Cómo hacer tu propia leche de almendras
Las alternativas a la leche de vaca se están volviendo cada vez más populares. Una de las más elegidas por su sabor y propiedades nutricionales es la de almendras. Siempre se puede comprar una bebida comercial, pero suelen contener demasiado aditivos y poca almendra. Es mejor que aprendas a prepararla en casa.
Todo lo que necesitas para esta receta de leche de almendras son almendras, agua y un filtro de tela (si no tienes uno, puedes utilizar un paño de cocina limpio o un colador metálico muy fino).
Ingredientes:
200 g de almendras.
750 ml de agua.
Elaboración:
- Remoja las almendras durante toda la noche.
- A la mañana siguiente sácalas del agua, desecha esta, y ponlas en un procesador junto con agua fresca.
- Mezcla los dos ingredientes hasta obtener un líquido suave.
- Coloca la bolsa, el paño o el colador sobre un tazón grande.
- Añade con cuidado la leche vegetal.
- Los restos de puré de almendras deben permanecer en el paño o colador, la leche aterrizará en el bol.
- Exprime con cuidado los restos de almendra. Si usas un colador, puedes exprimir el puré haciendo presión con una cuchara.
Puedes beber la leche de almendras tal cual o darle tu personalidad con un poco de canela, cacao puro o cardamomo, por ejemplo. Consérvala en una botella de vidrio esterilizada en el refrigerador. Allí se mantendrá unos cuatro días.
Es recomendable usar almendras ecológicas para la receta. Puedes emplear más o menos agua dependiendo de si prefieres leche espesa o líquida.
No tires los restos de almendra se pueden utilizar para pasteles, cremas, etc. Si tienes prisa puedes hacer la leche con almendra molida, que no necesita remojo.
Recomendado en casos de…
La leche de almendras es saludable.
Sin embargo, cuando las almendras se remojan y filtran, se pierden muchos minerales, por lo que la alternativa vegetal apenas contiene proteínas (la mayor parte se quedan en la pasta que te ha sobrado de hacer la leche). A cambio, aporta menos grasas y más hidratos de carbono.
Otra cosa es la leche de almendra comercial. Los fabricantes suelen enriquecerla con vitaminas del grupo B y calcio, entre otros nutrientes. Las variedades compradas suelen contener menos del diez por ciento de almendras; en cambio contienen aditivos como sal, emulsionantes o aromatizantes.
La bebida de almendras está especialmente recomendada en los siguientes casos:
- Personas con intolerancia a la lactosa o la leche de vaca.
- También es apropiada para celíacos y quienes tienen alergia a la soja, ya que no contiene lactosa ni gluten.
- En pacientes con hiperlipemia o hipercolesterinemia resulta ideal, pues sus grasas insaturadas son muy saludables.
- Mejor si se toma sin calentarla más de 40º C para que no pierda propiedades ni se modifique la grasa.
- Es una leche bien tolerada por diabéticos. No hace falta endulzarla ni añadirle azúcar ya que la almendra lleva suficientes hidratos de carbono.
- En niños con atopía o con eccemas. Es un tratamiento popularizado por el médico suizo Bircher-Benner, con buenos resultados.
- En las diarreas infantiles en niños con lactancia artificial o niños pequeños que siguen una alimentación variada (en los lactantes con lactancia materna, es mejor mantener la lactancia materna).
- Si se utiliza en lactantes en sustitución de la leche materna es preferible mezclarla con otras horchatas de semillas para mejorar la absorción del calcio.
- Es recomendable para la madre gestante, sobre todo si está amamantando.
- En niños con problemas de crecimiento, problemas nerviosos o para mejorar su rendimiento intelectual.
- Se recomienda igualmente para personas mayores que han perdido dientes y tienen dificultades para masticar.
¿Es sostenible la leche de almendras?
Las vacas producen metano, razón por la cual la leche de vaca tiene una huella de CO2 relativamente alta. Según investigadores de la Universidad de California, la producción de un litro de bebida de almendras emite diez veces menos gases de efecto invernadero que la de vaca.
Pero la leche a base de almendras también tiene desventajas: hacer leche de almendras consume 17 veces más agua que la leche de vaca. Esto es particularmente problemático, ya que las almendras solo crecen en países cálidos, que a menudo ya tienen escasez de agua.
El estudio se realizó con las almendras cultivadas en California. Es probable que el consumo de agua en las plantaciones de almendras europeas sea algo menor, pero aún no hay estudios al respecto.
Por otra parte, ten en cuenta que si las almendras que utilizas no son ecológicas, podrían haber sido tratadas con pesticidas que matan insectos, incluidos las abejas polinizadoras.
No todos los tipos de bebidas de almendras son igualmente recomendables. En algunas de ellas se han encontrado pesticidas, residuos de agentes de limpieza y metales pesados tóxicos, entre otras cosas. En algunas hay aditivos que contienen fosfato, que en cantidades demasiado grandes pueden dañar los riñones y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Si deseas comprar leche de almendras, busca productos con certificación ecológica y procedentes de Europa. O simplemente prepara tu misma la leche utilizando almendras europeas ecológicas.
No te olvides de probar una leche vegetal diferente: la de avena, por ejemplo, requiere menos agua que las almendras y también es muy sana. Además hay muchas bebidas de avena muy buenas en el mercado.
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