¿Y si cambio? Aceptación, clave del bienestar interior

“A lo que te resistes, persiste”, decía Carl Jung. Resistirse a lo que es, genera sufrimiento, frustración, rabia, mal humor y dolor. Mientras que aceptar a las personas, los cambios y las circunstancias, genera tranquilidad, sosiego, alivio y bienestar. Se abren posibilidades para tener mejores relaciones interpersonales y lograr mejor salud mental, emocional, física y espiritual.

¿Quién no se ha sentido rechazado, cuestionado, criticado y juzgado por no ser o actuar como los demás esperan?

¿Quién no se ha sentido frustrado porque la realidad choca con las expectativas?

Y quizás esa sea una de las causas de la resistencia a la aceptación: Las expectativas propias o las de otros.

¿Te has preguntado alguna vez, cómo sería la vida si ésta fluyera entre las olas de los cambios, las personas y las circunstancias?

Diversos recursos, diversas opciones para aprender la aceptación

¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? ¿Por qué No? Era el título de un libro que leí hace mucho tiempo, del autor Eusebio Gómez Navarro y al escribir este artículo lo recordé inmediatamente. Tratar de responder las dos primeras preguntas, implica entrar en una dimensión desconocida y en un espiral de emociones contrarias a la paz, la serenidad y la calma.

Recuerdo que cuando tuve un accidente en el año 2018, me las hice y mientras estuve sumergida en ese espiral de dolor, confusión y rabia, mi frustración iba en aumento y no me permitía encontrar la sabiduría escondida en el ¿por qué No?

¿Por qué No?, llegó a ser un golpe bajo al ego. Ese que se cree que se las sabe todas más una, que quiere controlar el entorno, las circunstancias y a las personas. Que quiere mostrar cuánto sabe, aunque no sepa nada. Que se crea expectativas para impresionar y no nota que su vida ya es, tal como es y cómo ha de ser.

La aceptación es el acto mágico de la acción, de la búsqueda de soluciones que impulsa e inspira a continuar avanzando, fluyendo con lo que hay, con lo que tenemos y con lo que somos. Es el acto de soltar el control y soltar el deseo de tener la razón.

Cuando no aceptas la vida y sus matices tal cual son, entras en lucha, conflictos internos y externos, reina la inconformidad, aumentan las quejas, los juicios y las críticas.

Los hijos son los primeros que viven el peso de la no aceptación cuando son comparados con cuánto primo o prima exista en la faz de la tierra, o con otros hermanos o incluso con los hijos de la vecina. Esa no aceptación de la realidad en las relaciones padres e hijos, genera los mayores conflictos entre estos vínculos tan importantes.

Otro recurso de aprendizaje que tenemos es el libro Amar los que es, de la autora Byron Katie. En sus páginas propone hacer cuatro poderosas preguntas para introducirnos al poder de la aceptación.

Pongamos como ejemplo que una madre desea en su interior más profundo que su hija (o) sea como su hermano (a) mayor, pero no se lo dice, se cuida de ello, “para no herirlo (a). Pero, ¿creerían ustedes que esa falta de aceptación no saldrá a flote? Efectivamente sale sutilmente, a través de frases como­: Tu hermana a tu edad… yo veo al vecino que sus hijos le trae cosas… es que la vecina es más…

Byron Katie, explora el subconsciente y pregunta:

¿Es eso verdad?
¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad?
Cuando piensas que eso es verdad ¿cómo te comportas, qué dices, qué sientes, qué haces?
¿Quién serías tú sin esa historia?
Cuando llegas a esa cuarta pregunta, entras en la energía del ¿Por qué no?. Se inicia un proceso exploratorio que conduce a la serenidad, te libera del juicio, marca un después, un camino nuevo a explorar. Te das cuenta que las historias están en los recuerdos, en los pensamientos, pero no están en el aquí y en el ahora.

La plenitud y la felicidad no están carentes de dificultades

Es necesario dar un vuelco al paradigma de que la plenitud y felicidad es la ausencia de dolor y circunstancias difíciles. La vida es la vida y es como es. Tiene momentos felices y momentos no tan felices, y la diferencia radica en la resistencia a vivir el momento presente. Cuando recuperamos esa conexión con nuestra sabiduría interna, confiamos en lo que es y la experiencia cambia: La aceptación se convierte en compasión por nosotros mismos y por los demás:

· Ocurre el milagro del No Juicio y dejamos de atacarnos, culparnos y castigarnos por lo que consideramos «fracasos», «debilidades», «vulnerabilidad» e «insuficiencias».

· Conectamos con nuestra esencia divina y nos dejamos ser como somos, con todas luces y sombras, sin cuestionar nuestra verdadera identidad.

· Vivimos una experiencia de sanación completa de bienestar y plenitud consciente, ¡aquí y ahora!

· Comienza a mejorar los estados emocionales, los dolores musculares y la salud mental.

· Hacer conciencia de que lo que pasó ya pasó y darnos una nueva oportunidad de vida. Diciendo sí a la dejando ir todos esos pensamientos y sentimientos dañinos a los que te te hayas quedado pegado.

Yamilet Pinto

Psicóloga

@yamiletpinto

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