Opinión

¿Y si Cambio? De mujer “todo terreno” a mujer conectada consigo misma

Con el tiempo, esta poderosa tracción de las 4 ruedas, doble tracción, tracción integral o tracción total, capaz de transitar terrenos rústicos y empedrados, se va agotando.
sábado, 20 julio 2024

Muchas mujeres en algún momento de la vida nos hemos sentido orgullosas de ser mujeres “4×4” o “Todo terreno”.

Mujeres que “lo pueden todo”, son ellas las que mandan, las que hacen, las que deciden, las que nunca dicen que no, ayudan a todo el mundo y muy pocas veces toma vacaciones, porque no tiene tiempo.

Estas mujeres desempeñan muchos roles al mismo tiempo, asumen grandes responsabilidades y sienten que su pareja (si la tienen) no responde a su nivel, por lo tanto, ella es quien tiene que atender todo sola.

Igual le pasa con la familia, haciéndose cargo de muchas decisiones, que en general no le corresponden, pero piensa que si ella no da las directrices, no lo harán o no sabrán hacerlo bien, acostumbrando a los demás a que ella es quien puede resolver, incluso en momentos de dificultad o problemas, le dicen: “Te llamo porque tú eres la arr….y la que siempre resuelve”.

Con el tiempo, esta poderosa tracción de las 4 ruedas, doble tracción, tracción integral o tracción total, capaz de transitar terrenos rústicos y empedrados, se va agotando, aún más si no se hace la pausa para el mantenimiento adecuado, forzando el motor por mantenerse en ese mecanismo por tiempo prolongado.

Si esto pasa con los vehículos ¿se pueden imaginar lo que pasa en la mente, cuerpo, espíritu y emociones de una mujer cuando no se detiene para encargarse de su motor de fuerza, autocuidarse y autoprotegerse, porque si para pierde?

Cansancio emocional, el precio de la “puede con todo”.

Si hay algo que a lo largo del tiempo afecta la vida de una mujer es el cansancio emocional que se origina de sobrecargas acumuladas en el tiempo. Las causas de esa sobrecarga se centran en el compromiso que asume consigo misma y con los demás, de salir adelante frente a diversas situaciones, aunque en algunas de ellas requiera ayuda, que a veces no solicita o no recibe. Esto sin duda la enfrenta a emociones como:

· Tristeza, rabia y frustración al tener que afrontar la crianza de sus hijos sola.

· Impotencia por sentir o creer que no tiene en quien apoyarse.

· Ansiedad y angustia al hacerse cargo de hermanos, por ausencia de un padre, lo cual la lleva a recargarse de la energía masculina de la proveedora y protectora de la familia, con el estrés que representa el gran reto económico que también esto implica.

· Duelo ante la pérdida de afectos, trabajo o recursos.

· Miedo y estrés al enfrentar los diversos cambios en todas sus áreas de vida como la salud, las finanzas, el trabajo, la familia, su desarrollo profesional o empresarial y su desempeño personal.

· Culpa por sentir o creer que no lo está haciendo bien o no poder resolver todos los problemas que se le presentan, especialmente en el ámbito familiar, donde ha creído que tiene que atender los problemas de los demás antes que los suyos.

· Injusticia al sentir que dan más de lo que reciben.

Todo esto conlleva además síntomas físicos y mentales que afectan directamente su rendimiento, comenzando a decaer su salud mental con episodios de ansiedad o depresión, conductas irritables, pensamientos automáticos autoexigentes, catastróficos o victimistas, alteración del sueño y de la alimentación, pérdida de sus niveles de atención, memoria, enfoque y concentración. Físicamente, siente contracción muscular en casi todo su cuerpo, especialmente en la espalda, hombros y cuello, tiene un bajón de energía, frecuentes dolores de cabeza o malestar gastrointestinal.

Espiritualmente, le corroe una sensación de vacío existencial, desorientación y pérdida de su brújula o sentido de vida.

Volver al amor

Sé que muchas mujeres quisieran sentir más paz y conexión consigo mismas, pero se sienten abrumadas y desconocen por donde comenzar. El primer paso que necesitas dar es reconocer el estado de agotamiento emocional en el que te encuentras, luego:

1. Busca ayuda psicológica profesional, para evitar un colapso emocional que afecte aún más tu salud física.

2. Aprende herramientas para colocar límites, soltar el control y sanar tus heridas del pasado.

3. Reconoce que, aunque quieras, no puedes resolver el problema a toda tu familia. Ellos también tienen capacidad de hacerlo, aunque te parezca difícil creerlo.

4. Rompe con las creencias que te hacen ver super poderosa. Tu verdadero poder está en el sentir, conectar y experimentar la sabiduría de la experiencia y de la espiritualidad, cualquiera sea la forma que lo vivas.

5. Date un tiempo y un espacio para meditar y respirar.

6. Descansa consciente y deliberadamente, es decir decídete y hazlo.

7. Haz alguna actividad que te llene y relaje. Yo amo pintar mandalas. Tú puedes tejer, coser, correr, cantar, bailar, etc.

8. Baja la intensidad de las actividades y tus niveles de exigencia, no eres perfecta.

9. Háblate con gentileza y hazlo de la misma manera con las otras personas.

10. Mantén una conexión con Dios, a través de la gratitud y de la oración.

Definitivamente, eres un ser que vino a ser feliz, a crecer y transformar creencias y aprender una mejor forma de vivir en bienestar y plenitud, ¡Te lo mereces!

Yamilet Pinto

Psicóloga

@yamiletpinto

yamipinto@gmail.com

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