¿Y si cambio? Mejora tu comunicación escuchando consciente y empáticamente

La comunicación sigue siendo un tema clave para el bienestar interior, la felicidad, la plenitud, la salud mental y las buenas relaciones. La verdad es que muchos creemos saber comunicarnos, pero cuando vemos el resultado de nuestras relaciones, podemos notar que algo no va bien.

Uno de los puntos que dificulta una buena comunicación es la deficiencia en el proceso de escuchar consciente, empática y activamente. Cuando las personas no se sienten escuchadas, se sienten desplazadas y poco o nada importantes para el otro.

¿Sabías que la escucha tiene diversos niveles? Sí, y cada uno de ellos indica cuán atentos estamos de quien nos habla y de qué nos dice. ¡Descúbrelos! y hazte consciente para cambiar y mejorar tus relaciones de pareja, con tus hijos, en el trabajo y hasta en los negocios.

¿Atento o ausente cuando te hablan?

En mi experiencia personal y profesional son muchos los conflictos que he visto por la falta de atención plena en la comunicación. En ocasiones creemos que estamos escuchando, pero no es verdad. En otras oportunidades hacemos como que escuchamos y disimulamos hacerlo, pero también se nota.

Otras veces escuchamos sólo lo que nos interesa y desechamos el resto, hasta que empezamos a notar y a reconocer que tenemos un problema, ¿sabes por qué? Porque nuestro interlocutor, especialmente cuando se trata de afectos importantes como la pareja, los hijos, los compañeros de trabajo, los socios, los vecinos o los amigos nos lo hacen saber y tememos perder alguna de esas relaciones.

Un negocio se puede caer, un divorcio puede llegar, un conflicto puede ocurrir o una discusión se puede presentar, todo por no escuchar y por ende, no entender ni darle importancia ni sentido a lo que el otro nos dice.

En eso radican los niveles de la escucha, que nos describen dónde estamos y nos hacen reflexionar para generar otra ruta en la comunicación efectiva.

El primer nivel de la escucha es ignorar a quien nos habla. ¿Cuántas veces te has sentido ignorado cuando hablas con alguien? ¿Cómo te sientes cuando eso sucede? ¿Te agrada o te desagrada? Ahora, recuerda por un momento, las veces que has ignorado a un hijo o a un colaborador en el trabajo cuando te ha hablado. ¿Puedes recordar lo que te dijo mientras mirabas el celular o pensabas en otra cosa? En este nivel, no se generan vínculos afectivos, es imposible, ya que al ignorar al otro o lo que dice, surge un distanciamiento emocional que impide la conexión y la comunión entre las personas. Si lo piensas bien, te darás cuenta que ni siquiera intentaste darle sentido a sus palabras.

El segundo nivel es Fingir escuchar. Este no sé si es peor que el primero, pero lo cierto es que igual que el anterior, ignoras lo que el otro dice, pero de manera consciente y deliberada. Aunque pareciera que estás interesado en lo que el otro dice, la verdad es que sigues sin mostrar ningún tipo de interés en comprender o darle sentido a lo que te dicen. Tampoco haces contacto visual con la persona que te habla y tu corporalidad está totalmente desconectada del momento presente. incluso eres capaz de hacer otra cosa simultáneamente. Tu cuerpo está allí, pero tu mente en otra parte.

El tercer nivel es la Escucha Selectiva. Comienzas a dar indicios de querer escuchar, pero sólo lo que sirva a tus intereses, el resto sigues ignorándolo. Tu disposición a escuchar se eleva al mismo ritmo de tu conveniencia, por lo tanto no es una escucha genuina ni empática.

El cuarto nivel es la Escucha Atenta. Comienzas a dar un cambio. Ya eres consciente de lo importante que es sentirse escuchado, por lo que elevas tu nivel de estado de presencia, que te permite poder repetir lo que te han dicho, usando palabras claves, según el contenido de lo que te han transmitido. Despierta en ti un genuino interés por saber qué es lo que otro quiere decir, sin que medie tu conveniencia. Las palabras cobran sentido e importancia. Y decides reducir los distractores: dejando el teléfono a un lado, apagas o te apartas de la tv, de las series, de la música y de las redes sociales. Incluso, haces una pausa e interrumpes lo que estás haciendo, tomándote un tiempo para sólo escuchar.

Y el último nivel la Escucha Empática. Este es el nivel al que queremos llegar. En este nivel sí abrimos mente y corazón para comprender y darle sentido a lo que nos dicen. Soltamos la predisposición a responder o a defendernos. La empatía, la compasión, la gratitud, la comprensión, el análisis, la firmeza y el amor, en cualquiera de sus dimensiones, se hacen presentes. En este nivel se observa, escucha y siente lo que el otro nos dice. Se comprenden sus emociones e inquietudes, las cuales se buscan clarificar a través de preguntas para saber más y entender mejor

Recuerda siempre que, podrás tener la intención, pero no es suficiente. Así que decídete a mejorar tus canales de comunicación, regalándote la oportunidad de escuchar empáticamente ¡Aquí y ahora!

Yamilet Pinto

Psicóloga

@yamiletpinto

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