Los mejores tés para dejar de toser

Las infusiones para la tos, como las de eucalipto, canela y tomillo ayudan a fluidificar las secreciones, lo que facilita la expulsión de flemas, combate los microorganismos responsables de las alteraciones respiratorias y mejora la tos, pudiendo ser una buena opción casera para mejorar este síntoma.

Además, se recomienda aumentar el consumo de agua para diluir las secreciones y facilitar su salida, así como para calmar la garganta y aliviar la tos. Para conseguirlo, es importante adoptar otras medidas, como evitar corrientes de aire y caminar descalzo durante el tratamiento de la tos.

Es importante que ante la aparición o empeoramiento de los síntomas que acompañan a la tos, como fiebre o dificultad para respirar, se consulte a un médico para que pueda evaluar los síntomas e iniciar el tratamiento.

1. Té de canela, clavo y limón

La canela y el clavo tienen propiedades bactericidas y ayudan a eliminar los microorganismos responsables de la tos. El limón y la miel contienen propiedades expectorantes, ayudando a fortalecer el sistema inmunológico debido a la presencia de vitamina C en su composición.

Esta receta de té de canela con clavo y limón también tiene propiedades calmantes, ayudando a reducir la tos, y se puede preparar fácilmente de la siguiente manera:

Ingredientes

• 1 rama de canela.
• 3 dientes.
• 1 rodaja de limón.
• 1/2 litro de agua.
• 1 cucharada de miel.

Método de preparación

Coloca todos los ingredientes en una tetera y déjalo hervir durante 5 minutos. Espera a que se enfríe, cuela, endulza con 1 cucharada de miel y bebe 2 tazas de este té al día.

Este remedio casero está contraindicado para bebés menores de 1 año, ya que aún no pueden consumir miel. En este caso, puedes utilizar la misma receta, pero sin añadir miel.

Además, en el caso de personas alérgicas a la miel, al propóleo o al polen, no se debe añadir este ingrediente a la receta, para evitar reacciones alérgicas graves.

2. Té de eucalipto

El té de eucalipto se puede utilizar en caso de cambios en el sistema respiratorio, ya que tiene propiedades que inhiben el desarrollo de los microorganismos responsables de estos cambios, ayuda a diluir la mucosidad, es expectorante y antiinflamatorio, además de ayudar a aliviar la tos. .

Ingredientes

• 1 cucharada de hojas de eucalipto.
• 1 litro de agua hirviendo.

Método de preparación

Coloca 1 cucharada de eucalipto en 1 litro de agua previamente hervida y deja reposar por 10 minutos aproximadamente. Luego cuela y bebe 3 tazas de este té al día.

El té de eucalipto debe ser evitado por mujeres embarazadas, durante la lactancia y por niños menores de 2 años. Además, debe ser evitado por personas con hipertensión y que estén en tratamiento con antiepilépticos y sedantes, ya que el eucalipto puede interferir con la eficacia de estos medicamentos.

3. Té de tomillo

El tomillo tiene propiedades capaces de combatir las bacterias, fluidificar y ayudar a expulsar las secreciones, por lo que es una buena opción para tratar trastornos respiratorios, como la bronquitis y la tos, ya que ayuda a relajar los músculos de las vías respiratorias, aliviando este síntoma.

Ingredientes

• 1 cucharada de tomillo.
• 1 litro de agua hirviendo.

Método de preparación

Coloca una cucharada de tomillo en 1 litro de agua previamente hervida y déjalo reposar por 10 minutos aproximadamente. Luego cuela y bebe hasta 3 veces al día.

Si estás embarazada o amamantando es importante consultar a tu médico, ya que si bien no está del todo contraindicado durante este periodo, puede causar efectos tanto en la mujer como en el bebé si no se brinda la orientación adecuada.

4. Té de zanahoria para la tos infantil

Un gran remedio casero para frenar la tos infantil es el té o jugo puro de zanahoria, que tiene una alta concentración de vitamina C y es antitusivo, ayudando a reducir los ataques de tos que pueden persistir durante algunas semanas después de un episodio de gripe.

Ingredientes

• 1 zanahoria mediana.
• Miel.

Método de preparación

Ralla la zanahoria y colócala en un vaso en el frigorífico. Pasados ​​​​unos minutos, la zanahoria soltará su propio jugo, que hay que colar y mezclar con la misma cantidad de miel. Este jugo se debe tomar varias veces al día.

