¿Y si Cambio? Sanar las heridas del pasado abre las puertas de la felicidad

En nuestro desarrollo personal vivimos momentos que, inconscientemente, nos atan a situaciones estresantes. Queremos ser felices, pero no sabemos cómo. Queremos establecer relaciones estables, pero el conflicto se apodera del día a día. Queremos estar sanos, pero nos olvidamos de los autocuidados. Queremos lograr metas, pero nos las saboteamos.

¿Qué nos pasa? ¿Qué está detrás de la frustración, el dolor, la ansiedad, depresión, alcoholismo, infidelidad, insatisfacción sexual, enfermedad, sensación de escasez, fracaso y estancamiento profesional, laboral, económico o personal?

Una de las situaciones que más afecta la percepción de felicidad y bienestar, es mantener patrones, creencias, solidaridades y lealtades inconscientes que de alguna manera nos impiden lograr la vida que queremos. ¿Hasta cuándo llevaremos una vida de desdicha y malestar? ¿Qué tiene que pasar en nuestra vida para valorar y agradecer lo que sí tenemos?

¿Qué necesitamos para poder percibir las oportunidades de ser feliz? ¿No ves eso en ti? Descubre qué está pasando.

Se ha perdido la conexión con el Ser Interior
En un mundo de interconexiones digitales, electrónicas, informáticas y comunicacionales vivimos más metidos en las redes sociales. Pareciera que la conexión con el Ser Interior tiene demasiadas interferencias: La competitividad, las comparaciones, el diálogo interno negativo y lo que nos dijeron en la infancia retumba en el inconsciente, haciéndonos creer que esa es la verdad.

Pensamientos como: “Ella no es mejor que yo” “Dios me está castigando” “Nadie me ha ayudado “Me rechazan porque soy diferente” “Nadie me entiende” “Estoy sola” “No necesito a nadie” “Si no logro lo que esperan de mí, seré una fracasada” “Si me divorcio no podré seguir adelante” ” “si me abandona, no sé qué será de mí” “Nunca tendré la abundancia que quiero, siempre he sido pobre” “Los demás si pueden, yo no” “Ellos tienen la suerte de ser feliz, yo no porque no tengo lo que ellos tienen” y una infinidad de pensamientos que limitan el bienestar, la felicidad y la paz interior.

Pero esos pensamientos y otros tantos, negativos y limitantes, provienen de lo que en la infancia vivimos, de lo que nos dijeron, de lo que vimos y oímos y toda esa historia aún está en el baúl de los recuerdos inconscientes y sin saber nos atrapan y confunden. Nos hacen sentir perdidos, aunque lo tengamos todo.

¿Has escuchado a personas que tienen todo lo material que cualquiera pudiera desear, pero se sienten infelices, viviendo una vida sin sentido, apagada, desdichada y sin norte? ¿Tienen todo, pero no tienen nada?

Esa crisis corresponde a no tener claro el sentido de vida, el cual se encuentra dentro de cada ser, cada espíritu, cada mente conectada con el silencio y la calma, con la espiritualidad, con el Ser, más con el hacer y el tener.

¡Vuelve a restablecer la comunicación perdida, la conexión contigo!
Una de las formas que puedes reconectarte contigo es reconociendo cuáles heridas vividas en tu infancia y que aún no has sanado, te llevaron a desconectarte de tu esencia divina.

Son esas heridas del pasado las que carcomen y confunden nuestro interior. Nos olvidamos de quienes somos y el ego nos hace creer lo que no somos. Le damos más importancia a eso en lugar de la grandeza que habita en nosotros.

Es tiempo de sanar, de reconciliarte contigo misma. Con tus luces y tus sombras. Si bien la vida no es color de rosas, tampoco es un cielo de nubes grises. Puedes reencontrarte con tu sabiduría interna y sanar las viejas heridas de: Abandono, rechazo, Injusticia, humillación y traición.

Quizás, no fueron causadas intencionalmente, sucedieron por razones que muy probablemente no conocemos del todo, tampoco las comprendemos ni las aceptamos, por lo tanto no las hemos sanado.

¡Es tiempo de sanar!

La vida es una sola, además es corta. Si te das cuenta y dices SÍ, puedes en este mismo momento:

· Hacer una lista de todas aquellas cosas buenas que tienes y quieres, por ejemplo: familia, amigos, trabajo, esperanza, amor, alegrías, dinero, salud, oportunidades de crecer y aprender. Esta lista, en la que puedes incluir muchas cosas más que tienes y quieres, te ayudará a darte cuenta de todas las cosas en tu vida que son importantes, valiosas y que te inspiran a seguir mejorando y transformando tu vida.

· Comenzar el camino hacia tu interior, donde puede ayudarte la meditación, para bajarle dos al diálogo interno negativo, vivir el momento presente, mantenerte en el aquí y el ahora y transformar los pensamientos y creencias que hasta ahora te hicieron creer una versión de ti misma que no es verdad.

· Conocerte más a ti mismo, conocer tu historia y de dónde vienes. Preguntarte cómo fue la vida de tus padres y sin juzgar, mirar todo lo que ellos también pasaron.

· Reconocer que no estás sola, que siempre ha estado alguien a tu lado extendiéndome una mano, que quizá atraviesas un duro momento, pero eso no es para siempre y que de allí saldrás con la frente en alto y rodeada del amor de Dios.

Recuerda siempre que ¡Dios es bueno todo el tiempo y todo el tiempo, Dios es bueno!

Yamiilet Pinto
Psicóloga

@yamiletpinto

yamipinto@gmail.com

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