¿Y si Cambio? Conoce los hábitos que fortalecen la felicidad en una relación de pareja
Cuando iniciamos una relación de pareja, lo hacemos con la idea de tener una vida plena de amor, logros y realizaciones conjuntas, pero en la mayoría de los casos no sabemos cómo lograrlo..
En principio, es determinante entender que, según los estudios sobre la felicidad, realizados por Martín Seligman, uno de los principales investigadores de la Psicología Positiva, la Felicidad Total es un estado de bienestar que está compuesto por tres elementos: un Rango fijo de Felicidad, un rango que le corresponde a las Circunstancias y un tercer rango que pertenece a la Voluntad.
El Rango fijo e inamovible, es aquel con el cual nacemos y en donde no podemos intervenir. Corresponde a nuestra genética y representa un 50 % de la felicidad total.
Las circunstancias corresponden a los eventos de los que no podemos controlar su ocurrencia. Su incidencia en la Felicidad Total es de un 10 %, el cual parece poco, pero influye de alguna manera en el estado de bienestar integral, por lo cual es importante validar y fortalecer los recursos internos con los que se cuenta para hacerle frente de manera eficaz a estas situaciones externas, como por ejemplo la pandemia covid-19, la situación económica del país o la forma en la que los demás se relacionan con nosotros.
La voluntad, es inherente a la capacidad para decidir con libertad lo que se desea y lo que no. Este factor impacta en un 40 % en la felicidad total y como se puede notar está relacionado con el poder de decisión sobre la manera de percibir la vida, la forma de relacionarse con ella y sus cambios, los patrones de comportamiento, el nivel de inteligencia espiritual, emocional y la resiliencia para enfrentar los desafíos y retos de la vida.
La fórmula de la felicidad y la relación de pareja
Si se logra entender cómo influye cada elemento que conforma la Felicidad Total, entonces se puede alcanzar una conciencia más clara de cómo lograrla de manera natural, fluida y relajada.
La pareja puede decidir conscientemente, los cambios que necesita hacer para enfrentar las circunstancias de manera asertiva y desarrollar una voluntad tan fuerte que le permita sostenerse ante las crisis que vive toda relación.
Podrán cultivar su relación con elementos valiosos e importantes para ellos, con sentido de bienestar mutuo y compartido, sin recetas prefijadas, lo cual implica deshacerse de viejos hábitos y comenzar de nuevo la aventura de ser felices.
Igualmente pueden darse cuenta cuando alguno de los dos toma actitudes y comportamientos que no aportan al desarrollo positivo de la relación, por enfocarse, por ejemplo, solo en las circunstancias adversas, quejándose y considerándolas como experiencias negativas, en lugar de percibirlas como oportunidades de aprendizaje, lo cual afectara negativamente su actitud, comportamiento y toma de decisiones que redundará de manera importante en la comunicación e interacción entre ellos, dificultando el proyecto de felicidad que desean lograr.
Cultivando la conciencia de felicidad en la pareja
Con el objetivo en la mente, la pareja pasa a la fase de diseñar su propio proyecto de felicidad, planteándose diversas maneras de cómo lograrla; y aunque saben que no existen recetas mágicas, sí pueden acceder a lo que la ciencia ha descubierto que hacen las parejas felices cuando han trabajado de manera consciente, responsable y decidida:
1. Se expresan amor y afecto públicamente, con manifestaciones de cariño, ternura y pasión, tanto en palabras como en acciones, en público y en privado. No les avergüenza tomarse de la mano, darse un beso, abrazarse o decirse que se aman frente a otros.
2. Cultivan la confianza mutua, como pilar del amor, la intimidad y la pasión.
3. Se comunican de manera asertiva sobre diversos temas, tanto si coinciden en ellos como si no, respetando sus puntos de vista, escuchándose activamente, sin interrupciones, ni suposiciones, ni haciendo juicios de valor sobre el otro.
4. Por encima de todas las cosas, evitan gritarse, ofenderse e insultarse.
5. Comparten un proyecto común y se comprometen a lograrlo.
6. Disfrutan de ratos juntos, divirtiéndose al compartir gustos, hobbies, salidas, deportes, bailes, aventuras y todo lo que les acerque más.
7. Se ríen con el otro, no del otro, explotando su buen sentido del humor.
8. Se perdonan luego de las desavenencias, dándose un espacio para la comprensión, reflexión y aceptación genuina de los errores.
9. Manejan y superan, con inteligencia emocional y espiritual situaciones adversas, como las relacionadas con el dinero, la salud, la familia extendida, las creencias religiosas, etc.
10. Se admiran y consienten, cuidando los detalles.
11. Se permiten un espacio propio, en el cual comparten con amigos, van al gym, participan en competencias o eventos deportivos o recreativos con terceras personas.
12. Cuando es necesario, respetuosamente, conversan sobre los hábitos incómodos, desde el ronquido hasta el consumo abusivo de alcohol, las adicciones o el exceso de trabajo, para transformarlos y hacer la convivencia más saludable y placentera.
Así las parejas van cultivando, uno a uno, hábitos que les hacen felices.
@Yamilet Pinto
Psicóloga
Especialista en Terapia de Pareja
Coach de vida
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