Opinión

¿Y si Cambio? El diálogo trampa acaba con las relaciones efectivas, afectivas y exitosas

El silencio que en momentos podría presentarse dentro del proceso comunicativo, también está expresando algo.
Yamilet PINTO
sábado, 06 febrero 2021

Somos seres sociales, de eso no cabe la menor duda y en esa interacción con el otro la comunicación efectiva y afectiva es determinante para que podamos sentirnos parte de esa comunidad y establecer vínculos emocionales que nos interconecten, nos una y nos llene de afecto, cariño, respeto y amor.

Como seres humanos tenemos un código que llamamos comunicación, conformado por símbolos como las palabras, los gestos, el tono de nuestra voz, las miradas, el movimiento de nuestra cara en general, de las manos, brazos, piernas y pies.

Es también una forma de comunicación la manera en la hacemos contacto físicamente o como escribimos o dibujamos, es así como entendemos que exista la comunicación verbal, no verbal, escrita y gráfica.

El silencio que en momentos podría presentarse dentro del proceso comunicativo, también está expresando algo.

Todas estas formas son maneras distintas de establecer contacto e interactuar con otra persona y hacen que la relación cobre sentido y empiece a tener un significado para cada uno de los participantes del proceso comunicativo.

De la comunicación Intrapersonal se deriva la interpersonal

Ahora bien, esa comunicación tiene también diversos niveles, puede ser intra e interpersonal.

La primera se refiere a la comunicación con nosotros mismos, es nuestro diálogo interno, el cual puede ser negativo, limitante, violento o agresivo; así como positivo, enriquecedor, empoderante e inspirador.

Dependiendo de cómo dialoguemos internamente, así será nuestra comunicación interpersonal, es decir la comunicación con el resto de las personas que conforman nuestro núcleo personal, familiar, laboral, académico, profesional y social.

Es a ellos a quien va dirigido nuestro mensaje y con quienes podemos dialogar de manera respetuosa o irrespetuosamente, cariñosa o agresivamente, asertiva o violentamente.

Es de nuestra capacidad de poder comunicarnos asertivamente de donde se extrae la habilidad para tener un diálogo abierto, sincero, respetuoso y transparente con nuestra pareja, hijos, padres, colaboradores, amigos, profesores o vecinos, sobre temas complejos como el divorcio, la infidelidad, la mentira, la manipulación, el maltrato verbal, emocional o físico, el alcohol, las drogas, los planes o proyectos conjuntos, la crianza de los niños, la decisión de tener hijos o no, el aborto, el manejo del dinero, la sexualidad, la política, la religión, los negocios, la lealtad, la forma agresiva o violenta de comunicarse, la convivencia, el rendimiento académico o cualquier otro tema de difícil manejo.

La clave está en desmontar el diálogo trampa

El diálogo trampa es aquel diálogo que se caracteriza por incongruencia entre lo que se dice y lo que se hace.

Las palabras dicen una cosa y el cuerpo, inconscientemente, dice otra.

Las bases del diálogo trampa son la mentira, la manipulación y el engaño las cuales están regidas por el miedo, la baja autoestima, la falta de confianza en sí mismo, inseguridad y muy baja capacidad de tomar decisiones y hacerse responsable de las consecuencias al momento de enfrentar dificultades, se solapa o esconde en la buena intención de no querer hacer daño al otro, cuando en realidad está haciéndose daño a sí mismo y a todo su entorno.

En este tipo de diálogo, lamentablemente, las personas involucradas no están dispuestas a ceder, se cierran a opciones, no escuchan, se apegan a sus creencias y posturas e incluso la posibilidad de ceder ya les hace pensar que están “perdiendo terreno, están fracasadas o derrotadas y no se lo van a permitir”.

Desafortunadamente, el diálogo trampa es muy frecuente en las relaciones de pareja, entre socios, padres e hijos y cuando la otra parte se da cuenta, se origina un conflicto de grandes magnitudes, donde las principales emociones son la rabia, la ira y la tristeza por la frustración que genera la sensación de traición, deslealtad y engaño, lo cual termina por afectar significativamente la relación, dándola en muchos casos, por terminada y en otros con profundas heridas, difíciles de superar.

De un diálogo trampa a un diálogo consciente

Es posible salir de diálogo trampa, que trae conflictos, discusiones y peleas y entrar en un diálogo consciente que facilita el entendimiento, logra acuerdos, fortalece los vínculos afectivos y subsana las posibles heridas que pudieron generarse.

Requiere de un compromiso y de:

1. Buscar ayuda profesional urgentemente, antes de seguir profundizando heridas.

2. Pedir perdón y perdonar de manera honesta.

3. Meditar, por lo general estas conductas están asociadas a miedos y patrones aprendidos.

4. Aprender a hablar con sinceridad y dejar de mentir.

5. Ser congruentes entre lo que decimos, hacemos y sentimos.

6. Reconocer y expresar abierta y sinceramente nuestras emociones.

7. Ser asertivo en la comunicación, en contenido y forma.

8. Hablar con respeto y cuidando la forma en la que expresamos nuestras ideas u opiniones, sin lenguaje obsceno ni gritos.

Una comunicación asertiva es posible, siempre y cuando reconozcamos que nos equivocamos.

Yamilet Pinto

Psicoterapeuta/Life Coach

@yamiletpinto

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