¿Y si Cambio? En la calma se encuentran las respuestas
Vivimos en un mundo súper agitado donde las experiencias del día nos mueven entre la alegría y la tristeza, el optimismo y el pesimismo, la aceptación y la impotencia. Son estados emocionales que vivimos a lo largo de la vida.
Anhelamos paz, tranquilidad, éxito profesional, personal y académico; prosperidad en los negocios, buena salud, relaciones ideales, tanto de familia como de pareja, en fin, deseamos una vida plena y en abundancia.
Y así es como ha de ser, una vida así es la que nos merecemos, es nuestro derecho de nacimiento. ¿Es utópico soñar con una vida plena o es una oportunidad para ser mejor cada día? Depende de cómo apreciemos el sentido de la vida.
¿Luchar o fluir con la vida?
Culturalmente hemos aprendido que los éxitos y logros se alcanzan a través de una constante lucha y sacrificios. Esa esa visión nos ha convertido en personas sumergidas en un constante hacer, sin pausas ni descansos.
Algunos crecimos con frases como “barco varado no gana flete”, “si quieres éxito debes sacrificarte” y un sin número más de ellas.
Para muchos, esas frases fueron interpretadas como “no puedo parar si lograr algo” “detenerme a descansar, disfrutar o reflexionar es una pérdida de tiempo”, “si quiero lograr éxito, vender más o graduarme no puedo perder tiempo en tonterías como meditar, hacer ejercicios o descansar” y así hemos ido acumulando un estrés, que en muchos casos termina dañando nuestras relaciones, enfermándonos o frustrándonos por no lograr lo que queremos.
Estudios especializados en salud mental y emocional, como los aportes de la Psicología Positiva, cada vez se centran más en el bienestar, la felicidad y la plenitud de las personas.
En este sentido Martin Selligman, padre de la Psicología Positiva, junto los psicólogos Nancy Etcoff, Dan Gilbert y Mihály Csíkszentmihályi, definen que lo fundamental es que el ser humano pueda desarrollar fortalezas, emociones positivas y las capacidades psicológicas que lo lleven a experimentar bienestar integral.
Estas capacidades pueden ser aprendidas y ofrecen bienestar y por ende óptimos resultados laborales, personales y profesionales.
Cultivar nuestras fortalezas nos lleva inevitablemente a percibir la vida de una manera diferente, son muchos los desafíos y retos que se nos presentan todos los días ¿qué hacemos? ¿Aprendemos a fluir, a manejar nuestras emociones, a generar nuevas estrategias o morimos en el intento por salir adelante?
Necesitamos centrarnos en nuevos pensamientos, nuevas creencias, nuevas estrategias y una de las formas es sostener un estado de calma, tranquilidad y paz que permite mirar el contexto más objetivamente, racionalizar nuestras expectativas y reconocer nuestros recursos y posibilidades, es desde allí que podemos comenzar a construir un mundo nuevo para nosotros y para nuestros entornos, familiares, laborales, empresariales y sociales.
La Psicología Positiva Contemplativa, un camino para entrar y mantener la calma
Durante mucho tiempo se ha asociado la calma, el mindfulness, la paz interior y todos los conceptos que expresan bienestar emocional interior con asuntos netamente espirituales y pocas veces se le da una connotación científica, restándole credibilidad, fuerza e importancia, sin embargo, cada vez son más quienes se interesan en demostrar que no se trata sólo de aspectos que, efectivamente.
Llegan a ser más subjetivos como la espiritualidad, y se dedican a demostrar a través de estudios e investigaciones los efectos positivos de una práctica meditativa como el Mindfulness para lograr una conciencia plena del momento presente en los negocios, en la salud y en la vida misma, lo cual inevitablemente está asociado a la calma, la paz y la serenidad interior.
Ausiàs Cebolla y David Alvear, psicólogos expertos en mindfulness y psicología positiva, escribieron sobre la Psicología Positiva Contemplativa y su eficacia en diversos campos referidos al bienestar psicológico y físico de las personas, a través de la práctica del mindfulness y entendiendo que la felicidad se puede lograr trabajando las causas que la generan y entrenando determinadas habilidades psicológicas.
Una propuesta para mantener la calma y lograr resultados óptimos
Las recetas mágicas no existen. Sólo las experiencias y el conocimiento abrirán las puertas al aprendizaje y al cambio.
Para lograr calma y encontrar respuestas, podríamos:
1. Conectar más con nosotros mismos, respirando conscientemente, centrándonos en el cuerpo o contemplando la naturaleza.
2. Practicar la gratitud todos los días. A veces no nos damos cuenta de las bendiciones que tenemos, como poder respirar o caminar. Sólo cuando perdemos alguna de ellas es cuando las valoramos.
3. Mantener nuestra confianza en Dios, la práctica de la fe es un excelente aliciente para encontrar calma.
4. Confía en nosotros mismos y en nuestras capacidades, conocimientos y habilidades.
5. Preparándonos, estudiando e investigando sobre los temas que nos ayudarán a transformar nuestra vida en positivo.
6. Perdonando y soltando el pasado y las experiencias tristes de la vida. Buscando ayuda y dejarnos ayudar.
7. Ejercitándonos. El cuerpo y la mente se nutren de la actividad física.
8. Riéndonos de nosotros y de lo que nos pasa; y aprendiendo de ellas.
9. Haciéndonos conscientes de las emociones, procesándolas y transformándolas.
10. Viviendo el momento presente, eliminando expectativas y disfrutando la experiencia tal cual es.Este es un camino hacia la calma interior, donde están las respuestas a nuestras preguntas existenciales.
Yamilet Pinto
Psicoterapeuta/Life Coach
@yamiletpinto
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