¿Y si Cambio? Devaneos amorosos o juegos de seducción ¿Un tipo de infidelidad?
La infidelidad es uno de los temas más espinosos dentro de la relación de pareja. Ocurre con más frecuencia de la que imaginamos. Sus causas son menos discutidas que sus consecuencias, pero ambos aspectos son importantes tomarlos en cuenta cuando queremos resolver el asunto, tanto si la relación continúa como si se termina.
La tendencia, en general, ha sido centrarse en las consecuencias: el dolor, la traición, la ira, la injusticia, el resentimiento con su respectivo deseo de venganza, el daño a terceros, como a los hijos, la pérdida de confianza y hasta el divorcio. Pocas veces existe la reflexión y revisión de qué pasó o qué estaba pasando en la relación antes de que se presentara la infidelidad.
¿Sabías que muchas relaciones de pareja, concubinatos o matrimonios comenzaron después de una infidelidad que nunca se perdonó?, ¿Que nunca se sentaron a conversar o reflexionar sobre lo que esto implicaría a lo largo de la relación? Es decir, ya la relación o convivencia comenzó con un tema pendiente.
Lo importante de revisar las causas de la infidelidad es que, de manera consciente, se pueda buscar soluciones al conflicto.
No se trata de que el hombre o la mujer sea un infiel per se, es que existen situaciones, necesidades, rasgos de personalidad y/o patrones desconocidos que se temen abordar y al ignorarlos o evadirlos, crece la probabilidad de que se repita.
De manera que es importante considerar la infidelidad como un tema que puede afectar la relación de pareja y aprender afrontarlo, si queremos realmente alcanzar la felicidad y plenitud en nuestras relaciones.
No solo las causas, también conocer los tipos de infidelidad es importante
La infidelidad no llega sola, viene acompañada de: Bajo deseo sexual, poca y deficiente comunicación, baja conexión emocional, débil vínculo emocional y afectivo, excesivo control del otro, aburrimiento, pérdida del amor, desatenciones, maltratos psicológicos, físicos y emocionales y un marcado deseo de venganza.
Cada una de esas causas tiene señales inequívocas de que algo anda mal: Cambios bruscos de humor, irritabilidad, disminución de la frecuencia en los encuentros sexuales, exceso de privacidad, retrasos continuos, ausencias inexplicadas, nerviosismo al recibir llamadas o visitas inesperadas, cambios abruptos en la rutina diaria, gastos excesivos de dinero, gritos, peleas e insultos.
En ocasiones, estas señales son ignoradas por una de las partes, evitando enfrentar la situación o lo hace a través de discusiones, reproches e insultos, mientras que la otra parte, solo descalifica y niega, creando un círculo vicioso de conflicto, que requerirá orientación y psicoeducación.
Ahora bien, conocer las causas y cómo se está abordando o no el tema, es sumamente importante, tanto como las formas en las que se está ejecutando la infidelidad. Para comprender de qué forma se está siendo infiel, la pregunta que en principio de ha de responder es ¿qué es la infidelidad?
La infidelidad es una ruptura o violación del contrato establecido entre los dos miembros de la pareja, en el cual uno de los integrantes tiene algún tipo de relación con una tercera persona.
Este contrato suele ser tácito en la mayoría de los casos, ya que en general, la pareja no habla del tema abiertamente. No se dice uno al otro “No voy a serte infiel”, “La fidelidad no es negociable”, O “¿Qué haremos si alguno comete infidelidad?”, normalmente este no es un tema de conversación en la pareja, ya que se asume la fidelidad como una forma sana de convivencia.
Cuando se tiene claro qué es la infidelidad y lo que significa para cada quien, comienza entonces otra duda ¿De qué manera se es infiel? Esta es la pregunta de las 50.000 lochas, dijeran en los tiempos de mi mamá.
No sé si les ha pasado que alguna de las parejas responde a la pregunta de si es o no infiel: “No, no pasó nada. Fue solo un mensaje, un envío de fotos o videos, pero no me he acostado con esa persona”. ¿Les ha pasado?, pues, ese es también un tipo de infidelidad, porque ya existe una relación con una tercera persona, con una intención afectiva o sexual, la cual, aunque no se haya concretado, podría estar gestándose un vínculo afectivo y/o sexual.
El abordaje es conjunto
No es fácil comprender que los juegos de seducción o devaneos amorosos sean una forma de infidelidad, pero si partimos de que se está rompiendo el contrato tácito de fidelidad, comprenderemos que efectivamente lo es.
Es importante tener en cuenta que no es lo mismo un devaneo amoroso que una doble vida. Ni una infidelidad platónica que una infidelidad fija. Cada caso es distinto, como distintas son las personas inmersas en esta dinámica.
Cualquier tipo de infidelidad duele, todas ellas necesitan abordarse profesional y ético, el engañado y quien engaña requieren de acompañamiento en su proceso, tanto si lo acepta como si no, igual está en problemas y su mayor bienestar está en sus manos.
No se trata de dejarse llevar por pasiones, patrones o creencias. Muchos eligen tomar el camino de la venganza, ante lo que les recomiendo revisar y preguntarse ¿A quién afectará más?
Con el amor no se juega, ni con los sentimientos de ninguna persona. El autorespeto es fundamental en las relaciones de pareja y allí comienza la fidelidad con uno mismo y con el otro.
Yamilet Pinto
Psicóloga
@yamiletpinto
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