¿Y si cambio? Respetar el duelo por la pérdida de una mascota

Cuando una mascota cruza el arcoíris, deja un silencio en la casa, un vacío muy difícil de llenar y hay quienes no tienen ni la más remota idea de lo que significa perder una mascota, consideran ese dolor como algo exagerado del doliente y dejan de ser empáticos en su dolor.

Le cuestionan su llanto, tristeza y desmotivación: “¿Qué tanto?” “Pero si sólo era un animal”. Y sí, era un animal, y también un integrante más de la familia, un amigo, una compañía, un confidente, un amigo con amor incondicional.

La importancia de expresar lo que se siente

Sin ánimo de comparar con la pérdida de familiares o seres queridos, y al margen de lo que otras personas puedan pensar o decir sobre el dolor que se siente al perder una mascota, es muy importante reconocer, sentir, gestionar y procesar de manera consciente todas las emociones que surgen al perder una mascota. Esto es fundamental para transitar el duelo.

Por lo general, las mascotas fallecen por su vejez y las implicaciones que ello genera: Fallas en algunos órganos, sus extremidades pierden estabilidad y fuerza, su vista se deteriora, así como su capacidad auditiva. Otras, sufren enfermedades graves o contagiosas, cuyas muertes podrían ser más predecibles.

Pero para el dueño, aunque ya los años hayan pasado, aunque sus condiciones de vida no sean las mismas, su apego al animal, su amor, su necesidad de sentir su compañía en casa, su amistad y su amor, hace que se niegue a perderlo, más cuando la muerte, aunque se presume cerca, llega sin avisar.

Este dolor no se puede evitar, pero se puede mitigar de diversas formas:

· Ofreciéndole calidad de vida siempre, más cuando está en la etapa de la vejez o enfermedad.

· Cuidar su alimentación, higiene, controles médicos y su salud en general.

· Cuidar sus emociones. Nunca dejarlos solos por mucho tiempo y manifestarles amor a través de cariños, consentimientos, compañía y cuidados.

· Cuidarlos del frío y del calor.

· Protegerlos de contagios de garrapatas, pulgas u otras infecciones.

· Mantenerse atentos a sus cambios físicos y emocionales: el movimiento de su cola, el latido de su corazón, la estabilidad de su respiración, sus evacuaciones o micciones, la forma o frecuencia con la que consume el agua. Todas estas son señales que transmiten algo y a las que debemos estar atentos.

· Al llegar el momento final, acompañarlos. Por muy doloroso que sea, es fundamental estar con ellos, hablarles con amor, decirles cuánto le aman y agradecerles por todo lo que les regaló en vida. Esto contribuirá a una partida más llena de paz, amor y compasión.

· En algunos casos, los dueños originales no están presentes al momento de la partida de su mascota, de ser posible, es importante entablar algún tipo de contacto que pueda servir como ritual de despedida y que el animal los escuche.

· Es muy importante dejarlos partir en paz.

Todo esto contribuirá a sentirse mejor en medio del duelo y superar la eventual culpa propia del proceso.

El camino de la superación del duelo

Es importante estar consciente de que el dolor no va a pasar de la noche a la mañana. Es un proceso de duelo, como cuando se tiene otro tipo de pérdida. Psicológica y emocionalmente, debe transitarse de manera consciente, sobre todo si la mascota ha crecido en casa, los ha acompañado en momentos especiales, paseos de familia, superado enfermedades. Todo esto influye en las emociones que se sienten en medio del duelo.

Para una mejor gestión y superación, recuerda siempre que:

Todo lo que hiciste por cuidar a tu mascota, estuvo bien. No podías haber hecho nada diferente. A veces los pensamientos: “Que hubiese hecho que no hice” “Qué hice que no debía hacer”, en lugar de ayudar se convierten en una tortura.

Abandonar este plano, también es una decisión del alma, incluso en el caso de las mascotas y nada de lo que se hiciera diferente cambiaría su destino.

Fuiste alguien importante para tu mascota. Le diste amor, compañía, cariño y cuidados. Eres el mejor dueño o dueña que tu mascota pudiera haber tenido.

Hiciste grandes esfuerzos para mantenerlo lleno de bienestar, en todos los sentidos, económicos, recreativos, salud y bienestar.

Tu mascota te acompañaba en tus momentos tristes, para darte consuelo y amor. Lo que querría ahora es verte sonreír y en paz, como cuando se acurrucaba a tu lado para consolarte.

Viviste con tu mascota muchos momentos felices, céntrate en ellos como una honra al tiempo que pasaron juntos.

Tu mascota estará en tu corazón y en tu mente, por lo tanto, aunque no esté físicamente, su energía y amor te acompañarán siempre.

Evitar su sufrimiento era algo que también él hubiese querido. En honor al amor que les unía, te agradece tu compasión.

Pueden seguir formando parte de tu vida.

Tomarte un descanso y darte el permiso de superar el impacto de la pérdida te ayudará a gestionar más eficientemente el proceso de duelo.

Buscar ayuda profesional, si crees que se te está dificultando superar la pérdida, es impostergable.

¡El dolor por la pérdida de una mascota es indescriptible y merece todo el respeto!

Yamilet Pinto

Psicóloga

@yamiletpinto

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