¿Y si Cambio? Celopatía: cuando el amor se vuelve una obsesión

La celopatía, o celos patológicos, es un fenómeno doloroso que puede erosionar las relaciones y la paz interior. Aunque a menudo se asocia simplemente con la inseguridad, en muchos casos, la celopatía tiene raíces profundas en un tipo de Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). Comprender esta conexión es el primer paso para liberarse de sus cadenas.
El Trastorno Obsesivo-Compulsivo se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones.
- Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que se experimentan como intrusivos e inapropiados, y que causan ansiedad o malestar significativos. En el contexto de la colopatía, estas obsesiones giran en torno a la infidelidad, el abandono o la traición, generando una constante e incontrolable preocupación por la pareja.
- Las compulsiones son comportamientos repetitivos o actos mentales que el individuo se siente impulsado a realizar en respuesta a una obsesión o de acuerdo con ciertas reglas que debe aplicar rígidamente. En la colopatía, las compulsiones pueden manifestarse como revisar constantemente el teléfono de la pareja, interrogarla sobre sus actividades, seguirla, o buscar repetidamente reaseguro sobre su fidelidad.
“Te celo porque te quiero”
Así reza una frase muy repetida en la sociedad para justificar la enfermiza idea de los celos. La celopatía se inscribe dentro de este marco cuando los celos dejan de ser una emoción puntual y se convierten en una obsesión dominante. La persona experimenta una preocupación constante e irracional por la infidelidad de su pareja, incluso sin pruebas o con pruebas contradictorias. Esta obsesión genera una ansiedad intensa que impulsa a la persona a realizar comportamientos compulsivos para intentar aliviarla, creando un ciclo vicioso y agotador.
La celopatía va más allá de la simple preocupación y sus principales síntomas son:
- Pensamientos intrusivos y recurrentes: Dudas persistentes sobre la lealtad de la pareja, fantasías de infidelidad, y escenarios catastróficos.
- Comportamientos compulsivos: Revisar pertenencias, mensajes o redes sociales; llamadas y mensajes constantes; interrogatorios exhaustivos; seguir a la pareja; exigir pruebas de su paradero.
- Necesidad constante de reaseguro: Preguntar repetidamente si la pareja la ama, si es fiel, o si hay alguien más.
- Pérdida de control: Sentir que no se puede detener la espiral de pensamientos y comportamientos, a pesar de reconocer lo destructivo que son.
- Aislamiento de amigos y familiares, percibiendo a cualquiera como una amenaza potencial.
- Desgaste emocional y físico: La ansiedad crónica y el estrés constante afectan el bienestar general, pudiendo causar problemas de sueño, irritabilidad y agotamiento.
Lo complicado de todo esto, es la secuela que va dejando la colopatía en la relación:
- Conflictos y discusiones verbales, llenas de agresiones y ofensas.
- Ciclo de reconciliación y recaída.
- Daño a la confianza y a la intimidad.
- Infidelidades autocumplidas.
- Deterioro de la autoestima.
¿La raíz, quizás en la infancia?
La forma en que nos relacionamos en la adultez está profundamente influenciada por nuestras experiencias tempranas y los modelos que observamos. En la celopatía, a menudo encontramos:
- Patrones de apego inseguro: Si en la infancia no se experimentó un apego seguro con los cuidadores, por negligencia, inconsistencia o sobreprotección, es probable que se desarrolle una personalidad insegura que busca constantemente validación y teme el abandono.
- Modelos parentales: Si los padres mantenían relaciones conflictivas, llenas de celos, desconfianza o infidelidades, la persona puede internalizar estos patrones como “normales” o esperables en una relación, o desarrollar un miedo intenso a replicarlos.
- Experiencias traumáticas: Situaciones de abandono, traición o abuso en la infancia pueden dejar una profunda herida de desconfianza y un temor irracional a ser herido nuevamente.
Estos factores construyen una personalidad insegura que busca compensar la falta de valía interna con el control externo sobre la pareja, desembocando en los celos obsesivos.
Sí puedes salir adelante
La buena noticia es que la celopatía, al ser un tipo de TOC, es altamente tratable con las herramientas adecuadas. La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es el enfoque más efectivo para abordar este trastorno. Aquí te ofrezco una de las estrategias clave que pueden ayudarte:
1. Identificación y Cuestionamiento de las Obsesiones:
- Lleva un diario donde anotes cada vez que te asalte un pensamiento celoso (obsesión). Registra el pensamiento, la emoción que te genera (ansiedad, miedo, rabia) y la intensidad del malestar del 1 al 10.
- Una vez que identifiques las obsesiones, comienza a desafiarlas. Pregúntate: ¿Hay evidencia real que respalde este pensamiento? ¿Qué tan probable es que esto sea cierto? ¿Estoy sacando conclusiones precipitadas? ¿Estoy asumiendo lo peor? Reconoce que estos pensamientos son productos de tu TOC, no necesariamente la realidad.
2. Buscar Ayuda Profesional:
- El paso más crucial es buscar la ayuda de un psicólogo/a especialista en TCC y TOC. Un profesional te guiará a través de las técnicas que te ayudarán a identificar tus patrones de pensamiento y te brindará un espacio seguro para trabajar en tu seguridad personal. Intentar esto sola puede ser abrumador y menos efectivo.
Recuerda que salir de la celopatía es un proceso que requiere compromiso, paciencia y valentía. Al aplicar estas herramientas y buscar el apoyo adecuado, puedes romper el ciclo de la obsesión, sanar tus heridas del pasado y construir relaciones basadas en la confianza, el respeto y la libertad. Te deseo mucho éxito en este camino de autodescubrimiento y bienestar.
Yamilet Pinto
Psicóloga
FPV. 16.092
@Yamiletpinto
yamipinto@gmail.com
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