Opinión

¿Y si Cambio? Depresión de un familiar: De la incomprensión a la compasión

Cuando la ignorancia y el desconocimiento reinan en la familia, el proceso se agudiza y se empiezan a generar situaciones más difíciles de controlar.
sábado, 26 noviembre 2022

Cuando en la familia se vive la experiencia de un familiar con depresión, la dinámica diaria se transforma y, si no se conoce de qué se trata, el paciente sufre más, la conflictividad aumenta y las relaciones se deterioran.

La búsqueda de ayuda profesional cuando tenemos un familiar con depresión, es uno de los primeros pasos que se requiere dar para sobrellevar esta compleja situación que afecta a todo el núcleo familiar.

El desconocimiento no perdona

Cuando la ignorancia y el desconocimiento reinan en la familia, el proceso se agudiza y se empiezan a generar situaciones más difíciles de controlar. La familia no sabe qué hacer y sufre consecuencias como:

· Bajo nivel de paciencia y tolerancia frente a la conducta del deprimido, llegando al maltrato.

· Alto nivel de frustración cuando no se cumplen las expectativas de la familia.

· Impotencia ante los cambios del paciente que la familia no puede controlar, por la falta de aceptación del diagnóstico y por el tiempo que se necesita para superar la situación.

· Altos niveles de estrés por los costos inherentes al tratamiento, por los cuidados que necesita, por quien fungirá como cuidador, por la logística que comprende llevarlo a las consultas médicas y todo lo inherente al manejo médico y psicológico del paciente.

· Emociones encontradas entre la tristeza propia de la situación y la neutralidad requerida cuando se presentan las crisis.

· Altos niveles de culpa por lo que se ha hecho o dejado de hacer.

· Discusiones o conflictos por la incapacidad de manejar una comunicación asertiva frente a la difícil tarea que tiene la familia de ponerse de acuerdo en el manejo de la situación.

· Alteraciones del sueño, del apetito y de la dinámica familiar.

· Pérdida de la paz familiar por la excesiva preocupación en cuanto a lo que podría hacer el paciente en contra de sí mismo, su bienestar y su vida.

Qué hacer y decir y qué no.

Atender a un familiar con depresión pasa por diversas etapas y para que esta atención sea más efectiva, es necesario separarla en dos grandes aristas:

· Lo que se puede hacer o decir al ser amado con depresión; y

· Lo que no se ha de hacer ni decir al familiar con depresión.

Este nivel de conciencia ayuda a tener una orientación más clara y precisa sobre el plan a segur para manejar la depresión de manera efectiva, tanto para el paciente como para la familia.

Lo que sí puedes hacer:

· Aprender sobre la depresión. Busca información sobre lo que es, los principales síntomas y las causas. Esto ofrecerá orientación sobre los próximos pasos.

· Ir al especialista y asesorarse sobre cómo manejar la situación en casa.

· Mostrarse empático, buscando comprender lo que está pasando, aunque no se sepa del todo.

· Prestar atención cuando hable de acabar con su sufrimiento. No lo está haciendo para manipular. Es una señal de alerta.

· Preguntar cómo puedes apoyarle, qué necesita y cuáles son sus inquietudes o miedos.

· Escucharle con atención, incluso hasta más allá de sus palabras.

· Observar detenidamente su conducta.

· Respetar sus silencios

· Transmitir esperanzas, haciéndole saber que esto también pasará.

· Acompañarle en la aceptación del diagnóstico.

· Hacerle saber sus pequeños logros.

· Ser amable y compasivo.

Lo que puedes decir:

• Que estás allí para ella o él: “No estás sola (o) en esto. Estoy contigo”.

• Que cuando necesite hablar estas dispuesto (a) a escucharle: “Llámame o envíame un mensaje cuando necesites o quieras hablar”.

• Que puedes acompañarlo (a) al especialista o asistirlo en el tratamiento: “sí necesitas, te puedo llevar al médico o al psicólogo”. “Te puedo recordar la toma de tus medicamentos”.

• Que quizás no comprendes lo que le pasa o cómo se siente, pero quieres ayudar: “Quiero acompañarte a superar esto. ¿Pedimos una cita con el especialista?”

• Que la depresión es una enfermedad más: “Así como existe la diabetes, la hipertensión, también la depresión y puede tratarse”

• Que pedir ayuda también es bueno.

Lo que no debes decir:

Hay frases que, aunque se digan con buena intención, causan más daño. Tales como:

· “Los demás tienen problemas más que tú”

· ” Tú no eres así, anda pon de tu parte”

· “Estás así porque tú quieres, porque a no te hace falta nada”

· “No tienes motivos para estar así, lo tienes todo”

· “Ya vienes tú con tu negatividad, hablemos de otra cosa “

· “Si quisieras salir de ese hueco, lo lograrías”

· “Anímate, sal a caminar o a bailar. Ve con tus amigas (os)”

· “Lo haces solo para fastidiar y manipular”

· “Hazlo por tus hijos”

· “Lo que debes hacer es….

Lo que no debes hacer:

· Estigmatizar la enfermedad.

· Juzgarlo, criticarlo, insultarlo, humillarlo o maltratarlo. Es importante que comprendas que está enfermo y necesita ser tratado.

· Buscar un culpable.

· Imponerle u obligarle a hacer cosas que tú quieres que haga, pero que él (ella) no quiere hacer.

· Subestimar la enfermedad.

· Sobreprotegerlo y hacer por él todas sus actividades.

El conocimiento, aunado al amor, libera el camino para ir de la incomprensión familiar a la compasión y bienestar del paciente.

Yamilet Pinto

Psicologa

FPV 16.092

@yamiletpinto

yamipinto@gmail.com

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