¿Y si Cambio? Tu mejor outfit es la plenitud interior
Vivimos tiempos agitados, envueltos en la “magia” de las redes sociales, historias que nos inventamos todos los días, realidades aparentes que llegan a tambalear nuestra verdadera identidad y de lo que somos capaces de lograr.
Esta “realidad virtual” impulsa la comparación, la competencia y exacerba la preocupación por el “qué dirán o el qué pensarán”. De manera que, muchas veces, mostramos una imagen irreal de nosotros mismos sólo para satisfacer el ego, la arrogancia, la necesidad de importancia, reconocimiento o simplemente ganar seguidores.
Dentro de ese marco, una de las variables que influye es el outfit, esa combinación de ropa y accesorios que embellecen nuestra imagen por fuera. Lo adaptamos según la ocasión, la época del año o la tendencia que marque la moda u ocasión social.
Cuando ese outfit no satisface nuestras expectativas surge un conflicto interno que, inconscientemente, deshace nuestra plenitud interior. Hoy te invito a hacerlo consciente.
Aprendizajes que marcan
¿Alguien recuerda las frases: “Tienes que ser la más bonita de la fiesta” “Debes lucir más bella que…” “No puedes quedarte atrás”? Fueron aprendizajes que sin querer hicieron de muchas de nosotras mujeres dependientes de una imagen externa o de un outfit espectacular, independientemente de cómo nos sintiéramos por dentro. Comenzamos a llenar vacíos internos con elementos externos.
Así le fuimos dando más importancia al outfit que a cómo nos sentimos interiormente. Esa belleza externa, disimulaba la fealdad del harapiento traje que llevamos interiormente, adornado con el dolor que lo adorna, la frustración, cansancio y agotamiento mental, emocional, físico y espiritual.
Hoy día, vamos siendo más conscientes de que no es el outfit lo más importante, es el nivel de plenitud, la actitud, los pensamientos que tenemos cuando lo vestimos. Eso es lo realmente importante, se trata de lucir bien por fuera, gracias a estar bien por dentro.
Vístete de alegría y amor por ti
Para nadie es un secreto los grandes esfuerzos que se necesitan hacer para mantener un outfit vanguardista o clásico, las compras ocupan el primer lugar dentro de la agenda. Si esta compra se hace de manera consciente y deliberada, tendremos la respuesta a preguntas internas como:
· ¿Por qué y para qué lo compro?
· ¿Qué necesidad estoy satisfaciendo?
· ¿Qué pasaría si no lo compro?
· ¿Qué sucedería si no es de marca?
Estas respuestas nos dan una referencia de cómo sentirnos con el outfit seleccionado, sobre todo porque nos hacemos conscientes si la compra que estamos haciendo es para ocultar o no, una tristeza, un dolor o una frustración.
¿Sabías que aun cuando llevemos puesto un atuendo muy fino, de marca reconocida, de alto precio no es garantía de que nos sintamos plenas interiormente? ¿Qué muchas veces los accesorios, calzados o carteras, pulseras o anillos no son suficientes para hacernos sentir satisfechas y felices? ¿Qué ningún outfit estará por encima de nuestro bienestar?
Acabemos con esta guerra psicoemocional-espiritual y volvamos a la paz, la calma, la serenidad y la plenitud, cultivando una actitud positiva frente a la vida y a sus desafíos. No tenemos que hacer grandes cosas, sólo conectar con la simpleza de la vida, a través de:
1. La conexión con el amor por ti misma (o): reconociendo los pequeños grandes logros, amándote y aceptándote tal cual eres, valorando tus virtudes, fortalezas, habilidades y cualidades. Dejando de magnificar las debilidades, aprovechándolos para aprender, crecer, evolucionar y transformarte en una persona más feliz, llena de más bienestar y plenitud.
2. La gratitud por la vida y todos sus desafíos. Este hábito transforma la queja en bendiciones, cambia la energía de la negatividad por la esperanza, aumenta la sensación y materialización de la abundancia, la riqueza y la prosperidad como energía de amor infinito.
3. El enfoque en lo que es más importante para ti, yendo por ello. Y cuando lo logres, pensar en eso que ahora será más importante de alcanzar y cuando lo vuelvas a lograr enfocarte nuevamente en qué será eso que ahora será más importante y así cada vez que pienses en eso que es más importante y vayas por ello, te acercarás a un nivel de plenitud total, sin importar las circunstancias.
4. Cultivar una actitud positiva, reconociendo que la vida fluye contigo o sin ti y que en la medida que te abras a nuevas oportunidades, cambies la forma negativa de pensar y fluyas con los cambios, en esa misma medida crecerás, aprenderás y sabrás que todo tiene su momento y que cada paso que has dado, cada experiencia vivida ha sido para descubrir la luz de tu poder y esencia interior.
5. Liberar el miedo al qué dirán, atreviéndote a equivocarte y aprendiendo a soltar la culpa, aceptando la sabiduría, grandeza e inocencia que Dios provee para transformar los errores en lecciones de vida.
6. Vivir el momento presente. Deshaciendo los pensamientos catastróficos, anticipatorios y automáticos, tomando conciencia del poder que tiene la mente de recrear con Dios.
7. Gestionar asertivamente las emociones.
Y sobre todo, haciéndote consciente que la belleza de quién eres no está en el outfit que llevas puesto, está dentro de ti, es tu Plenitud interior.
@Yamilet Pinto
Psicóloga y Coach de vida
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