Propiedades digestivas de la lechosa

Esta fruta proveniente de Centroamérica tiene muchos beneficios para nuestra salud al aportar una gran cantidad de vitaminas y minerales.

Entre los componentes de la papaya podemos destacar:

Vitaminas del complejo B (sobre todo B1, B2 y B3), que regulan los sistemas nervioso y digestivo.

Niacina, que tiene la capacidad de proteger la piel, según afirma este estudio realizado por la Hautklinik am Klinikum der Stadt Karlsruhe.

Vitaminas A y C. Esta última presenta interesantes propiedades antioxidantes como afirma la revista “Mini-Reviews in Medicinal Chemistry”.

Minerales como el calcio, fósforo, hierro, magnesio, potasio y sodio.

Algunas de las propiedades que se le atribuyen a esta fruta para nuestra salud son:

Presenta propiedades antiinflamatorias según la revista “Journal of immunotoxicology”.

Podría ayudar a eliminar los parásitos intestinales. Así lo afirma este estudio realizado en ratas por la Universidade Federal de Goiás (Brasil).

Existen otros beneficios que se le atribuyen al consumo de lechosa, aunque no están respaldados por artículos científicos concluyentes:

Ayuda a digerir carnes rojas, comidas pesadas o muy grasosas.

Regula el sistema nervioso.

Combate el estreñimiento crónico.

Refuerza el sistema inmune.

Reduce los síntomas de la gastroenteritis, el colon irritable y la colitis.

Sistema digestivo

Las propiedades de la lechosa beneficiosas para el sistema digestivo se deben a la papaína, el nutriente más importante de esta fruta caribeña. Su principio activo tiene la capacidad de mejorar la digestión y los procesos intestinales, según afirma este estudio realizado por el Harcourt Butler Technological Institute (Reino Unido).

Debido a que en la actualidad consumimos comida que no es demasiado buena para nuestra salud y llevamos hábitos no del todo saludables, comer una rica lechosa puede mejorar notablemente nuestra vida.

La mala alimentación no solo repercute en el estómago, sino también en el resto del organismo. Si nuestro sistema digestivo no está equilibrado es posible que experimentemos alguno de estos síntomas:

Dolor abdominal

Mal aliento

Acidez estomacal

Flatulencias

Vientre abultado

Estreñimiento

Diverticulitis

Parásitos intestinales

Eructos repetitivos

En estos casos, es recomendable consultar primer con nuestro médico.

Una buena manera de consumir la lechosa es como postre saludable tras las comidas. Algunas personas prefieren disfrutar su frescura y sabor en el desayuno y están los que optan por degustarla a media mañana en vez de una taza de café o unas galletas.

Así, esta riquísima fruta se puede comer en cualquier momento del día sin ningún problema. Para evitar aburrirte también puedes preparar licuados o zumos junto con naranjas, melocotones o manzanas.

Desintoxicante

Ya que el cuerpo es un todo y cada acción o hábito repercute en el conjunto, al consumir lechosa le estarás dando a tu organismo un buen antioxidante para eliminar los residuos que se acumulan en los intestinos.

También ayudarás a que el hígado se limpie y pueda trabajar mejor. Expulsarás toxinas y reducirás los efectos negativos de los radicales libres que causan envejecimiento prematuro de las células.

Esta investigación realizada por la Universidad de Queensland (Australia) indica la posible capacidad de la lechosa para evitar o reducir el riesgo de padecer cáncer de colon o de estómago. Sin embargo este estudio no está basado en ensayos clínicos por lo que no presenta un alto grado de evidencia. Es necesario realizar más investigaciones en humanos para conocer los posibles efectos de la lechosa sobre esta patología.

Corazón

Más allá de las propiedades de la lechosa para el sistema digestivo, vale la pena destacar sus beneficios para el corazón. La lechosa es una aliada indiscutible para prevenir la inflamación y proteger el sistema inmunológico, según afirma este estudio realizado por la ya mencionada Universidad de Queensland. A pesar de todo siguen haciendo falta ensayos clínicos que confirmen estas propiedades para otorgarle un grado de evidencia alto.

Sus bondades cardiovasculares se podrían deber a la presencia de las vitaminas A, C y E (antioxidantes), que evitan que la grasa se acumule en las paredes de las arterias.

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