La miel sólo debe ser utilizada por niños mayores de 1 año, ya que se asocia con la aparición de botulismo en los bebés. A los niños más pequeños, simplemente se les puede dar jugo de zanahoria.

Además, este remedio casero no debe ser utilizado por niños mayores de 1 año que sean alérgicos a la miel, al polen o al propóleo.

5. Té de ortiga para la tos alérgica

La tos alérgica se caracteriza por una tos persistente que no está asociada con la gripe o los resfriados. En este caso, una buena opción de remedio casero es el té de ortiga.

La ortiga es una planta medicinal que contiene propiedades antihistamínicas y, por tanto, ayuda a combatir diversas alergias, siendo eficaz para tratar la tos seca, pudiendo ser utilizada también por los niños . Sin embargo, debes hablar con tu pediatra antes de iniciar este tratamiento, para estar seguro de que la tos es alérgica.

Ingredientes

• 1 cucharada de hojas secas de ortiga.
• 200 ml de agua.

Método de preparación

Coloca agua en una cacerola y déjala hervir. Cuando empiece a hervir, apagar el fuego y agregar la ortiga, tapar la cacerola y esperar a que se enfríe, colar y luego beber, posiblemente endulzando con 1 cucharada de miel. Tomar 2 tazas al día.

Este remedio casero debe evitarse durante el embarazo, la lactancia, personas con insuficiencia cardíaca o renal, diabéticos, ya que puede tener un efecto hipoglucemiante y personas con hipertensión arterial.

6. Té de menta

El té de menta se puede utilizar para aliviar la tos, el dolor de garganta y los resfriados, ya que sus aceites esenciales, como el mentol, y sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas ayudan a desinflamar la garganta y las vías respiratorias.

Además, la menta tiene propiedades antibacterianas e inmunológicas, ayudando a combatir más rápidamente la gripe y los resfriados, por ejemplo.

Ingredientes

• 6 hojas de menta picadas.
• 150 ml de agua hirviendo.

Método de preparación

Agrega la menta al agua hirviendo y déjala reposar de 5 a 10 minutos. Colar, endulzar al gusto y beber de 3 a 4 tazas al día.

La menta debe ser evitada por personas con reflujo severo o hernia de hiato, y no debe ser consumida por niños menores de 5 años.

En las mujeres embarazadas, la menta puede no ser completamente segura, especialmente cuando se toma en grandes cantidades, ya que puede provocar cambios en el útero. En el caso de las mujeres en período de lactancia, no existe suficiente información sobre la seguridad de la menta y sólo debe utilizarse bajo consejo médico.

7. Té de jengibre con equinácea

El té de jengibre con equinácea tiene acción antiinflamatoria, expectorante y antialérgica, ayudando a aliviar la tos.

Ingredientes

• 1 cm de jengibre.
• 1 cucharadita de hojas de equinácea.
• 1 taza de agua.

Método de preparación

Coloca las hojas de equinácea y el jengibre en agua hirviendo, tapa y deja reposar. Colar y beber luego.

El jengibre no se recomienda para personas que tienen cálculos biliares, enfermedades hemorrágicas o usan medicamentos anticoagulantes.

Durante el embarazo no se debe añadir equinácea a este té y el consumo máximo de jengibre debe ser de 1 gramo al día y por un intervalo máximo de 3 días consecutivos.

8. Té de regaliz

El té de regaliz ayuda a reducir la irritación de garganta, además de ayudar a eliminar las flemas, por lo que es una hierba muy útil para tratar problemas respiratorios.

Aunque la miel también tiene beneficios para aliviar la tos y la irritación de garganta, en casos de personas alérgicas a la miel, al polen o al propóleo no se debe añadir este ingrediente al té de regaliz.

Ingredientes

• 1 cucharada de raíz de regaliz.
• 1 taza de agua hirviendo.
• Miel para endulzar al gusto.

Método de preparación

Agrega el regaliz al agua hervida, tapa y deja reposar 10 minutos. Colar, endulzar con miel y beber hasta dos veces al día.

El té de regaliz no debe ser consumido por mujeres embarazadas o en período de lactancia ni por personas con problemas cardíacos.

