¿Y si cambio? Planificar nuevos proyectos con esperanzas renovadas
Cuando llega el fin de año comenzamos a plantearnos nuevas metas, nuevos proyectos y nuevos planes. Sin embargo, detrás de ellos hay ocultos pensamientos de dificultad, incredulidad o desconfianza que, sin querer, desvanecen la esperanza de alcanzarlos.
Para cambiar ese estado mental, es necesario hacer una pausa y dedicar un tiempo a proyectar un Nuevo Año con esperanzas renovadas, que llenen de convicción y certeza el logro de los objetivos, para ello es necesario despertar la conciencia, alinear los deseos con la acción, la intención con la fe y la planificación con la fluidez.
Planificación consciente, flexibilidad y fluidez
Para que un proceso de planificación sea exitoso, ha de ser flexible y fluido, ya que el éxito se alcanza con la combinación de factores externos e internos, los cuales influyen, queramos o no, en el logro de nuestras metas. Algunos de ellos, dependen de quien planifica y otros dependen del contexto o el entorno,
En este sentido las expectativas juegan un papel importante. Un plan consciente, maneja adecuada y asertivamente las expectativas del mismo. Éstas no sobrepasan los límites de recursos, potencialidades, habilidades y destrezas de quien planifica.
No se trata de centrarse en limitaciones, porque eso no contribuye al logro de ningún plan, se trata de hacerte consciente de los recursos que cuentas para así validar las expectativas con tu realidad.
Por ejemplo: “Quiero trabajar en una empresa extranjera y ganar muchos dólares”, la validación de recursos incluiría preguntas como: ¿Manejas el idioma inglés u otro idioma aparte del español que te permitan trabajar en una empresa extranjera que pague muchos dólares? ¿En qué área te has preparado como para que una empresa pueda pagar muchos dólares por tus servicios? ¿Estarías dispuesto y cuentas con los recursos económicos para instalarte en donde haya una empresa que pague muchos dólares o lo harías online? ¿Si es online, cuentas con una buena conexión a internet?, Las respuestas de estas preguntas te muestran tu realidad y permite ajustar las expectativas a algo más en consonancia con la misma.
Otro importante elemento de un plan consciente es la claridad de la meta. El ejemplo mencionado carece de esa característica, por ejemplo, no indica dónde estaría ubicada la empresa con la quieres trabajar, haciendo qué, cuánto serían “muchos dólares”, cuándo quieres comenzar a trabajar, en cuál empresa te gustaría trabajar, cómo trabajarías en esa empresa, presencial u online, cuán desafiante es trabajar en una empresa como esa, cómo medirías los avances que estaría dando para lograr esa meta.
Como puedes darte cuenta, hacer un Plan de Vida, no se trata sólo de “pedir al universo” lo que quieres, sino de cuánta claridad y conciencia tienes de ello.
Aun cuando tengas todo esto claro, hay aspectos del entorno que no están bajo tu control y que no necesariamente deben ser un obstáculo para continuar, por ejemplo, la situación económica del país, los cambios internos en las políticas de las empresas, la falta de calidad de los servicios como internet, electricidad, agua, gasolina y aseo; y otros aspectos más personales, de los cuales tampoco se tiene control, como la sobrevenida de una enfermedad, la migración de los hijos, la pérdida de un ser querido, de una relación de pareja, de un amigo o de un empleo.
En fin, son múltiples los acontecimientos externos que pueden afectar directa o indirectamente la continuidad de un proyecto de vida.
En ese sentido, la flexibilidad y la fluidez, son determinantes para continuar enfocados.
La flexibilidad, ayuda en el proceso de adaptación al cambio y permite hacer ajustes ante las nuevas circunstancias, buscando nuevas razones para mantener el enfoque.
La fluidez, viene de la mano de la flexibilidad y permite mantener la concentración en la meta, usando herramientas que orienten a nuevas opciones y avanzar en el tiempo y ritmo que la naturaleza de la vida imponga, sin detenerse, ni rígidamente quedarse luchando con las circunstancias, sino fluir con ellas, lo cual no significa que se ha fracasado o que no se hizo una buena planificación.
Al contrario, esta conducta muestra un estado mental capaz de gestionar las emociones, renovar las esperanzas y continuar en la meta.
Comenzar de nuevo, renovados y esperanzados
Comenzar de nuevo, con ganas y esperanzas renovadas, con aprendizajes y crecimiento, con madurez y conciencia plena del momento presente, con la sabiduría de la experiencia y con la claridad de lo que se quiere, es una nueva meta para 2024.
Nadie dijo que sería fácil, tampoco que sería imposible, incluso no tiene que ser difícil.
Renovar esperanzas es renovar energías, poder y fuerza interior para ir en busca de las metas. Hacerlo desde la fuente divina de la Fe en Dios en que todo saldrá bien, más allá de las circunstancias y accionado para que sea realidad, es el nuevo reto y comienza con un pensamiento transformador: “El logro de nuevas metas es un desafío constante en la vida y estoy dispuesto a disfrutar, aprendiendo y viviendo con un sentido de vida más claro, consciente y en conexión con el bienestar, la plenitud y la felicidad, mía y la de otros, en equilibrio natural de vida”.
¡Feliz 2024, fluido y lleno de renovadas esperanzas!
Psicóloga YamiletPinto
@yamiletpinto
PsicólogaFPV-16092
yamipinto@gmail.com
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