Además, si las frutas son de origen local, mejor puesto que los tiempos de entrega en tiendas tras la cosecha se reducen, la fruta es más fresca y sabrosa y la cáscara mantiene mejor consistencia y propiedades.
Cáscara de naranja
La piel de naranja contiene aceites esenciales y antioxidantes como la vitamina C y los flavonoides. Además es rica en sales minerales y fibra. Gracias a sus principios activos resulta una gran aliada para nuestra salud y bienestar. De hecho, la cáscara de este cítrico puede ayudar a:
- Reforzar las defensas.
- Reducir las inflamaciones respiratorias y mejorar el aspecto de la piel por su alto contenido en antioxidantes.
- Mantener una buena higiene oral y salud intestinal con su efecto bactericida y antimicrobiano.
- Mejorar la digestión y regular el tránsito intestinal con su aporte de fibra.
- Mantener el peso ideal o perder peso porque aporta muy pocas calorías y tiene efecto saciante y depurativo.
Si no te gusta el sabor o la consistencia de la piel de naranja pura, puedes rallarla y utilizarla en tus recetas o preparar té de cáscara de naranja. Incluso, puedes secar la cáscara para guardarla y aprovecharla para aromatizar aguas infusionadas en verano.
Cáscara de limón
Como la naranja y el resto de cítricos, el limón nos brinda abundante vitamina C y además contiene antioxidantes como las cumarinas y flavonoides, aceites esenciales, principios amargos y pectina.
Posee una acción antirradicales libres y protectora de los vasos sanguíneos, es carminativo, antiséptico, saciante, beneficia la mucosa intestinal y favorece el tránsito regular.
Por sus propiedades resulta un alimento funcional que contribuye a la prevención de enfermedades relacionadas con la mala alimentación, favorece la buena digestión, atenúa la fragilidad capilar y ayuda a combatir gripes y resfriados.
Se puede utilizar en cocina en una innumerable variedad de recetas. Con cáscara de limón también puedes elaborar jaleas, infusiones, licores, etc.
Cáscara de mandarina
Este es otro cítrico muy aromático y rico en nutrientes saludables cuya piel se puede aprovechar para elaborar platos salados y dulces o en la preparación de infusiones.
La cáscara de mandarina destaca por su alto aporte de vitaminas C y A y sus beneficios son similares a los de la naranja. Además, los aceites esenciales presentes en la piel de mandarina son responsables de su dulce aroma y propiedades digestivas, carminativas, antisépticas, relajantes y ligeramente sedantes.
El uso de la cáscara de mandarina es ideal para favorecer el sueño, mejorar la digestión y calmar los nervios.
Cáscara de pomelo
El pomelo es un cítrico menos común con respecto a las naranjas o el limón, pero igual de saludable y con un sabor característico. Puede ser perfecto para dar un toque mediterráneo a tus infusiones si buscas un aroma cítrico y algo amargo.
La cáscara de pomelo nos aporta principalmente fibra, antioxidantes, vitamina C, potasio, magnesio, aceites esenciales y principios amargos.
Es un buen remedio natural para:
- Atenuar las inflamaciones de las vías respiratorias altas.
- Contribuir a la eliminación de toxinas.
- Mejorar las digestiones.
- Reforzar el sistema inmunitario.
Piel de manzana
La piel de manzana destaca por su alto contenido en antioxidantes, sobre todo quercetina con acción antialérgica, antiinflamatoria y protectora de la salud cardiovascular. Además, es rica en fibra vegetal y compuestos triterpénicos que favorecen el fortalecimiento muscular.
En definitiva, nos aporta nutrientes muy buenos para la salud intestinal, pero hay más beneficios de la cáscara de manzana.
También es buena para la protección del sistema muscular, respiratorio y circulatorio.
Si aún así prefieres pelar las manzanas y comerlas sin piel, puedes aprovechar los restos para elaborar postres, batidos, en las ensaladas y, claro está, en tus infusiones.
