¿Y si Cambio? Las peleas frente a los niños daña su autoestima
Muchas relaciones de pareja se caracterizan por el constante conflicto. Se acostumbran a vivir envueltas en una permanente pelea y sin darse cuenta, caen en una relación tóxica difícil de controlar o manejar y lo peor de todo es que arrastran a sus hijos a vivir en un ambiente tóxico, conflictivo y maltratador que daña su autoestima, seguridad y confianza en sí mismos, agudizando aún más el problema, convirtiendo el hogar en un círculo vicioso de peleas- reconciliaciones- peleas y maltratos que se repite una y otra vez.
La toxicidad en la relación no solo se caracteriza por las peleas, también por la desconfianza, los celos e insultos, las ironías, el sarcasmo, la infidelidad, manipulación y la dependencia emocional.
Por lo cual es importante que ambos integrantes de la relación se den la oportunidad de reflexionar y dar un alto a esta grave situación que tanto afecta a los niños, aprendiendo a manejar la frustración, la rabia, la ira, el resentimiento y buscar disminuir el nivel de maltratos a los hijos.
Los niños no son culpables
Sorprende ver cómo los padres de niños o adolescentes o quienes se encuentran en una relación de pareja, expresan tan abiertamente sus emociones frente a los hijos o los hijos de su pareja, de forma agresiva, con gritos, golpes e insultos e ignoran la presencia de los más pequeños, quienes se ponen nerviosos, lloran, se asustan y no saben qué hacer, sintiéndose terriblemente culpables de lo que pasa.
No quieren acusar a sus padres, pero temen que se agredan entre ellos o se causen heridas a sí mismos.
Si tan solo imaginaran por un momento lo que un niño vive frente a este escenario de violencia y agresividad, sintieran un poco de compasión, responsabilidad y conciencia y buscarían controlarse y evitar esta conducta frente a los más pequeños, que no son culpables de lo que ocurre, pero no lo saben.
Cuando un niño vive en un hogar donde no se respeta ni cuida su autoestima, los niños o adolescentes:
Sufren interiormente, sintiéndose emocionalmente abandonados.
Piensan que sus necesidades y emociones no son prioritarias para sus padres.
Se hacen responsables de cuidar a sus hermanitos menores y de ayudar a sus padres a que no peleen.
Se sienten confundidos y no saben qué hacer ni cómo hacerlo.
Sienten una carga mayor al tener que lidiar mentalmente con los procesos propios de su desarrollo biopsicoemocional.
Aprenden a desconfiar de los demás y se les dificulta relacionarse con otros.
Creen que la forma de relacionarse y tratar al otro con agresividad y violencia es normal y desarrollan un patrón de codependencia emocional que afectará su relación de pareja en el futuro.
Creerán que necesitarán la aprobación del otro para cualquier cosa que deseen hacer, que no son suficientes para recibir amor ni que merecen lo mejor de la vida.
Desarrollan una personalidad perfeccionista, rígida y muy crítica hacia sí mismos.
En muchos casos desearían no vivir, para acabar con el sufrimiento que les causa ver a sus padres pelear.
La verdad es que no es juego crear una personalidad insegura y desconfiada, con baja autoestima y dependientes emocionales. Finalmente, tienen la percepción de fracaso y desprecio de sus compañeros o llegar a ser dañinos, practicando bullying y generando dolor a otros como a sí mismos.
¡Paremos esta rueda de dolor, sufrimiento y maltrato a nuestros niños y adolescentes!
Respetar a los niños y adolescentes los convertirá en adultos conscientes, seguros y exitosos
Este es un tema difícil de abordar, pero muy necesario y útil. Estoy segura que los padres no quieren herir de esta manera a sus hijos, pero está ocurriendo con más frecuencia de lo que pensamos. Si estás en este grupo de padres que maltratan a sus hijos, sin querer y de manera indirecta, peleando con tu pareja frente a ellos, hablándole mal de su padre o madre, es urgente que:
Busque ayuda psicológica profesional, para sanar tu codependencia, heridas y resentimientos del pasado, aprendas a colocar límites y respetes los derechos de salud mental de tus hijos..
Superes los patrones de violencia y agresividad que traes de tu hogar. Tu pasado , no determina tu presente.
Comprendas que los niños no deben ser objeto de venganzas ni depósitos de violencia y agresividad. Si tienes algo que resolver con tu pareja, hazlo ahora sin usar a tus hijos como escudo.
Desarrolles la capacidad personal de valorarte y valorar a los más pequeños.
Concientices que si la relación ya no funciona, déjala. Es mejor una relación sana que una relación tóxica donde se hacen daño mutuo y afectan a sus hijos,
Liberes tus limitaciones emocionales y comprendas que tus heridas no son responsabilidad de tus hijos.
Comprendan que sus hijos están creciendo y de ustedes, como adultos, depende su equilibrio emocional.
Criar niños sanos es una ineludible responsabilidad de padres conscientes, ¡Sé uno de ellos!
Yamilet Pinto
Psicóloga
@yamiletpinto
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