Opinión

¿Y si Cambio? Ser, hacer, tener: triada de éxito integral

Y ¿Cuántos logran “tener” todo (principalmente dinero), pero no son felices? ¿Cuántos al momento de establecer metas para el nuevo año se detienen en el Ser, más que en el hacer y el tener?
Yamilet PINTO
sábado, 09 enero 2021

¿A quién no le apasiona tener éxito? ¿Quién no desea hacer “lo que sea” para alcanzar sus sueños? ¿Cuántos sienten que trabajan y trabajan y pareciera que el éxito no está dado para ello? ¿Cuántos, de tanto trabajar, terminan enfermos y no pueden disfrutar lo que lograron con su arduo trabajo?

Y ¿Cuántos logran “tener” todo (principalmente dinero), pero no son felices? ¿Cuántos al momento de establecer metas para el nuevo año se detienen en el Ser, más que en el hacer y el tener?

La triada Ser-Hacer-Tener ha sido muchas veces invertida e incluso se ha quedado en la dupla Hacer-Tener ó Tener-Hacer, es decir, el enfoque se ha centrado más en hacer y hacer para tener y cuando se tiene, entonces queremos más y vamos desde el tener al hacer, para seguir teniendo.

Parece un trabalenguas pero, en realidad es lo que en muchas ocasiones nos mueve. El punto es que esta dupla, por lo general, nos deja agotados, en muchas ocasiones frustrados porque no logramos al 100 % aquello que deseamos.

¿Cómo integrar el SER en aquello que hacemos y tenemos o en aquello que queremos hacer y tener, sin que ello implique sufrimientos, desgastes y frustraciones ni tampoco romanticismo, esotería o ilusionismo?

Soy una convencida que desde el SER, todo lo demás fluye en plenitud, conciencia, evolución, felicidad y prosperidad, lo cual no significa que no se presenten adversidades ni riesgos, cambios o desafíos.

Integrando el Ser a nuestras más elevadas metas

Trabajar el SER es lo mismo que ir hacia nuestra autorrealización personal, lo cual es distinto a la mejorarnos a nosotros mismos. Aunque en un punto, ambas partes se encuentran y es allí donde se integra el Ser, lo espiritual de nosotros, la esencia o chispa de Dios.

Esa que nos conecta con nuestra misión, propósito o sentido de vida y desde la cual las metas se alcanzan de manera fluida, flexible y consciente.

Creer que las metas se alcanzan sólo con establecer acciones es trabajarlas desde la mente y nos lleva a esfuerzos mentales y físicos que nos dejan sumamente agotados y frustrados por el sacrificio que representan.

En gran medida trabajar las metas (aquello que queremos tener), sólo desde el hacer, nos lleva a conflictos y confrontaciones donde se dañan relaciones importantes para nosotros.

Ahora bien, diseñar metas desde la conciencia plena de saber lo que se quiere, conectando con nuestra misión, visión y valores de vida es establecer un camino más consciente, más humano, más ético y más próspero, permitiéndonos transitar el camino de la autorrealización manejando asertiva y conscientemente los cambios que se presentan en el proceso.

Integrar el SER en nuestros diversos procesos, es integrar nuestra espiritualidad, nuestra chispa divina, nuestra conciencia pura en el campo de todas las posibilidades, desde donde podremos experimentar el poder de la exploración con mente de principiante, la flexibilidad ante los cambios repentinos, la adaptación a las nuevas realidades, la comunicación intra e interpersonal con mayor inteligencia emocional y espiritual, escuchando al otro, comprendiendo sus propios desafíos y los nuestros con absoluta claridad, los cual, inevitablemente, nos permitirá manejar con mayor eficacia los desafíos que nos encontraremos en el camino de lograr nuestras metas.

Podremos estar, observando y experimentando sin juicios cada experiencia que el camino nos muestra.Uno de esos desafíos que, a veces, nos hace dudar de nuestras capacidades, de nuestra fe y debilita nuestras fortalezas y esperanzas es ver como a nuestro alrededor, en nombre de la prosperidad y abundancia, se practican traiciones, manipulaciones, engaños, fraudes a la confianza, y hasta podríamos llegar a pensar que para tener éxito y ser próspero es sinónimo de actuar deshonestamente o traicionando a quienes han confiado en nosotros o pasando por encima de muchos, sin importan quien sea o cuanto se haya de destruir, incluso las relaciones, para lograr tener más.

Sólo quien está conectado con su SER puede mantenerse en pie ante tanto movimiento externo, que está allí para mostrarnos cuán valiosos y valientes podemos ser para gestionar nuestra prosperidad y abundancia desde otro nivel de conciencia ¿es utópico? Creo que no. ¿Es posible? Absolutamente sí.

Sólo necesitamos despertar y dar un paso al frente, dándole espacio a nuestro SER, nuestra espiritualidad, nuestra conciencia pura. El Poder está dentro de cada uno de nosotros, necesitamos ir más allá del ego y del miedo.

¿Cómo es la vida cuando conectamos con nuestro SER?

No hay recetas mágicas. Cada uno de nosotros tiene su propia vía, su propio método, su propia estrategia, ritmo y estilo.

Lo que sí es común es que cuando nos encaminamos hacia nuestra autorrealización y conectamos con nuestra espiritualidad:

1. Experimentamos más paz interior, fluidez, flexibilidad, gratitud y libertad.

2. Perdonamos porque ya hemos comprendido lo que ocurrió.

3. Dejamos de juzgar a nuestros padres, parejas, exparejas, hijo, socios, amigos y muy especialmente, dejamos de juzgarnos a nosotros mismos.

4. Nos hacemos responsables de nuestras decisiones, actos y resultados. Dejamos de culpar a otros.

5. Dejamos de quejarnos y recibimos cada experiencia con la claridad de verla tal cual es, no peor de lo que es.

6. Vivimos el momento presente, dejando el pasado atrás, salimos de traumas y sufrimientos, superándolos, buscando ayuda, cambiando viejos hábitos y agradeciendo la vida tal cual es.

7. Abandonamos la tensión que nos deja pensar constantemente en el futuro. Si bien planificamos, no nos apegamos al resultado. Fluimos con la experiencia y los cambios.

8. Nos hacemos conscientes de nuestras limitaciones, aceptando nuestros errores, cambiando para ser mejores, dejando atrás la necesidad de reconocimiento y el perfeccionismo.

9. Nos mantenemos en constante evolución y transformación interior. No es utopía, es realidad. Podemos experimentar una vida de más paz y por ende de mayor éxito, abundancia y prosperidad ¿vamos juntos por esa vida que nos merecemos?

Yamilet Pinto

Psicoterapeuta/Life Coach

@yamiletpinto

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