¿Y si cambio? Conoce las etapas de la adolescencia y fortalece la relación con ellos

Pasar por la fase de la adolescencia no es nada fácil, ni para los adolescentes ni para sus padres.

Es una etapa llena de intensos y rápidos cambios físicos, emocionales, mentales y sociales, los cuales representan desafíos para la familia, así como oportunidades de crecimiento y desarrollo personal que podrían aprovecharse si se cuenta con un efectivo proceso psicoeducativo, considerando que el objetivo final de esta etapa es preparar al individuo para encontrar su identidad, integridad moral e independencia económica, psicológica, mental, emocional y física, por lo que es determinante cuidar cada detalle del proceso.

Carácter y emocionalidad del adolescente, según la etapa en la que se encuentre

La adolescencia es un periodo de transición donde el ser humano alcanza la madurez biológica y sexual, más no ha alcanzado la madurez cognitiva y emocional, por lo que, en muchos casos, tanto a padres como adolescentes, se les dificulta procesar los cambios y comprender lo que le está pasando.

De allí que las quejas más frecuentes sean por las conductas emocionales del adolescente como, por ejemplo, que sus hijos han cambiado, que no son cariñosos como antes ni les gusta recibir cariño, que no hablan y solo quieren estar encerrados o compartiendo con sus amigos, a quienes, por cierto, en ocasiones los padres rechazan.

Es importante comprender que, al comenzar los cambios propios de la adolescencia, el adolescente atraviesa un limbo, donde ni es adulto ni es niño, pero tiene que enfrentar retos y expectativas de ambas fases.

Igualmente se necesita tener claro que según la etapa de la adolescencia en la que se encuentre, el adolescente experimentará transformaciones en el carácter y en su emocionalidad, por ejemplo:

· En la etapa temprana, entre los 10 y 13 años, lo que más le preocupa es lo físico y lo emocional.

· En la etapa media, entre los 14 y 16 años, experimenta una afirmación personal y social. Y

· En la etapa tardía, a partir de los 17 años, se preocupa principalmente por lo social.

Cada una de estas etapas ha de vivirse en su justo momento, ya que la aparición temprana o tardía puede afectar la adaptación del adolescente.

Por un lado, la madurez temprana, representa ventajas en lo deportivo, lo social, lo intelectual y en su autoestima. Pero al mismo tiempo aumenta el riesgo de experimentar conductas problemáticas o delictivas.

Caso contrario sucede en las chicas, quienes suelen bajar su autoestima y sentirse más vulnerables psicológica y emocionalmente. Experimentan mayor popularidad entre los chicos mayores, lo cual incentiva el inicio de relaciones sexuales a temprana edad.

Por otro lado, la madurez tardía, en los chicos puede representar una desventaja, ya que experimentan baja autoestima; y en las chicas, aunque eventualmente son ignoradas por sus pares, no llegan a sufrir efectos negativos duraderos y podrían llegar a beneficiarse.

La maduración sexual, algo de lo que se debe hablar

Si hay algo que causa terror en los padres es la maduración sexual del adolescente, sin embargo, este es un proceso natural donde se dan importantes cambios en las gónadas, esas glándulas genitales, masculinas o femeninas (ovarios y testículos), que se encargan de elaborar las células reproductoras en el ser humano y los caracteres sexuales secundarios.

Se producen en la adolescencia temprana y transforman un cuerpo infantil en uno adulto, con capacidad de procrear. Lo cual podrías ser la causa de tanto temor y angustia.

En los varones, la madurez sexual comienza entre los nueve años y medio y los trece años y medio.

Se caracteriza por el crecimiento testicular, se produce la testosterona, que a su vez estimula la aparición de los caracteres sexuales secundarios, como el vello púbico, axilar, facial y corporal, el crecimiento laríngeo, lo cual implica el cambio de la voz y se inicia la secreción de glándulas sebáceas, que en muchos casos causa el acné que tanto incomoda a los adolescentes e influye en su estado emocional y autoestima.

Se desarrollan también los testículos, el pene, el escroto, próstata y vesículas seminales. Se inicia la emisión de espermatozoides

En las hembras, la madurez sexual se caracteriza principalmente por la aparición de los caracteres sexuales secundarios: desarrollo mamario, aparición del vello púbico y axilar; cambio del tono de la voz e inicio de la secreción de glándulas sebáceas; cambios en el aparato genital y aparición de la menarquia.

Su inicio se estima entre los nueve y los trece años y medio de edad. Se desarrollan y crece el útero, los ovarios, trompas de Falopio, vagina y vulva, el aumento del clítoris y del orificio del himen. La aparición de la menarquia es el marcador más claro del desarrollo sexual femenino y es irregular durante los dos primeros años de su aparición, generando frecuente anovulación, por falta de maduración del óvulo.

Los caracteres sexuales secundarios descritos marcan la feminidad o la masculinidad y son los signos visibles de la madurez sexual.

Mientras más conozcamos el proceso de cambio que experimenta cada adolescente, más capacidad tendremos de comprenderlo, escucharlo y guiarlo,

Yamilet Pinto

@yamiletpinto

Psicóloga

FPV-16092

yamipinto@gmail.com

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