Opinión

¿Y si cambio? Los sueños sí se hacen realidad, en la medida que los gestiones

Tenemos que dejar de idealizar el éxito como algo mágico y asumirlo como una forma de vida en la que se aprende, se disfruta, se llora y se crece todos los días. 
sábado, 04 diciembre 2021

Quienes nos proponemos alcanzar metas, soñar con emprendimientos concretos y exitosos pasamos por desafíos que pudieran desanimarnos en el camino de su logro.

En momentos llegamos a pensar que es imposible alcanzarlos y los abandonamos creyendo que no vale la pena tanto esfuerzo, trabajo y entrega, justificando la inercia con frases como “esto no es para mí”.

Muchos hemos confundido el poder de la mente, de la fe, del optimismo y el amor por lo que hacemos, con pócimas mágicas que sólo necesitan ser invocadas para ver materializados nuestros sueños, pero resulta que el éxito y el logro es mucho que eso. Es una combinación de muchas aristas y factores que lo hacen posible.

En principio, se trata de dos vertientes. Por un lado, tenemos el enfoque interior que comprende la conexión con nuestro Ser, es decir, soñar conscientes del momento presente, de las circunstancias que vivimos, de la flexibilidad que necesitamos para adaptarnos a los cambios, de la inteligencia emocional que requerimos para transitar los posibles obstáculos, la espiritualidad suficiente para manejar los momentos de dudas y la fe inquebrantable en que todo saldrá bien, llenos de esperanza, optimismo y alegría por lo que viene.

Por el otro lado, mantener abiertas nuestra mente e inteligencia cognitiva, para definir con claridad aquello que, concretamente, queremos alcanzar, identificando los recursos disponibles y las acciones específicas que necesitamos emprender para que nos acerquemos a ese nivel de autorrealización.

De manera que, lograr y materializar sueños es una combinación de eventos internos y externos que se fusionan e integran en esa conciencia plena para comprender, aceptar y fluir con ellos. No hay fórmulas mágicas para lograr sueños, hay un camino que hemos de recorrer día a día, pulso a pulso, viviendo la experiencia tal cual es.

La conciencia del éxito

Tenemos que dejar de idealizar el éxito como algo mágico y asumirlo como una forma de vida en la que se aprende, se disfruta, se llora y se crece todos los días.

El logro se divide en pequeños triunfos, que en la medida que se reconozcan nos harán la vida más fácil y más feliz.

Es importante aprender que no se trata de un destino único, estático e inamovible, al contrario el éxito y el logro son dinámicos y están conformados por pequeños triunfos que se viven como grandes logros.

¿Te imaginas vivir la vida en total conexión con el éxito constante? Por ejemplo, despertar dando gracias por despertar a un nuevo día, respirar, estudiar y sumar un 1 % más a lo logrado el día anterior. Eso despierta una emocionalidad positiva que nos invita a diseñar un consciente y claro plan de acción.

Si bien es cierto el éxito no debe idealizarse como algo hermoso sólo cuando se logra, tampoco hemos de satanizar al miedo como si fuera el enemigo. Es necesario negociar con el miedo y comprender que su intención positiva es protegernos, aunque él crea que paralizándonos nos ayuda.

La conciencia del éxito se consolida cuando comprendemos que el miedo y el amor van de la mano, que son nuestra sombra y nuestra luz. Esas que nos muestran lo que necesitamos aprender y estamos llamados a disfrutar.

Claves para el éxito integral y permanente

Soy una convencida de que la conciencia plena nos permite comprender que el éxito y el logro son hábitos de vida que se mantienen en constante cambio. Que según nuestra capacidad de adaptación comprenderemos que cada pequeño triunfo forma parte del todo.
Si queremos lograr sueños aprendamos que:

1. Muchos traemos una cantidad de patrones que, inconscientemente, nos impiden reconocer nuestra capacidad de logro, los cuales son necesarios trabajar con un especialista.

2. Aplazar el logro es una consecuencia, no es el problema en sí mismo, el asunto está en lo que está detrás de aplazar

3. No sirve justificar nuestras pequeñas derrotas con limitaciones que no hemos sido capaz de transformar, como haber nacido en una familia disfuncional, haber sufrido un trauma o tener alguna dificultad de expresión. Esa es una circunstancia que no tiene por qué ser un problema para toda la vida.

4. Integrar el miedo, desmitificandolo y hacerlo parte de la vida, como una emoción más. Dejar de verlo como un enemigo.

5. Activar y abrir nuestra mente para transitar los inevitables cambios que llegan.

6. El éxito es la suma de muchas cosas, es un hábito permanente, que nos acompaña siempre y lo podemos experimentar en los pequeños triunfos.

7. Los logros se construyen, se buscan, se trabajan. No llegan por casualidad, son una consecuencia de la paciencia, la motivación, la dedicación, la inversión en uno mismo, la preparación, la constancia, la flexibilidad y el amor por lo que se hace.

8. El cuerpo es el instrumento que nos conduce por el camino del éxito y hay que cuidarlo y conservarlo. Nada hacemos si lo enfermamos por no cuidarnos o exponernos a riesgos innecesarios. Cuidar el cuerpo es parte del éxito.

Sueña en grande, hazlo realidad, gestiona cada parte de ti en total conexión con tu ser.

¡Serás imparable!

Yamilet Pinto

Coach de Vida

@yamiletpinto

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