¿Y si Cambio? Una mentalidad flexible y abierta propicia paz interior
El mundo actual, los avances tecnológicos, la saturación de información generadas en las redes sociales y los cambios bruscos e inusuales, requiere que padres, representantes, maestros y líderes se actualicen continuamente para adaptarse a los nuevos modelos de interacción social, flexibilizando algunas formas de pensamiento frente a temas que históricamente han sido conflictivos y difíciles de manejar, como la sexualidad, la religión, la política, el dinero, el suicidio, la diversidad de estilos en las relaciones de pareja entre otros, sin que esto implique que no se requiera establecer límites y reglas que faciliten la convivencia.
No se trata de implantar una anarquía social, donde reine el irrespeto, el abuso y la desorganización, al contrario, lo que se busca es lograr mayores niveles de comprensión, donde exista apertura para el intercambio de ideas en un ambiente emocionalmente controlado y eficiente, para lo cual es determinante contar con una mentalidad flexible o abierta, dentro de un proceso psicoeducativo conscientemente elaborado y que evite cualquier tipo de confusión.
Mentalidades diversas y la capacidad para decidir por la paz interior
Cada persona tiene su propia forma de relacionarse con su entorno. La misma, está sujeta a la información archivada en el inconsciente, a los modelos aprendidos. Según la forma que elijas para relacionarte, así será tu tipo de mentalidad.
Mentalidad Rígida, las personas con este tipo de mentalidad se caracterizan por tener un pensamiento dogmático, es decir, no ponen en duda su pensar ni sus creencias. Buscan imponer su punto de vista, creen tener la razón y que los demás están equivocados.
Llegan a ser intolerantes, irritables, autoritarios e impositivos y su capacidad de adaptación a los cambios o a la adversidad, es significativamente limitada y empobrecida. Al resistirse al cambio enfrentan:
· Altos niveles de estrés, ansiedad y depresión.
· Baja tolerancia a la frustración.
· Miedo a cometer errores y al cambio
· Dificultad para tomar decisiones.
· Apegos al pasado y a los “debería”.
· El rechazo de quienes le rodean.
· Relaciones interpersonales cargadas de agresividad, violencia verbal, emocional y física.
· Alta necesidad de controlar a las personas y a las cosas.
· Limitaciones en la resolución de problemas.
· Dificultad para generar nuevas posibilidades.
· Alteraciones laborales, afectivas y sexuales producto de su tendencia perfeccionista.
Este tipo de mentalidad genera sufrimiento, enfermedad mental y física, dificultando la posibilidad de gozar de bienestar y paz interior.
Mentalidad Líquida, Las personas que tienen este tipo de mentalidad se caracterizan por ser negligentes, apáticos, indecisos, indiferentes e indolentes. Se les dificulta reconocerse a sí mismas y terminan siendo volubles o cambiantes en sus opiniones, costándole:
· Tomar posición frente a un conflicto o situación.
· Comprometerse para no arriesgar su propósito de “llevar la fiesta en paz”.
· Participar o activarse en una causa, para no perder privilegios.
Este tipo de mentalidad no deja huellas, no inspira ni motiva. La persona, generalmente, pasa desapercibida, cede el control a lo externo y evade responsabilidades.
Mentalidad Flexible, las personas con esta forma de pensar se caracterizan por mantener despierta su creatividad. Frente a la adversidad se reinventan y fluyen con las oportunidades de aprendizaje y crecimiento, sin dañarse a sí mismos ni dañar a los demás. Son conscientes de sus limitaciones y fortalezas. Son capaces de:
· Tener conversaciones difíciles de manera constructiva, positiva y con ganas de aportar, sin temor al qué dirán o a quedar mal.
· Abrirse a otras formas de pensamiento, cuestionando sus propias creencias, pensamientos o criterios, sin arriesgar su punto de vista o seguridad en sí mismos.
· Aceptar las críticas de manera asertiva.
· Reconocer cuando se equivocan y corregir su conducta o forma de pensar, valorando al otro, si menoscabo de su propia valía.
· Expresar sus ideas y pensamientos en armonía con el buen humor, la empatía y la cordialidad.
· Oponerse a cualquier forma de discriminación o prejuicio.
· Fijar posiciones que consideran justas e inclusivas.
· Expresar profundas ideas con sencillez y humildad.
· Defender la diversidad.
· Liberarse de los “debería”
· Desarrollar su potencial humano.
· Buscar información sin temer al cambio.
Esta forma de conducirse en la vida genera más bienestar y mejores relaciones interpersonales, acerca a una vida más plena, más tranquila, más serena, más feliz y con mayor paz interior.
Atrévete a desarrollar una mentalidad flexible
Alcanzar la flexibilidad mental es un proceso dinámico de auto-observacion, observación del entorno y autoevaluación constante, que pasa por comprender los principios de:
· La excepción a la regla, lo cual significa estar consciente de seguir las normas, tomando en cuenta otros factores complementarios y equilibrantes que puedan incidir en flexibilizarlas circunstancialmente.
· El camino del medio, como lo llamaba Buda o Armonía como lo denominaba Confucio, trata de comprender que los extremos no son buenos.
· Pluralismo, que implica la inclusión con humildad y sensibilidad a la existencia de otros puntos de vista, sin la obligación de aceptarlos.
Además de cultivar la conciencia plena y la conexión con el Ser interior, bases ineludibles para el desarrollo de la flexibilidad mental y crear el camino hacia la paz interior.
@Yamilet Pinto
Psicóloga y Coach de vida
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