Opinión

¿Y si Cambio? Cuando el miedo le teme al miedo, te liberas

En muchos casos el miedo nos lleva al límite máximo, el cual nos impulsa al logro o nos conduce a perderlo todo.
sábado, 11 enero 2025

El miedo es una emoción básica necesaria, cuya misión es protegernos. Nace de una percepción de amenaza o de peligro, real o imaginario y yo diría que, aprendida también, incluso ancestral. El miedo tiene memoria y el coraje también.

Si no logramos comprender e internalizar profundamente lo que el miedo es y para qué sirve, será muy difícil aprender a transitar las experiencias que nos trae e impedirá el despertar de consciencia que necesitamos para evolucionar.

Cuando nos creamos expectativas irracionales, no somos objetivos, nos dejamos llevar por la emoción y evadimos la razón, el miedo se apropia de nosotros, confundiéndonos y distorsionando la realidad, desviando su propósito de protección, paralizándonos e impidiéndonos encontrar soluciones, provocando rigidez mental, resistencia al cambio, ansiedad, incertidumbre y en muchos casos, parálisis.

El miedo lleva a límites insospechados que impulsan o retienen

Muchas personas se resisten a reconocer que sienten miedo, se pelean con esta emoción y buscan negarla, crean objeciones de manera inconsciente y sin querer se mantienen en el mismo lugar: “Yo quisiera hacerlo diferente, pero me da miedo fracasar”, “Yo quiero emprender un nuevo negocio, pero ¿si me va mal?”, “yo quiero una relación de pareja estable, pero no confío en nadie” Todos estos “peros” le quitan el valor, la grandeza y fortaleza al concepto inmediato y se desvanece el proceso de transformación.

En muchos casos el miedo nos lleva al límite máximo, el cual nos impulsa al logro o nos conduce a perderlo todo.

El límite máximo conlleva un despertar de consciencia que se convierte en la ignición que enciende el poder para la toma de decisión y es allí cuando el miedo le teme al miedo, porque sabe que le llegó su fin, ya no hay espacio para la duda, ni para los obstáculos ni las objeciones mentales aprendidas ancestralmente.

Se recupera la memoria del coraje y la fuerza interior que transforma, motiva, impulsa e inspira acciones concretas que permiten fluir en medio de las circunstancias que la vida presenta.

Obviamente este es un proceso que lleva su tiempo y requiere, de quien ha tomado la determinación de asumir el control de su vida, llenarse de paciencia y entender que no es posible acortar el camino de la comprensión que necesita y tampoco es posible hacerlo más fácil.

De manera que se inicia un proceso de cambio sistémico personal y familiar, consciente, fluido y compasivo que sí o sí hay que vivir.

Sistémicamente hablando, en muchos casos el miedo muestra una disposición a la “buena conciencia” de pertenecer al clan familiar.

Pareciera que quedarse anclado en la inseguridad, desconfianza y parálisis por temor, es visto como una forma de ser leal al sistema familiar, de manera que inconscientemente, se busca repetir la historia de estancamiento, pobreza, escasez, enfermedad, dominio, sumisión, opresión o toxicidad en las relaciones, sólo para pertenecer y evitar ser rechazado o excluido del sistema familiar; y aun cuando quisiéramos hacerlo diferente, sólo tenemos un modelo de referencia.

El punto es que cuando pretendemos romper el círculo, desapegarnos, y con determinación decidimos simplemente hacerlo diferente, sin juzgar y aceptando nuestro origen familiar, entonces nos convertimos en la “oveja negra” y desde la “mala conciencia” salimos del clan y abrimos caminos de prosperidad, salud, armonía y felicidad a las nuevas generaciones o impulsa un cambio drástico desde otra perspectiva con propósito de aceptación y fluidez consciente.

Recuerda no puedes acelerar el proceso ni hacer que sea más fácil. Todo a su tiempo, en su momento y tal como es. Cuando lo miras de esta manera, todo alrededor comienza a cambiar.

Cuando la consecuencia a lo que se teme es mayor, la libertad se asoma

¿Te imaginas vivir tu vida atada a una relación infeliz, llena de maltratos, dependiente emocional y económicamente? ¿Cómo sería tu vida si, por no hacerte un examen a tiempo, no logras evitar una enfermedad grave ni el adecuado tratamiento para tu total recuperación? Sería terrible ¿verdad?

Ahora, ¿Qué tal si pudieras detener a tiempo una enfermedad o lograr una recuperación total por haber decidido hacerte el estudio necesario? ¿Y si decides iniciar el negocio de tu vida, te va bien y obtienes el éxito que quieres gracias a tu enfoque, preparación, apertura y flexibilidad mental? Sería una gran satisfacción ¿cierto?

Toda conducta tiene consecuencias. Algunas te pueden conducir al logro y otras a la pérdida, ¿cuál opción decides tomar? Si tu decisión es el logro, es determinante que:

· Decidas pertenecer a tu clan familiar sin intención, simplemente aceptando tu origen y sin deseos de querer cambiarlos, cambias tu.

· Desarrolles tu flexibilidad mental.

· Amplíes tu capacidad de comprensión y procedas acorde a ese nuevo nivel.

· Tomes conciencia de la realidad ¡Aquí y ahora!

· Elijas nuevas conductas.

Definitivamente, cuando llegas al límite máximo, el miedo le teme al miedo y te liberas.

Nace una nueva consciencia, y comprendes que la transformación de las objeciones y la comprensión consciente del proceso requiere tiempo, paciencia, compromiso, esfuerzo y mucho autoconocimiento personal y familiar.

Yamilet Pinto

Psicóloga y Coach de Vida

FPV 16.092

@yamiletpinto

yamipinto@gmail.com

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