9. Té de orégano

El té de orégano tiene propiedades que aumentan la producción de secreciones pulmonares, ayudando a aliviar la tos seca, el resfriado común y enfermedades como la bronquitis, sinusitis y laringitis, además de tener propiedades antibacterianas.

Ingredientes

• 1 cucharada de orégano fresco o seco.
• 1 taza de agua hirviendo.

Método de preparación

Coloca el orégano en la taza con agua hervida y déjalo reposar de 5 a 10 minutos. Luego cuela y bebe de 2 a 3 tazas al día. Vea otros beneficios del té de orégano .

El orégano no se recomienda para personas que tienen más probabilidades de desarrollar alergias a cualquier planta de la familia Lamiaceae, incluido el orégano.

El té de orégano está contraindicado en el embarazo ya que puede provocar un aborto espontáneo, y tampoco debe consumirse durante la lactancia.

10. Té de eneldo

El eneldo tiene propiedades antiespasmódicas y expectorantes y, por tanto, también puede utilizarse para tratar la tos seca y productiva.

Ingredientes

• 1 cucharada de hojas y semillas de eneldo.
• 1 taza de agua hervida.

Método de preparación

Coloca el eneldo en la taza de agua hervida y déjalo reposar por 15 minutos. Luego cuela y bebe.

El eneldo puede provocar una disminución del azúcar en sangre y las personas con diabetes o que toman medicamentos que reducen el azúcar en sangre deben usarlo con precaución.

Además, no debe consumirse durante el embarazo ni la lactancia.

11. Té de granada

El té de granada es rico en polifenoles, flavonoides, alcaloides y triterpenos, que son sustancias con acción antioxidante y antiinflamatoria, que ayudan a combatir el dolor de garganta y aliviar el dolor, las molestias y la tos.

Ingredientes

• 10 gramos de cáscara de granada.
• 1 taza de agua.

Método de preparación

Agrega las cáscaras de granada a una cacerola con agua. Cuando empiece a hervir déjalo otros 5 minutos y apágalo. Pasado este tiempo, tapa la cacerola y deja reposar el té otros 5 minutos. Espera a que se enfríe y luego bébelo de 2 a 3 veces al día.

El té de granada no debe ser utilizado por niños menores de 2 años, mujeres embarazadas o en período de lactancia, ni personas que tengan gastritis o úlceras de estómago, ya que puede provocar irritación estomacal.

12. Té de limón y miel

El té de limón y miel ayuda a combatir la tos, ya que ayuda a aflojar las flemas, limpiar las vías respiratorias de sustancias irritantes y calmar la garganta.

Además, el limón tiene propiedades antiinflamatorias y fortalecedoras del sistema inmunológico y la miel tiene acción antimicrobiana y ayuda a hidratar la garganta, lo que ayuda a aliviar la tos provocada por gripes, resfriados y dolores de garganta, por ejemplo.

Ingredientes

• Jugo de ½ limón verde o siciliano.
• 1 cucharadita de miel.
• 1 taza de agua.

Método de preparación

Hervir el agua, apagar el fuego y luego agregar el jugo de medio limón y una cucharadita de miel, mezclando bien. Espera a que se enfríe y bebe.

El té de limón y miel no debe ser tomado por personas alérgicas al limón, la miel, el polen o el propóleo. Además, al contener miel, este té no debe ser tomado por niños menores de 1 año.

13. Té de albahaca

El té de albahaca tiene un efecto broncodilatador y relajante de los músculos bronquiales, lo que puede ayudar a combatir problemas respiratorios y mejorar la tos provocada por gripe, resfriados, asma, bronquitis o infecciones respiratorias.

Ingredientes

• 10 hojas de albahaca frescas o secas.
• 1 taza de agua.

Método de preparación

Llevar el agua a ebullición y cuando esté hirviendo apagar el fuego. Agrega agua hirviendo a una taza con hojas de albahaca. Tapar y dejar reposar de 5 a 10 minutos. Luego cuela, espera a que se enfríe y bebe 1 taza, hasta 3 veces al día.

El té de albahaca no debe ser consumido por mujeres embarazadas o en período de lactancia, ya que puede afectar el desarrollo del bebé.

Este té también debe ser utilizado con precaución por personas que toman medicamentos para la diabetes o la presión arterial alta, o anticoagulantes, y sólo debe usarse bajo consejo médico.