Opinión

¿Y si cambio? Una mujer consciente es libre

Si hay algo de lo que debes cuidarte es de las historias que te estás contando, los cuentos que te estás diciendo y de todo aquello que te dijeron que ya no tiene validez en tu vida.
sábado, 09 marzo 2024

Cuando pensamos en el Día de la Mujer, no podemos dejar de recordar el sacrificio de aquellas aguerridas mujeres que se atrevieron a levantar su voz en medio de un entorno que les limitaba, violentaba sus derechos y explotaba laboralmente.

Desde entonces hasta ahora, ha sido mucho el trabajo para defender nuestros derechos en los diversos campos: laborales, empresariales, sociales, políticos, sexuales y económicos. Sin incluir los retos dentro de las relaciones de pareja y familia.

A lo largo del tiempo no se pueden negar los logros que las mujeres han alcanzado en el campo de la ciencia, la tecnología, la política, la educación, la música, el arte, las finanzas, la ingeniería y el deporte, entre otras tantas áreas. De manera que hemos estado rodeadas de éxitos y fracasos que contribuyen a la evolución del papel de la mujer en la sociedad.

Falta mucho por hacer, sin embargo, agradecer y celebrar los avances, es digno de nuestro rol, responsabilidad y sabiduría.

Desaprender y reaprender clave en la transformación femenina

El gran reto que enfrenta la mujer de hoy es con su mundo interno: sus creencias y diálogo interno, los cuales marcan su conducta. Si lo que se dice a sí misma está en concordancia con las soluciones y no con los problemas, con los resultados y no en las expectativas, su imagen del mundo y sus circunstancias cambiarán, los logros serán palpables y su éxito irrevocable.

Si, por el contrario, las creencias y diálogo interno se mantienen en modo limitante, negativo e inconscientemente paralizante, se dirá a sí misma: “no puedo, no soy capaz, no lo lograré, fracasaré o debo tener cuidado”, el logro de sus metas se verá obstaculizado y no llegará a concretarse.

De manera que, tanto si lo crees o no, las creencias y diálogo interno negativo sí marcan los resultados que se obtienen en la vida, porque somos nosotros quienes dirigimos el rumbo de nuestro destino.

De manera que si hay algo de lo que debes cuidarte es de las historias que te estás contando, los cuentos que te estás diciendo y de todo aquello que te dijeron que ya no tiene validez en tu vida.

Cuando una mujer se queda atrapada en sus inconscientes creencias limitantes, se convierte en una mujer temerosa, insegura y desconfiada de sí misma y si sus resultados no se acercan a sus expectativas, se convence que no es capaz y lo peor de todo es que, termina convirtiéndose en una mujer dependiente emocional y económicamente, atrapada en relaciones tóxicas, laborales, familiares o de pareja.

La clave para sanar es entender que su libertad radica en hacerse responsable de sus actos, lo cual significa:

· Dejar de victimizarse ante sus circunstancias.

· Dejar de culpar al mundo de lo que le pasa.

· Tomar decisiones asertivas.

· Accionar para lograr un más sano estilo de vida y un mayor bienestar interior.

Al hacerlo se abren nuevas oportunidades para avanzar y fortalecer talentos, virtudes y habilidades. Para ello necesitará desaprender lo que ya no le funciona, reaprender a hacer las cosas diferentes y abrirse a nuevos aprendizajes.

Un consciente nuevo aprendizaje

De alguna manera a las mujeres se les enseñó que podrían encargarse de muchas cosas, hasta de algunas que incluso no le correspondía, y sin darse cuenta aplazó sus propios sueños o se dedicó a cumplir los sueños de otros.

Esto las llevó a acumular años de frustración, impotencia y culpa por no poder definir claramente lo que realmente querían lograr.

Pero, ¿Cómo alguien que no sabe lo que quiere, que no planifica su vida, no administra su tiempo, tampoco se prepara en un área específica y no prioriza sus objetivos puede lograr metas que le hagan feliz? ¿Lo has pensado?

Ir a logro de nuevas metas pasa por un proceso de aprendizaje consciente, que no resulta nada fácil, pero es absolutamente necesario para un desarrollo humano menos romántico, más eficiente, concreto y objetivo, tal como ya lo había mencionado Abraham Maslow, creador de la Psicología Humanista en sus Niveles de Aprendizaje:

· Inconscientemente Incompetente, cuando la mujer no sabe que no sabe. Por ejemplo, cuando se dedicó completamente al hogar y no sabía que no sabía de lo que era capaz en otras áreas, porque nunca antes se planteó esa posibilidad.

· Conscientemente Incompetente, cuando la mujer ya sabe que no sabe. En esta fase se encuentra con la posibilidad de hacer algo diferente, pero no sabe cómo hacerlo. La clave de esta fase es darse cuenta, inicio de toda transformación.

· Conscientemente Competente, ahora la mujer sabe que sabe. Ha comenzado el aprendizaje a través del estudio, talleres, charlas, libros, podcasts, acompañamiento psicológico o técnico profesional. Aprende cómo se hacen las cosas.

· Conscientemente Incompetente, ahora la mujer no sabe que sabe. En esta fase la mujer ha logrado dominar el proceso y ha convertido en hábito su aprendizaje.

Este proceso no es lineal, es una onda que sube y baja. Son diversas según el área y el momento. ¿En cuál nivel estás tú? Saberlo te conecta con tu libertad y aceptación personal.

Psicóloga YamiletPinto

@yamiletpinto

PsicólogaFPV-16092

yamipinto@gmail.com

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