¿Y si cambio? Kindfulness: Atención o conciencia amable en la búsqueda del bienestar interior
No conozco a nadie que no quiera ser tratado con amabilidad, amor, comprensión y compasión. Y me pregunto ¿aplicamos eso a nosotros mismos?
¿Somos capaces de tratarnos amable y gentilmente? En tiempos en los que el juicio, la autocrítica, las autolesiones psicológicas y físicas abundan es determinante responder estas preguntas.
¿Qué tal si nos damos un poco de espacio, tomamos un respiro, hacemos una pausa para llenarnos de nuevas fuerzas y amor propio, autocuidándonos más? Pareciera que estamos viviendo en medio de una selva llena sólo de competencias desleales, autoprotección, desamor, confusión, rabia, tristeza y llanto. Y no es así, la vida tiene mucho más. Sólo necesitamos conectar una vez más con esa fuerza interior que se llama gratitud, auto-reconocimiento, autovaloración positiva y conciencia de que somos más que pensamientos irracionales y/o conductas desadaptativas.
Necesitamos aprender a gozar más de esa conciencia amable, a la cual podemos acceder si tan sólo hiciéramos un poco de silencio mental, si escapáramos de tanto diálogo interno negativo y viéramos en nuestra intimidad el gran poder que tenemos para transformar nuestro mundo interior.
El poder transformador de la conciencia amable
¿Te imaginas una vida en familia donde podamos conversar sobre lo que nos pasa, sin miedo al juicio, al maltrato y al abandono? ¿Sabías que muchas personas, entre niños, adolescentes y adultos viven así en sus hogares, que muchos adultos también experimentan miedo a ser abandonados y por eso de manera inconsciente se quedan apegados a relaciones llenas de maltratos psicológicos y físicos? ¿Sabías que para muchas personas las redes sociales se han convertido en una forma de escapar de su realidad o que las autolesiones representan alivio? ¿Qué les parece acabar con tanto sufrimiento innecesario? ¿Se puede dirimir las diferencias de manera adaptativa y funcional? Estoy convencida que sí.
Para ello, necesitamos urgente de una dosis de paz interior, gentileza, amabilidad y mucha comprensión para con nosotros mismos y para con los demás. La vida nos lo pide, también la salud mental y física, la familia, las empresas y el país lo necesitan.
El Kindfulness, busca traer a la conciencia plena el amor incondicional y la amabilidad con propósito, fundamentos de las emociones positivas. Su traducción podría ser: “atención o conciencia amable” y sus cuatro principios aportan la vía para alcanzarla:
Amor Incondicional, para perdonarnos, perdonar y pedir perdón por no ser perfectos.
Compasión, para reconocer que estamos sufriendo y que nuestros afectos también sufren por la forma que llevamos la vida y que la empatía es clave para disminuir el dolor sin prejuicios ni condiciones.
Alegría, para gozar de los buenos momentos, de la fuerza de la esperanza, del optimismo, de la gratitud y muy especialmente del gran milagro de la vida.
Ecuanimidad, para aceptar y fluir con la vida tal cual es, en equilibrio interior. Sin evadir las emociones y reconociendo las oportunidades que ofrece cada experiencia.
Sin duda, cada uno de estos principios ayudarán a llevar una vida más plena, más llena de satisfacciones, consciente de los cambios que podamos experimentar, asumiendo la responsabilidad de nuestros resultados sin culpar a los demás, y en conciencia de que nuestros niños necesitan saber que estamos allí para ellos, para enseñarles estas virtudes conscientes para su mayor beneficio. Que, aunque los padres estén separados o tengan diferencias, pueden sentir el respeto a sus derechos y la guía para el cumplimiento de sus deberes, sin dejar de expresarles amor incondicional, más allá del ego y las competencias personales.
La conciencia amable se puede entrenar y aprender.
Cada vez que trabajamos para el despertar de la conciencia, es muy satisfactorio saber que podemos reaprender nuevos modelos y entrenar la conciencia amable para nuestro bienestar y el de quienes amamos. Lo mejor de todo es que no tenemos que irnos al Tibet para lograr el cambio que nuestro ser reclama. Con acciones sencillas, simples y cotidianas podemos practicar y cultivar la Conciencia amable o la Bondad amorosa:
· Meditando diariamente, por ejemplo, con ejercicios básicos de respiración.
· Hablando con amabilidad, no importa si hasta ahora no lo has logrado. No te quedes con el famoso “yo soy así”. Comienza hoy mismo a saludar, pedir disculpas.
· Relaciónate con amabilidad usando palabras mágicas en cada espacio en el que te encuentres y según las personas con quien te relaciones: por favor, gracias, lo siento, perdóname, te amo, te entiendo, te escucho, estoy acá para ti, hablemos.
· Haz ejercicios de gratitud todos los días.
· Suelta el pasado. No te culpes más por lo que sucedió.
· Muestra interés por el otro, sin interferir en su proceso.
· Sé compasivo y comprensivo. No juzgues a tu prójimo, recuerda que las personas están sufriendo horrores dentro de su mente.
· Actúa desde la comprensión y la compasión, con firmeza, amor y gentileza.
· Si te sientes abrumado, busca ayuda profesional.
· Concientiza que ser amable no significa ser débil, ni tonto. Es una muestra del amor y de las virtudes dentro de ti.
Kindfulness, una muestra de conciencia amable, clave para el bienestar interior y la felicidad plena, en medio de la adversidad.
Yamilet Pinto
Psicóloga
@yamiletpinto
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