Qué pasa si consumes semillas de sésamo a diario

El uso de las semillas no es demasiado habitual en la cocina típica. Para muchas personas descubrir los muchos beneficios que este tipo de alimentos tienen para la salud no será una sorpresa, pero para muchos otros puede cambiar su forma de verlos, pasando de ser meros complementos con los que dar color y textura a convertirlos en un elemento indispensable por sí mismos.

En general, son fuente de fibra y de grasas saludables, ricas en vitaminas, minerales, proteínas y antioxidantes y ayudan a proteger el corazón, pero además, cada una tiene sus propios beneficios que nos invitan a incorporarlo a nuestras recetas.

Esto es lo que sucede con las semillas de sésamo, cada vez más habituales en la cocina, por el sabor que aportan a nuestras recetas, pero también porque pueden ayudarnos a cuidar nuestra salud.

Una vez que conocemos todos los beneficios que pueden tener las semillas de sésamo para nuestra salud, es raro que no las añadamos a cada comida, pero ¿qué pasa si las tomo a diario?

Propiedades de las semillas de sésamo

El sésamo o ajonjolí se emplea en la cocina desde hace mucho tiempo, a pesar de que para muchas personas sean solo las semillas que adornan la parte superior del pan que se emplea habitualmente para hacer hamburguesas.

Hay sésamo de tres tipos y el más empleado en la cocina es el sésamo blanco, que es rico en calcio, también es cada vez más frecuente emplear el sésamo negro, que si bien se usa en la cocina, se emplea más en medicina como aceite; el tercero de los tipos es el sésamo rojo, que tienen una cáscara que se muele junto a la semilla.

Entre los nutrientes de las semillas de sésamo destaca su alto contenido en ácidos grasos saludables, también incluye vitaminas del grupo B, selenio, zinc y otros minerales esenciales. Además, el sésamo tiene algunas propiedades que conviene conocer si queremos saber los beneficios que puede aportarnos su consumo. Por ejemplo, es rico en antioxidantes, lo que protege del envejecimiento prematuro y ayuda a mantener la piel sana.

Sus ácidos grasos son buenos para el sistema cardiovascular, cuidando de las arterias, también es una semilla rica en calcio, ayudando a reforzar los huesos y contribuyendo a proteger frente a enfermedades como la osteoporosis.

Gracias a su fibra favorece la salud intestinal, previniendo el estreñimiento, y sus minerales refuerzan el sistema inmune. También aporta energía, que actúa sobre el sistema nervioso y contribuye a paliar la ansiedad.

En general, el consumo de semillas de sésamo es seguro, salvo en los casos de alergias, tanto a estas semillas como a los frutos secos, cuando podría provocar reacciones. Siempre se recomienda un consumo moderado y en el marco de una dieta variada y equilibrada, porque un exceso no es recomendable, sobre todo en caso de enfermedades intestinales, problemas de tiroides o en aquellas personas que toman medicamentos anticoagulantes.

Cómo consumir las semillas de sésamo

Lo más habitual es añadirlas directamente en nuestros platos, ya sea pasta, carne o pescado.

Se puede incorporar en la vinagreta de las ensaladas y también añadir en nuestros boles de yogur, así como en las recetas dulces, como galletas o bollos, sobre las que se pone aportando un toque especia. También pueden triturarse hasta que se hagan polvo y añadirlo de base para elaborar alguna salsa o crema.

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