¿Y si cambio? Miedo al compromiso, un inconsciente obstáculo para consolidar tu relación de pareja

Vivir en pareja es una experiencia que requiere unir intenciones, sentimientos y emociones para lograr elaborar, desarrollar y ejecutar un proyecto de vida común, a través del cual se pueda labrar un destino común, lleno de bienestar compartido, plenitud y felicidad.

Lamentablemente, esto no siempre es así, debido a múltiples razones y una de las principales es el miedo al compromiso, que no sólo experimentan los hombres, también lo padecen las mujeres, quienes han logrado mayor independencia económica, preparación profesional y en muchos casos, gozan de un estatus laboral que las convierten en personas seguras de sí mismas, sin miedo al futuro, capaz de tomar sus propias decisiones en cuanto a la consolidación de una relación estable, la maternidad y la dedicación al hogar.

Conoce si tu pareja teme al compromiso
Cuando la relación comienza, la idea de “ser feliz para siempre” termina apareciendo en alguno de los integrantes de la relación de pareja, quien después de determinado tiempo, desea establecerse con esa persona que le ha acompañado un tiempo y con quien ahora quiere conformar una vida en común, casándose o mudándose juntos.

Esta intención o deseo se va viendo afectada por determinadas conductas de quien padece el miedo a dar ese paso, quizá porque piensa que, en lugar de ganar una relación más estable, una oportunidad de consolidar su sueño, estaría más bien perdiendo su libertad y más probable aún, estaría faltándole a su familia, especialmente a la madre o al padre, según sea el caso.

Independientemente de la edad, sexo o profesión, las siguientes son algunas de las conductas que te ayudarán a identificar si tu pareja teme dar el paso que tanto anhelas

• Poca inteligencia emocional, lo cual le impide expresar lo que siente y gestionar sus temores.

• Culpa por salir del hogar nuclear, bien porque se siente desagradecido, desleal o que está traicionando a alguno de sus padres al creer que debe cubrir la falta de alguno de ellos.

• Temor a fracasar, no ser capaz de sostener la relación, divorciarse o separarse y verse o que lo vean como alguien que no logró consolidar la relación de pareja porque no supo cómo hacerlo.

• Evasión de la posibilidad de formalizar la relación, evitando hablar de matrimonio o de irse a vivir juntos, buscando excusas permanentemente y expresando dudas de si está o no enamorado (a) o si el paso que va a dar es el correcto, por lo que va reduciendo los encuentros, ausentándose cada vez más.

• Patrones arraigados de la familia nuclear, que imposibilitan la adaptación al nuevo esquema que quieran crear juntos, rígidamente considera que la forma que se aprendió es la única forma que se puede hacer.

• Pensar continuamente que al irse estará perdiendo libertad, autonomía e independencia o, que aún le falta mucho por hacer.

• Terminar la relación, diciendo que no puede ofrecer estabilidad ni felicidad y que es un obstáculo en la continuidad de la vida de su pareja.

• Insistir en convencerse y convencer al otro que eso es lo mejor.

• Repetir de manera inconsciente patrones de abandono de la pareja, es decir que si alguno de los padres lo hizo antes, volverá a ocurrir.

Éstas son tan solo algunas de las conductas o características de alguien que está evadiendo el compromiso

Es posible sanar y trascender el miedo a comprometernos 
La decisión de irse a vivir con alguien, pasa por asumir la adultez, el crecimiento y la asunción de un nuevo compromiso, sin que esto implique una pérdida, más bien se trata de un proceso de transformación interior y evolución que impulsa un desarrollo consciente, que a su vez permite trascender el miedo, las dudas y la incertidumbre de qué pasará.

Un niño juega, un adulto decide a conciencia lo que desea. Sanar al niño interior que cree que necesita aun la protección de mamá o papá es un gran paso. Por eso, si ves que estás en esta situación:

• Crea un espacio de sanación interior, acompañado de un especialista en el área.

• Genera un ambiente de comunicación asertiva con mamá o papá o con los dos, para superar apegos o creencias limitantes que rodean o han rodeado el crecimiento personal, y donde la sobreprotección y el control prevalecieron.

• Perdona, a través de un proceso psicoterapéutico, las heridas de abandono, separación y/o maltratos, consciente o inconsciente, que aún estén en la mente y que despiertan sentimientos negativos hacia alguno de los padres, lo cual liberará de resentimientos y de una inminente repetición de patrones.

• Permite que mamá o papá continúen con sus vidas, saliendo de la culpa por construir tu propia relación de pareja, reconociendo su grandeza y capacidad de resiliencia.

• Suelta cualquier posible apego con relaciones previas.

Sí es posible ser libre emocionalmente, convertirnos en adultos y ser capaces de tomar nuestras propias decisiones, en conciencia plena de lo que anhelamos.

@Yamilet Pinto

Psicoterapeuta

Coach de vida

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