¿Y si Cambio? La salud financiera influye en la salud mental
¿Quién ha sentido preocupación o miedo por no tener suficiente dinero para cubrir sus necesidades básicas? ¿Quién, teniendo dinero, ha sentido tiene miedo de perderlo o de no saber cómo mantenerlo? ¿Hasta qué punto estos temores son normales? ¿Se puede vivir sin esta constante preocupación?
Cuando una persona vive en este estado emocional de preocupación, es inevitable sufrir de ansiedad, insomnio, pensamientos negativos, presión en el pecho, dificultad para respirar, pánico, dificultad para tomar decisiones y una disminución en su salud mental, física y emocional.
Por lo tanto, es necesario comenzar un proceso psicoeducativo para reconocer qué nos lleva a esas situaciones y cómo poder transformarlas.
La salud financiera impacta en la salud mental
En principio, es importante comprender que entre las principales causas de estrés de las personas, está el dinero, la situación económica o la salud financiera.
En Venezuela, por ejemplo, según el estudio Psicodata, elaborado por la Universidad Católica Andrés Bello en el 2023, “los problemas económicos representan 64,5 % de la causa de estrés de los venezolanos” y según la American Psychological Association en su informe ‘Paying with our health’, “el estrés crónico producido por los retos financieros afecta al 26 % de los estadounidenses”.
Esto nos indica cómo la salud financiera impacta en la salud mental.
Mucho se habla sobre tips para mejorar las finanzas personales, pero la verdad es que este aspecto tan importante de la vida tiene muchas aristas, ya que no se trata sólo de la situación económica de los países, sino de cómo las personas se relacionan con el dinero, cómo gestionan los retos económicos del día a día y cómo se planifican para el futuro.
En este sentido, el aprendizaje juega un papel muy importante, pero:
· ¿Han aprendido las personas a relacionarse y manejar eficientemente el dinero?
· ¿Alguien les ha enseñado sobre cómo lo aprendido en el tiempo impacta en su relación con el dinero?
· ¿Alguna vez han tenido contacto con herramientas sobre planificación financiera, ahorros, estrategias de negocios o elaboración de un presupuesto personal?
· ¿Si no se tienen estos aprendizajes, de qué manera se espera que puedan manejarse en escenarios tan variantes como el que vive Venezuela o el mundo?
Lamentablemente, en la mayoría de los casos estos aprendizajes no se obtuvieron en la infancia, por lo que en la adultez es muy complejo enfrentar desafíos económicos y financieros personales de manera eficiente.
Por otro lado, la relación con el dinero implica también inteligencia emocional, cuyo nivel dependerá de lo aprendido en casa cuando, por ejemplo:
· Se tendía a esconder el dinero para que no se gastara en alcohol, juegos u otros vicios;
· Entraba dinero extra y se gastaba de inmediato en gustos, deseos o placeres;
· Para tratar de cubrir los gastos de educación, comida y vestido, se tenía que luchar, pelear o reclamar porque de otra manera el dinero no se destina a cubrir estas necesidades.
Las consecuencias de este tipo de conductas son diversas.
Por un lado, se abre un espacio para la violencia económica, un tipo de violencia doméstica, que implica la retención o robo de dinero, así como la restricción del uso de los recursos económicos.
En algunos casos, provoca dependencia económica de la pareja, quien decide quedarse en esta relación tóxica y disfuncional, por miedo a no poder sostenerse por sus propios medios.
Igualmente, podrían surgir trastornos relacionados con el dinero, tales como:
· La crometofobia, que se refiere al miedo extremo o pánico irracional a gastar dinero, por lo cual la persona evita al máximo la incomodidad que le genera cualquier gasto, incluyendo los inherentes a su salud y los relacionados con el disfrute, por lo que se inhibe de ellos.
· La crematomanía, referida a la adicción al dinero o acumulación de bienes. Estas personas perciben que no tienen dinero suficiente, aunque estén bien económicamente. Para ellos, siempre falta más y por esa razón no disfrutan del dinero que tienen por buscar más.
· Dismorfia del dinero, es la distorsión sobre la cantidad de dinero que realmente se tiene. Estas personas, toman decisiones erradas sobre la base de que tienen más dinero y no es así, cayendo en deudas y gastos que sobrepasan sus capacidades de pago.
El proceso de sanar
Para tener una mejor salud mental con respecto al dinero, es importante comprender que es un p r o c e s o, que no ocurre de un día para otro, lleva su tiempo e implica una real toma de consciencia de quiénes somos, qué hemos aprendido (sin juzgarnos) y tomar acción sobre lo que hay que hacer y si no sabemos cómo hacerlo buscar ayuda profesional.
Puedes comenzar por:
1. Fomentar tu autoconocimiento y la autocompasión.
2. Organizar y registrar los gastos del día a día, los compromisos de pago, las deudas y los ingresos. Tomar una foto del momento financiero actual.
3. Elaborar un presupuesto ajustado a tus posibilidades.
4. Establecer metas financieras alcanzables.
5. Crear una conciencia de ahorro, comenzando con la cantidad que te permita tu situación económica.
Tener una mejor relación con el dinero es posible, destrancando las barreras que impiden gozar de la salud mental y financiera que mereces, sólo necesitas tomar acción y comenzar el proceso de transformación.
Yamilet Pinto
Psicóloga
@yamiletpinto
yamipinto@gmail.com
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