¿Y si Cambio? Claves de la salud mental en el trabajo

Las organizaciones siguen reintegrándose a sus operaciones tradicionales, luego de casi dos años de teletrabajo, producto de la Pandemia por covid-19, donde los colaboradores, en su mayoría, laboraban desde casa, sin la presión de trasladarse hasta las oficinas o plantas.

Atendiendo a sus hijos, familia y trabajo con más flexibilidad de horario, imagen y presencia.

La vuelta a clases de manera regular es un factor que se suma a esta dinámica organizacional y con ello vuelve el estrés, la tensión y el corre-corre de los padres, trabajadores, profesionales y líderes, quienes también en su mayoría se vieron afectados psicoemocional y mentalmente por la pandemia.

Quizá hablar de estrés, dentro de la empresa sea más común que hablar de salud mental. Es más aceptable y menos estigmatizado el tema. Sin embargo, por muy incómodo que resulte, las cifras y los efectos de patologías mentales muestran que es sumamente importante considerar la salud mental como una prioridad.

Según el más reciente informe de la Organización Mundial de la Salud, sobre los efectos de la pandemia, ésta “había provocado un aumento del 25 % de los casos de trastorno depresivo y de ansiedad (TA) en todo el mundo”.

A su vez, se incrementaron los casos de violencia intrafamiliar, abuso sexual infantil, violencia de género, ataques de pánico, trastornos alimenticios, trastornos del sueño, que directa o indirectamente, comprometieron el desempeño y rendimiento laboral de las personas.

No somos robots, por eso importa hablar de salud mental

Muchas personas al sentir miedo de decir que están deprimidos o que sufren de ansiedad, se aíslan, se esconden, mienten sobre su estado de salud o colapsan y no aceptan que es necesario buscar ayuda.

Otras tantas no saben lo que les pasa, pero sienten miedo, angustia, desesperación, nerviosismo excesivo, desgano, insatisfacción, tristeza, pérdida del placer, la alegría y el disfrute.

Todas estas son señales de que algo está pasando y es necesario atenderse a tiempo. Lamentablemente, aún son muchos que al sugerírseles que busquen ayuda con un especialista en salud mental, dicen frases como “Yo no estoy loca (o)”, “No le voy a contar mis problemas a un desconocido” “Ese está más loco que yo de tantos problemas que escucha”, sólo con la intención de posponer o evitar aceptar que se requiere acompañamiento psiquiátrico y/o psicológico.

La familia, los amigos y los compañeros de trabajo también juegan un papel fundamental en la atención de una persona deprimida o con trastorno de ansiedad. Una de las cosas que pueden hacer es evitar la crítica, el juicio o el positivismo crónico expresado en frases como:

· “No te pongas así”

· “Tranquila, no pasada. Todo es para bien”

· “Dios lo quiso así”

· “No hablemos de eso ahora, hablemos de cosas más positivas”

· “Tú siempre tan negativo (a)”

· “Otra vez con el mismo tema, pasa la página”

· “No te preocupes tú eres joven, bonita, pronto conseguirás otra oportunidad”

· “Piensa en tus hijos”

· “Estás así porque quieres”

· “Sé feliz”

· “Lo tienes todo, no veo porque tienes que deprimirte”

Ninguna de estas frases ayuda a una persona a salir de su estado de tristeza, por muy buena que sea la intención que se tenga. Es importante hablar del tema y:

· Escuchar activamente, sin cuestionar.

· Acompañar incondicionalmente.

· Apoyar en lo que realmente necesita.

· Mantener el silencio, si fuera necesario.

· Evitar aconsejar sobre lo que debería o no debería hacer.

· Hacerle saber lo importante que es para ti.

· Transmitir amor, compasión, afecto, respeto y cariño.

Potenciando el bienestar en la empresa

Cada día las empresas van comprendiendo más y más la importancia de cuidar la salud mental de sus trabajadores o colaboradores.

No todo depende de la organización, también como persona, cada uno ha de implicarse en el objetivo de sanar integralmente, aplicando autocuidados que permitan potenciar el bienestar interior y las funciones ejecutivas requeridas para un desempeño óptimo dentro del campo laboral:

· Desarrollar y potenciar el autocontrol y regulación emocional.

· Planificar.

· Tomar decisiones.

· Adaptación a los cambios.

· Solucionar problemas,

· Flexibilidad cognitiva,

· Inhibición de la respuesta

· Memoria de trabajo

· Planificación y

· Organización.

Para lograr el equilibrio y cohesión de cada función ejecutiva es necesaria la aplicación de autocuidados dentro y fuera del campo laboral:

• Haz de tu cuidado personal una prioridad.

• Valora el poder de un buen baño.

• Tómate el tiempo para disfrutar de tus alimentos,

• Duerme el tiempo suficiente para descansar.

• Medita todos los días por espacio de 20 minutos.

• Inscríbete en Yoga, Taichi, Pilates o cualquier actividad física.

• Contempla la naturaleza.

• Ríete de ti misma (o)

En el trabajo:

• Haz pausas de por lo menos 5-10 minutos en la jornada laboral.

• Practica la respiración consciente.

• Haz estiramientos.

• Crea espacios de conversación sobre salud mental.

• Sé más flexible, menos rígido y perfeccionista.

No dejes que se colapse tu salud mental, ¡cuídala tanto como cuidas tu cuerpo físico!

Yamiilet Pinto

Psicologa

FPV 16.092

@yamiletpinto

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link:https://chat.whatsapp.com/KmIu177vtD1K9KnLMwoNgo

También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí:https://t.me/diarioprimicia