Opinión

¿Y si cambio? Lograr los sueños es fruto de una fe inquebrantable con acción consciente

Pero no basta con tomar la decisión, se requiere ahora la toma de conciencia sobre las acciones a seguir.
domingo, 08 octubre 2023

Las metas pueden hacerse realidad en el tiempo. Los sueños pueden consolidarse cuando se ejecutan acciones concretas, se cultiva el espíritu y se alinea la mente con el corazón.

Y aunque esto suena muy bonito, realmente es el resultado del compromiso con lo que queremos alcanzar.

Es determinante comprender que ningún logro llegó solo con desearlo, ese es un primer paso, pero no es el único que se necesita dar, se requiere seguir caminando con paso firme, consciente de que los obstáculos forman parte del camino y retirar la piedra que te separa de tus sueños es tu responsabilidad.

Creer que se es capaz de lograr el éxito, la prosperidad o la felicidad es cuestión de tener la convicción y certeza de que es así.

Cuando se goza de esa fe inquebrantable en Dios y en lo que somos, el camino al éxito y al logro de metas se hace más ligero y fácil de transitar. Más, no significa que no haya obstáculos en el camino que impidan el logro esperado. ¿Cómo transitar ese camino de aprendizaje?

Cada obstáculo es una oportunidad

A veces pensamos que los obstáculos son sólo las dificultades externas que enfrentamos día a día: Problemas de tipo económico, laboral, académico, familiar, político o social, donde la protagonista son las circunstancias que dependen del entorno.

Sin embargo, dentro de los obstáculos también se encuentran los estados emocionales internos, representados por los pensamientos y creencias negativas, la poca gestión emocional, la inseguridad y desconfianza en sí mismo, la baja autoestima, la queja constante y la desesperanza aprendida.

Todas ellas conllevan a experiencias incómodas.

Parte de las experiencias incómodas y desagradables que se necesita aprender a transitar en conciencia plena y sin atarse a ellas son, por ejemplo, los comentarios inadecuados, las críticas destructivas, las comparaciones, las expresiones de envidia o imprudencias de otros.

No es fácil mantener la calma y serenidad ante este escenario, ya que podrían desmotivar, desanimar o avergonzar a quien las recibe. Y si bien es cierto, no causa ninguna gracia estas acciones, quedarse anclada a ellas tampoco beneficia a nadie.

Al mismo tiempo, culpar a otros de los estados emocionales propios, como la incomodidad o la vergüenza, y no reconocer que esa incomodidad podría provenir de experiencias vividas en la infancia, es también un obstáculo personal que influye en la calidad de las relaciones, cultivan el conflicto y retrasan el proceso del logro.

Igualmente, los patrones de pensamiento que implican interpretaciones, suposiciones y/o asunciones complican significativamente la gestión de cualquier proyecto de vida y por ende el logro de metas y sueños.

Se podrían incluir muchas más, sin embargo, este conjunto de distorsiones cognitivas necesita ser evaluadas para cambiar y gozar de bienestar

Sí es posible el cambio

Como puedes apreciar, los obstáculos no son sólo físicos, tangibles o palpables, como los externos.

También son de carácter interno, psicológico y uno de los principales pasos que se necesita dar para generar un cambio radical en la conducta es: Aceptar que el cambio es posible, tanto el propio como el de la otra persona.

En muchos casos existe una resistencia a creer en esa posibilidad y las personas se quedan en el mensaje inconsciente de “Loro viejo no aprende a hablar” cuando en realidad cualquier momento es bueno para procurar un cambio que ofrezca salud mental y serenidad.

Así que toca concientizar que el cambio es una decisión consciente, que depende de quien la toma, con el propósito de mejorar su calidad de vida y de quienes le rodean.

Pero no basta con tomar la decisión, se requiere ahora la toma de conciencia sobre las acciones a seguir.

Cada pensamiento implica una emoción y cada emoción deriva en una conducta, que puede ser adaptativa o desadaptativa.

Si lo que se quiere es cambiar la forma de reaccionar cuando se recibe una crítica, entonces es necesario tomar acción, incluso siguiendo lo que enseñan las sagradas escrituras: ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? las obras son necesarias para consolidar el cambio de manera que:

· Comienza a escribir, tomando en cuenta la situación. ¿En cuál contexto te critica? ¿Qué pasó antes?

· Observa tus pensamientos sin juzgar ninguno de ellos. Déjalos que se presenten tal como son, sin engancharse. Escríbelos.

· Hazte consciente de tus emociones. No intentes evadir lo que sientes, es sólo una emoción que proviene de pensamientos automáticos. Describe esa emoción.

· Enfócate en tus fortalezas, posibilidades y oportunidades. No pierdas el tiempo en rumiaciones innecesarias: ¿por qué pasó? ¿Por qué? No debí.

· Cuida lo que dices, para no ofender.

· Cultiva y entrena tu inteligencia emocional y espiritual.

· Valora cada paso que das para acercarte a esa plenitud.

· Habla de lo que sientes de manera empática.

· Fortalece tu autoestima. Recuerda que eres mucho más que una crítica, una comparación o una imprudencia.

· Sana las heridas del pasado. Es un proceso necesario para lograr la libertad emocional.

· Toma conciencia de lo que suma y de lo que no, elige aquello que te enriquece.

Porque ¡El éxito no llega de repente, se construye con fe y obra concreta!”

Yamilet Pinto

@yamiletpinto

Psicóloga

FPV-16092

yamipinto@gmail.com

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