¿Y si Cambio? “Pasar la página” de la infidelidad es un desafío que fortalece la felicidad personal

No hay nada que moleste más a quien ha sido víctima de la infidelidad, que quien le ha sido infiel le diga “pasa la página”, “hasta cuándo” “deja eso en el pasado” y la verdad es que hacer esto no es nada fácil, es un desafío personal que pasa por aceptar lo ocurrido, sin culparse ni victimizarse, sin satanizar al otro, sino más bien comprender que este hecho es sumamente complejo, que tiene muchas aristas y que encierra un delicado proceso de autoreconocimiento, autorreflexión y auto aterrizaje que permite alcanzar una visión más allá de lo emocional y patológico.

La infidelidad duele y quien la comete debe saberlo
Para quien es infiel, en ocasiones, pareciera serle muy fácil decirle al otro “pasa la página” y se olvida que sus actos han causado una herida punzopenetrante en la relación, malogrando gravemente la confianza y por ende la estabilidad de la unión.

Esa aventura, ese encuentro casual y/o sexual, ese mensaje, esas fotos o videos enviadas a otras personas, con mensajes sugestivos hieren profundamente a quien los descubre, sintiéndose en muchas oportunidades “poca cosa”, “insuficiente”, culpable, rechazada, abandonada y humillada, así que no es cualquier cosa de lo que estamos hablando, es necesario enfrentar el tema, considerando los puntos álgidos y las oportunidades de aprendizaje que esta experiencia trae consigo.

Es importante saber que, cada vez son más comunes los casos de infidelidad, tanto de hombres como de mujeres. Sus causas son múltiples y entre ellas están:

· La insatisfacción de necesidades emocionales, físicas, afectivas o sexuales.

· Ignorar la evolución y transformación de necesidades de la pareja.

· Carencia de una comunicación asertiva, sincera, respetuosa y afectiva, que haga sentirse escuchados y valorados.

· Los patrones aprendidos en la infancia.

· Los conflictos no resueltos consigo mismo o con el entorno.

· El maltrato físico y psicológico.

· La insatisfacción sexual.

· Los duelos no sanados, especialmente cuando se trata de pérdida de hijos.

· La falta de empatía.

· La dificultad para hablar de los problemas que les afectan como las disfunciones sexuales, los celos obsesivos, el manejo del dinero o la desconfianza e inseguridad.

· La evasión de los problemas y la falta de sinceridad.

· La baja autoestima.

· La venganza por malos tratos o por infidelidad previa.

Cada una de estas causas, conllevan a una conducta que, en la mayoría de los casos, termina en infidelidad y con ella sus inevitables consecuencias:

· Pérdida de la confianza y de la autoestima.

· Celos patológicos, acompañados de la búsqueda irracional y descontrolada de información en los teléfonos.

· Alteración psicoemocional, donde la culpa, la rabia, la impotencia y la traición ocupan la mayor parte del tiempo del afectado.

· Generación de trastornos psicológicos como la ansiedad y la depresión, aunado a la pérdida del sueño, de la alimentación adecuada, del miedo a sufrir nuevamente de la infidelidad y por ende, miedo a confiar.

· La separación o divorcio.

Conocer las causas y consecuencias de la infidelidad, abre un espacio de aprendizaje en la pareja, que permite que cada uno pueda darse cuenta de su cuota de responsabilidad en el hecho.

Sin duda la relación ya estaba en crisis antes de la infidelidad, tanto si lo notaron como si no, igual ocurría, sólo que no había sido identificado. Dando ese primer paso, viene el proceso de sanación.

El mayor regalo que te puedes dar es perdonar

Sanar es una decisión que a quien más beneficia es a quien así lo decida. Independientemente del tipo de infidelidad que hayas sufrido: sexual, emocional o virtual, buscar tu bienestar es lo principal.

Para superar el dolor y la herida causada por la infidelidad, es importante:

· Comprender que no es un hecho aislado, es un reflejo de que algo está pasando en la relación y debe ser evaluado consciente y deliberadamente por ambos.

· Salir del victimismo y asumir con valentía tu propio poder, esta es una circunstancia no tu vida entera.

· Reconocer que no eres culpable de lo que ha pasado.

· Si tu pareja ha dado indicios de arrepentimiento, revisa los posibles motivos que harían que te quedaras en la relación y dar una segunda oportunidad.

· Si no hay cambios en la conducta es mejor que revises la posibilidad de una separación a tiempo.

· No involucrar a los hijos en el problema, poniéndolo en contra de su padre o madre.

· Recuperar la confianza en ti misma (o) y tu pareja.

· Evita convertir la relación en un campo de batalla donde reine el pasado, el resentimiento y la venganza.

· Mantener el teléfono clonado, el GPS activo, la persecución permanente es indicio de que algo no está bien.

· Identifica los aprendizajes que pudo haberte dejado esta experiencia y transformarlos en beneficio y bienestar.

· Si decides quedarte en la relación es determinante que busques ayuda psicológica profesional e iniciar terapia individual y de pareja, para gestionar el perdón y avanzar hacia una convivencia sana, respetuosa y afectiva.

Si bien es cierto no se trata de pasar fácilmente la página, tampoco se trata de quedarse anclado en el dolor, la rabia y el resentimiento.
¡Sigue adelante, sí puedes hacerlo!

@Yamilet Pinto

Psicóloga

Coach de vida

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