¿Y si Cambio? Construye una vida con significado y disfrútala a plenitud
Tener sentido de vida es darle significado a lo que hacemos, pensamos y decimos. Con nuestras actitudes y nuestros valores vamos construyendo el camino que deseamos recorrer.
Sin embargo, son muchas las veces que avanzamos en la vida sin que sepamos por qué y para qué hacemos lo que hacemos y eso hace que surja un vacío inexplicable y nos hacemos las preguntas existenciales que nos hacen despertar: ¿Quién soy? ¿Para qué estoy en este planeta? ¿A qué vine?
Plantearse y tratar de responder estas preguntas no es tarea fácil. Podríamos pasarnos la vida entera buscando respuestas y no llegar a ellas.
Nuestro compromiso es reconocer que el sólo hecho de planteárnoslas ya es un indicativo de querer darle un sentido y significado a nuestra vida. Y lo lograremos en la medida que nos dispongamos y actuemos en pro del cambio y de la transformación personal.
Dice Viktor Frank, neurólogo y psiquiatra austriaco autor del libro El hombre en busca de sentido y creador del método psicoterapéutico Logoterapia, orientada a descubrir el sentido de la vida: “Toda persona tiene una vocación o misión específica en la vida. Toda persona debe llevar un designio concreto en su cumplimiento. Por ello es irremplazable, y su vida, irrepetible. De este modo, la tarea de cada persona es única, así como la oportunidad específica de realizarla”.
Estas líneas nos recuerdan que nuestra existencia sí tiene una razón de ser, la cual está más allá de planteamientos individualistas, egoístas o personalistas, responde más bien a satisfacer necesidades transpersonales como el conocimiento y la contribución, el amor y el servicio, los cuales, independientemente de donde nos encontremos y de las circunstancias que nos rodean, necesitamos, deseamos y requerimos cumplir.
Buscar dentro y no fuera
Nada de lo que nos ocurre o sucede a nuestro alrededor es por azar o casualidad. Todo lleva implícito una lección, un aprendizaje que nos ayudará a descubrir el para qué. Ése que nos va conducir al autoconocimiento y autoconciencia de nuestro propósito, quizá hasta ahora desconocido.
En algunos casos, las experiencias vividas podrían ser dolorosas, impactantes e incomprensibles y nos pueden enfrentar a nuestro lado más oscuro, despertando sensaciones y emociones intensas como: La rabia, la ira, la impotencia, la tristeza, el dolor y el miedo. Y en ocasiones, podríamos sentir odio e inmensos deseos de venganza. Este es un momento de quiebre, oscuro y sombrío; y también es un momento para encontrarnos con nuestra luz interior.
Hacer contacto con nuestra esencia, sabiduría e identidad interna, requiere conectarnos con la fuerza inquebrantable del espíritu, esa contención determinante que nos conduce a ver la luz al final del túnel, en la que nos apoyaremos para sostenernos en momentos en los que la vida nos muestre menos razones para seguir.
Esa fuerza y fortaleza espiritual habita en nuestro interior, no sigamos buscándola afuera porque no la hallaremos.
Al encontrarla, sentirla y reconocerla saldremos de las apatía e indiferencia que a veces tenemos frente a la vida y encontraremos razones para seguir en aquello que siempre ha tenido y tendrá valor para nosotros: La fe, el amor, la contemplación de las cosas más sencillas de la vida, lo que amamos hacer, los dones que tenemos (a veces desconocidos o no reconocidos) y nuestros afectos más importantes. No importa si en este momento no sabes cómo experimentar esto, cuando encuentras las verdaderas razones de vida, encuentras la forma de cómo hacerlo.
Luz que ofrece claridad: Conocer y vivir a plenitud en Misión de Vida
Encontrar la luz que ilumina nuestra vida, no significa neutralizar o negar la oscuridad. Es poder identificar y reconocer la misión o propósito que tenemos y a la que hace referencia Frankl, que nos lleva a identificar y vivir, comprendiendo que el verdadero significado de nuestra luz interior y de nuestro propósito mayor es si que cada una de esas experiencias está al servicio de la transformación personal y espiritual. Llegamos a esta comprensión;
1. Desarrollando un profundo y simple proceso de autoconocimiento, el cual puede comenzar autobservándonos, aceptándonos tal y como somos, reconociendo nuestras creencias limitantes y sobre todo aceptando y reconociendo la fuerza interior del amor.
2. Eligiendo el amor incondicional como la meta más alta.
3. Reconociendo que el amor se encuentra en nosotros y que aflora en la simplicidad de la vida, la naturaleza, la contemplación de nuestros más profundos afectos
4. Aceptando nuestros dones y dándole rienda suelta a nuestras habilidades.
5. Descubriendo nuestra misión y propósito de vida.
6. Colocando al servicio de la humanidad todo lo que nos ha sido dado por bendición Divina.
7. Viviendo conectado con nuestros valores fundamentales de vida.
8. Sintiendo y experimentando como real nuestra visión de vida.
9. Elaborando un plan que determine el sentido al servicio de la humanidad, bajo la guía y conducción de Dios.
Cierro con estas palabras: “…llegué a comprender que lo primordial es estar siempre dirigido o apuntado hacia algo o alguien distinto de uno mismo: hacia un sentido que cumplir u otro ser humano que encontrar, una causa a la cual servir o a una persona a la cual amar”
Yamilet Pinto
Psicóloga
@yamiletpinto
yamipinto@gmail.com
Ten la información al instante en tu celular. Únete al canal de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://whatsapp.com/channel/0029VagwIcc4o7qP30kE1D0J
También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí: https://t.me/diarioprimicia