¿Y si Cambio? Esperar por el ideal de vida perfecta, impide ver lo ideal que es la vida
Muchas personas sufren de ansiedad y frustración porque no logran sentirse felices y complacidos en ninguna situación, con ninguna persona y en ningún lugar.
Por lo general, se centran en aquello que les falta o que les gustaría tener, en pensamientos sobre el futuro (Cuando tenga una situación diferente, con las personas y el lugar que quiero, en las condiciones que deseo y en el momento que quiero, me sentiré realmente bien y muy feliz) o sobre el pasado (Si las cosas fueran como antes, cuando compartía con las personas que ya no están, en el lugar donde ya no estoy, en una situación que no es posible repetir, entonces yo sería muy feliz).
Este tipo de pensamientos hace que las personas se perciban incapaces de lograr el éxito integral en sus vidas, es decir en cada una de sus áreas. Se comparan con otros, crean modelos a seguir que no corresponden a su personalidad y esperan satisfacer expectativas de los demás, dejando, inconscientemente, de ser ellos mismos para ser una versión totalmente desligada de su esencia y naturaleza, llenándose de frustración, miedos, rabia y tristeza, lo cual a su vez desemboca en una visual de la vida totalmente negativa, impidiéndoles aceptar la vida tal como es, superar duelos, sanar heridas del pasado y adaptarse a las nuevas situaciones.
Este estado emocional causa un desgaste mental, físico y emocional que repercute en la salud y en el bienestar psicológico y espiritual.
La búsqueda del ideal de la vida perfecta equivale a frustración y dolor
Un día le pregunté a una persona ¿Dónde quieres estar? Ya que manifestaba no sentirse pleno y feliz donde se encontraba. Le pedí reflexionar sobre dónde realmente quería estar y porqué. Y al rato contestó “No sé dónde quiero estar”.
Entonces dije, “si no sabes dónde quieres estar ¿cómo sabes que el lugar donde estás ahora no es el lugar donde quisieras estar?
La tertulia se fue desarrollando y llegamos al punto de descubrir la respuesta: “Quisiera estar en mi ideal de vida perfecta” y cuál es ese ideal pregunté, cuya respuesta fue: “Lo que pasa es que siempre hay que sacrificar algo, como familia, amigos, tiempo o libertad. Si estoy con la familia, posiblemente pierdo la libertad que tengo donde estoy ahora, pero no estar con ellos me pega mucho, Me arrepentiría de no estar en fechas especiales, aunque ya no estoy en ellas físicamente. Extraño conversar los domingos en el desayuno. Amo sus chistes, su compañía, su chispa. Cuando estamos juntos somos nosotros mismos”.
Sin duda estaba frente a alguien que quería estar con su familia, ser independiente y vivir en la libertad que le ofrece el lugar donde está ahora, pero las tres cosas no eran compatibles, por lo menos no en su percepción.
Y, aunque podrían compartir el desayuno los domingos, hablar de todo lo que quisieran, disfrutar de la chispa de estar juntos, ser ellos mismos y celebrar las fechas especiales (aunque no físicamente), igual se sentía frustrado, ansioso y triste porque no sucedía como él creía que “debía” ser.
Este descontento terminó cuando comprendió que estaba perdiendo muchísimo tiempo y oportunidades de disfrutar de la vida que tiene, por lo que se comprometió a disfrutar de la vida sin tantas expectativas, sin tantas exigencias de cómo “deberían” ser la cosas y darle valor a las experiencias que vivía diariamente, a los encuentros que tenía con su familia y a las grandes oportunidades que cada día se abrían frente a sí. Comprendió que podría comenzar a vivir una vida mucho más plena y feliz.
Vivir a plenitud la vida como es
Liberar las expectativas distorsionadas de los “debería” lleva a gozar de bienestar físico, mental, emocional y espiritual. Los barrotes de la ansiedad que genera la búsqueda de un ideal de vida perfecta, donde no existan los problemas, los conflictos, las tensiones, ni presiones impiden la conexión con nuestro Ser Interior.
No es posible concebir una vida estática y sin cambios, porque la vida es movimiento, el cual puede ser fluido, consciente y reflejo de la madurez y crecimiento. Por ello, al tomar las riendas de la psiquis, transformar los pensamientos y sanar los sentimientos de culpa se disipa el camino de gozo, paz y bienestar interior que pasa por hacernos conscientes que:
· Los cambios son inherentes a la vida, por lo que es importante tener herramientas para gestionarlos en paz.
· Los conflictos son parte de la vida misma, por lo que se hace necesario aceptarlos y enfrentarlos con madurez, inteligencia emocional y conciencia plena del momento presente.
· Conocernos mejor nos puede conducir a cambios conscientes y funcionales.
· Vivir el momento presente ayuda a soltar el control y la presión de los “debería”.
· La adultez y la madurez tienen un precio que hay que pagar e implica asumir los cambios propios del crecimiento, fluyendo con cada experiencia de la vida y sus conflictos.
¡Soltar el ideal de vida perfecta, conecta con lo ideal que es la vida que se tiene ahora!
Yamiilet Pinto
Psicóloga
@yamiletpinto
yamipinto@gmail.com
Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/HWyKZ9dACBI9Tl0joLIRVu
También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí:https://t.me/diarioprimicia