Cáscara de granada
Seamos sinceros, comer granada con piel no es algo agradable. No solo porque este fruto tiene una cáscara áspera y difícil de masticar, sino que también tiene un sabor amargo y astringente. Estos detalles del sabor de su cáscara son indicadores del alto contenido en taninos en la piel de esta fruta. En la corteza de la granada se encuentra sobre todo la punicalagina, un tipo de tanino con acción astringente y antibacteriana.
El uso de la cáscara de granada en infusión puede aliviar las inflamaciones de garganta y contribuye al fortalecimiento de las defensas inmunitarias. La decocción de la cáscara de granada se emplea como remedio natural para el alivio de diarreas puntuales.
Recetas de infusiones
Ahora que ya conoces las propiedades de algunas cáscaras de frutas ya te lo pensarás dos veces antes de tirarlas a la basura. Incluso, durante la temporada de las granadas o de las mandarinas podrás deshidratar las pieles de estas frutas, cortarlas en pedacitos y guardarlas para aprovecharlas en tus recetas e infusiones durante todo el año.
A continuación, te sugerimos algunas recetas para incluir cáscaras de frutas en las infusiones.
Infusión relajante con piel de mandarina y manzana
Esta infusión relajante es ideal para ayudar a conciliar el sueño. A continuación se indican los ingredientes, que debes mezclar en la proporción indicada, y cómo prepararla.
Ingredientes:
- Raíz de valeriana: 40 %.
- Manzanilla: 40 %.
- Cáscara de mandarina deshidratada: 20 %.
Preparación:
- Coloca una cucharada de la mezcla en una olla limpia.
- Añade 250 ml de agua hirviendo y cubre.
- Deja reposar 15 minutos y filtra.
- Saborea en pequeños sorbos dos horas antes de acostarte.
Es ideal para personas que se sienten estresadas y preocupadas y tienen dificultad para conciliar el sueño.
Infusión digestiva de cáscara de naranja
Esta infusión es ideal para favorecer la digestión. Mezcla los ingredientes en la proporción indicada y sigue las instrucciones para su preparación.
Ingredientes:
- Raíz de angélica: 40 %.
- Frutos de hinojo: 20 %.
- Frutos de comino: 20 %.
- Piel de naranja deshidratada: 20 %.
Preparación:
- Coloca 250 ml de agua en una olla.
- Añade una cucharada sopera de la mezcla y deja que hierva dos minutos.
- Tapa y deja infusionar durante 15 minutos antes de filtrar.
- Ideal para tomar después de una comida muy copiosa o particularmente rica en grasas para favorecer la digestión y prevenir pesadez, hinchazón y flatulencias.
Con piel de pomelo, té verde y jengibre puedes preparar una agradable infusión depurativa.
Infusión détox con piel de pomelo o limón
Con piel de pomelo, té verde y jengibre puedes preparar una agradable infusión depurativa.
Ingredientes:
1 cucharadita de té verde.
2 pedacitos de piel de pomelo fresca (como alternativa puedes utilizar cáscara de limón).
2 rodajas finas de jengibre fresco.
Preparación:
- Vierte 250 ml de agua en una olla limpia.
- Añade el jengibre y la piel de pomelo y deja hervir 5 minutos.
- Apaga el fuego, añade el té verde y tapa.
- Deja reposar durante 4-5 minutos y filtra.
Se puede tomar 1-2 veces al día, media hora antes del desayuno o de la comida.
Ideal para favorecer las funciones détox del organismo y depurar el cuerpo tras las comilonas en fiestas y reuniones o durante una dieta para pérdida de peso.
Infusión para la garganta con cáscaras de granada
Esta infusión de piel de granada con manzanilla, tomillo y malva es ideal para cuidar de la garganta. Mezcla los ingredientes en la proporción indicada.
Ingredientes:
- Cáscara de granada desmenuzada: 30 %.
- Manzanilla: 30 %.
- Tomillo: 20 %.
- Malva: 20 %.
Preparación:
- Añade una cucharada sopera de la mezcla a 250 ml de agua fría en una olla y cuando empiece a hervir apaga y cubre con una tapa.
- Deja reposar 15 minutos y filtra.
Puedes tomar hasta 3 veces al día durante dos o tres días.
Ideal para atenuar la inflamación de la garganta y reducir el dolor de garganta que aparece como síntoma de resfriados y gripes.
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