¿Y si Cambio? Técnicas sencillas y cotidianas para manejar integralmente el miedo

Manejar el miedo en estos tiempos es fundamental para alcanzar la plenitud, la fuerza y el ánimo que necesitamos para seguir adelante, ayudarnos internamente, ayudar a nuestros seres queridos y a la sociedad en general.

Hoy más que nunca hemos de ser protagonistas de nuestra propia historia y asumir con valentía, coraje y determinación trascender todo esto que estamos viviendo, incluso el miedo colectivo que está afectando a un grueso de la sociedad y que nos hace percibirnos más separados de Dios y de nuestro prójimo. Definitivamente, no podemos caer todos presos del miedo, estancarnos, paralizarnos y neutralizarnos frente a él.

Necesitamos salir de esa trampa mental, psicológica y emocional para sentir bienestar en medio del caos y la adversidad. Nadie dijo que fuera fácil salir del miedo, pero tampoco imposible. Incluso podría decir que en la medida que “estemos dispuestos a estar dispuestos” a salir de él, más fácil y rápido superaremos los efectos del miedo en nuestra vidas.

Si no tomamos acción rápida y conscientemente el miedo tomará el control

Las consecuencias que deja una inadecuada o nula gestión del miedo cuestan más que tomar la determinación de superarlo.

¿Estás sintiendo taquicardia, hormigueo en los brazos, tensión en los músculos, temblores, calambres, hiperventilación, tensión e irritación digestiva, náuseas?

Esos algunos de los efectos fisiológicos del miedo.

¿Has notado que en los últimos días sientes más agobio, preocupación, malestar general, te cuesta conciliar el sueño o te despiertas frecuentemente, estás respondiendo con cierta agresividad, lloras con frecuencia o no puedes dejar de pensar en el futuro?

Esos son algunos de los efectos psicológicos del miedo, sin mencionar el desarrollo de diversos trastornos que afectan el bienestar psicoemocional.

¿Has sentido que estás perdiendo la fe, pensado que Dios se olvidó de nosotros o que estamos siendo castigados?

Esos son efectos espirituales del miedo. Sin duda estos efectos nos impiden responder adecuadamente a las diversas situaciones de alto estrés que se viven producto de la situación que el COVID-19 nos presenta.

La pregunta es ¿Concientizamos y racionalizamos un poco nuestra respuesta al miedo? Es necesario. De lo contrario, nos quedaremos atrapados por la amígdala y la respuesta será absolutamente contraria a lo que se necesita en momentos en los que la unión, la paz, la serenidad y tranquilidad son fundamentales para sanar todos.

Técnicas simples, cotidianas y disponibles

Como hemos visto en las consecuencias del miedo, éstas nos limitan a un manejo efectivo de circunstancias que nos necesitan en total estado de alertidad y serenidad al mismo tiempo.

¿Cómo lograr ese estado de manera sencilla, en casa, sin inversión elevada de dinero?

Utilizando nuestros propios recursos internos y trabajando en equipo, familia, vecinos, sociedad en general.

1. Hagamos una pausa y observar todo lo que ocurre en nuestro día a día. Esto nos ayudará a identificar, aceptar nuestros miedos y desafiarlos. Además, que nos permitirá despejar nuestra mente de creencias erradas frente al miedo y nos permitirá volver al momento presente.

2. Comprometernos con nosotros mismos a salir de las crisis del miedo. Aprender a gestionar nuestras respuestas para así evitar maltratarnos a nosotros mismos, con autocríticas, cuestionamientos y al enfermo, a los vecinos, a los compañeros de trabajo o a la familia en general.

3. Filtrar la información de cifras de contagios y fallecimientos publicadas en las redes sociales cada vez con mayor frecuencia.

4. Concientizar que somos más que un cuerpo y una mente. Somos espíritu, por lo tanto la gestión del miedo también implica hacer conexión con nuestro ser interior, lo cual podemos hacer a través de la gratitud, la oración, la contemplación y la meditación.

5. Cuidar nuestro verbo, nuestras palabras, nuestras expresiones orales y/o gestuales, hacia nosotros mismos y hacia los demás.

6. Hacer un contrato o alianza con nosotros mismos, comprometiéndonos a gestionar nuestras emociones y hacer los cambios que sean necesarios para manejar esta adversidad e incluso darnos instrucciones que nos saquen de estas limitantes emocionales.

7. Realizar actividades que generen alegría, recuerdos felices, ejercitarse, bailar, jardinería, cocina, jugar con los niños, pintar, escribir y cualquier actividad lúdica.

8. Hacer conexión espiritual según sus creencias. Recordemos que somos más que nuestros pensamientos. Podemos conectar con nuestros valores, nuestro propósito de vida, perdonar, dejar de juzgar, criticar y quejarnos.

Cada una de estas técnicas sencillas y cotidianas nos ayudarán a sobrellevar cualquier circunstancia adversa que estemos viviendo actualmente.

Yamilet Pinto

Psicoterapeuta/Life Coach

@yamiletpinto

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