comprobar que las personas cuyos padres habían sufrido, o sufrían, una enfermedad grave, presentaban mayores niveles de ansiedad por enfermedad y sostenían la creencia de que era más probable que sufrieran una enfermedad en mayor medida que los individuos con padres sanos.
De allí que desarrollaran conductas como:
· Atender de manera selectiva la información que confirme su idea de que padece una enfermedad grave y, al mismo tiempo, ignorar la información acerca de que su estado de salud es satisfactorio.
· Pensar que las enfermedades graves son más frecuentes de lo que realmente son.
· Sobrestimar la probabilidad y el peligro de padecer enfermedades graves.
· Considerar que tienen menos control sobre la recurrencia de la enfermedad.
· Presentar una elevada intolerancia a la incertidumbre.
· Mostrar una actitud escéptica ante los tratamientos preventivos.
· Promover frecuentemente interpretaciones catastrofistas sobre los síntomas y sensaciones corporales.
Un camino a la libertad y tranquilidad mental
Vivir en este estado de ansiedad es muy angustiante, tanto para el paciente como para la familia, de manera que es necesario encontrar una salida, que requerirá asistencia con especialistas de la salud mental, como psicólogos y psiquiatras e iniciar un proceso que te permita reconocer y aceptar que el temor de tener una enfermedad grave es irracional o infundado.
Puedes seguir algunas de las siguientes estrategias:
• Reconocer que tienes este problema, identificar las causas que te lo generan y entender que no eres culpable de lo que te pasa.
· Cultivar la paciencia, la constancia, la empatía, la comprensión, la compasión, el amor y la fe inquebrantable.
· Relajar tu mente practicando la respiración consciente y profunda; contando hasta 10 en forma lenta y silenciosa; visualizando, con los ojos cerrados, esa imagen o lugar que te causa felicidad; concentrándote en cada músculo, tensionando y relajándolo.
· Cambiar el foco y centro de tus conversaciones.
· Aceptar que tu salud es perfecta, racionalizando las veces que has ido al médico y te han demostrado que todo está bien.
· Cultivar pensamientos que transformen los modelos cognitivos aprendidos.
· Practicar actividad física.
· Escribir terapéuticamente.
Toma el control de tu vida, la salud mental se puede recuperar y con ella el bienestar y la calma.
Yamilet Pinto
Psicóloga
@yamiletpinto
yamipinto@gmail.com
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