¿Y si Cambio? ¡Sí podemos gestionar el miedo frente al COVID-19!

El tiempo va pasando, el período de confinamiento se alarga, las condiciones de lo centros hospitalarios en el país (Venezuela) colapsaron, las cifras de contagio y fallecimientos por el virus crecen todos los días de manera significativa.

¿Qué hacer ante un panorama incierto e inseguro como el que estamos viviendo?

Lo primero y fundamental que el ser humano necesita para sobrellevar situaciones de estrés agudo como el que ha ocasionado el COVID-19 es contar con herramientas que pueda conocer y manejar desde antes de entrar en crisis.

Esta es una de las claves más importantes desde el punto de vista de la Psicología Cognitiva.

El conocimiento, la racionalización y la conciencia contribuirá a manejar eficientemente esta adversidad.

A qué se le temes

La agudización de la crisis psicoemocional ocasionada por el Coronavirus está anclada a una serie de estados emocionales, donde:

• El miedo al contagio y a la muerte ocupan el primer lugar, especialmente porque los hospitales están colapsados, motivo por el cual los pacientes y sus familiares, están prefiriendo quedarse en casa, antes que “arriesgarse” a ir a un centro hospitalario, donde no hay pruebas y si las hay, deben estar confinados con otros pacientes, aumentado el riesgo de travesar por un cuadro más agudo.

• Preocupación por los altos costos de exámenes, radiografías y medicinas los cuales sobrepasan sus posibilidades. Ir a las clínicas privadas no es una opción para muchos.

• La incertidumbre por no saber qué va a pasar; cuándo va a terminar; qué consecuencias dejará; qué hacer ante tanta información y al mismo tiempo poca orientación en casos específicos, los cuales deberían ser atendidos hospitalariamente, pero por lo anteriormente mencionado, esa atención es muy limitada.

• La impotencia, ante la escasez de gasolina que impide a la familia y grupos de apoyo acompañar al paciente en cuidados, logística y atención que necesita.

• La angustia que genera la imposibilidad de generar ingresos para cubrir necesidades básicas, en un país donde una porción importante de la población vive del día a día.

Todos estos estados emocionales colapsan también la estabilidad del paciente, quien ve amenazada su vida, su trabajo, su estabilidad económica, su salud y su familia además de registrar los síntomas fisiológicos como dolor de garganta, fiebre, diarreas, vómitos, debilidad, dolores musculares, malestar general, dolor y presión en el pecho, falta de respiración, sensación de ahogo, temblor corporal, garganta seca.

Estos últimos síntomas, también podrían estar correlacionados con una fuerte crisis de pánico.

Permitir y reconocer la emoción para poder gestionarla

Cuando el paciente y su familia han identificado a qué le temen, pueden identificar de cuáles son los pensamientos que están asociados al sentir de esta emoción y a partir de allí trabajar para gestionar la emoción. Viene el paso fundamental de: permitirse sentir miedo.

Dejar de luchar con algo que no quiere que suceda, pero que ya está presente. La resistencia a permitir el miedo, probablemente nació de una confusión entre tener actitud y pensamientos positivos con evadir la realidad.

Esto ha traído como consecuencia sentir vergüenza y culpa por experimentar esta emoción, ya que debemos ser personas “positivas” y no debemos permitir que entre el miedo “porque allí si es verdad que vamos a morir”.

Es muy importante aclarar esta confusión, ya que el miedo es una emoción natural. Forma parte de las principales emociones del ser humano, como la alegría, la tristeza, la ira y el desagrado. Todas ellas cumplen un papel fundamental en la vida y en el equilibrio emocional de toda persona.

Lo importante es gestionarlo asertivamente para evitar caer en un miedo irracional que podría conllevar a cuadros de ansiedad generalizada, depresión y/o crisis de pánico.

Higiene mental y emocional

Cuando nos hacemos presas del miedo, no es fácil salir de allí, pero es totalmente posible. Será más sencillo en la medida que cambiemos nuestra percepción y hagamos el paso del miedo al amor, donde se experimenta la paz y el amor de Dios.

Una buena estrategia es la higiene mental, hazla repetidas veces y tómalas como un hábito:

1. Busca ayuda. Habla de lo que sientes. Expresa tus temores.

2. Atrévete a llorar si eso quieres.

3. Desafía todos tus pensamientos negativos. No todo lo que están pensando es verdad. Siempre hay una salida.

4. Ora con énfasis a Dios. Él nunca te abandonará.

5. Apóyate en tu familia, en tus amigos y en tus terapeutas. Ellos son tu red de apoyo y están allí para ti.

6. Medita. Esto hará que salgas del miedo sin luchas estériles ni resistencias inútiles.

7. Actúa. Decidiendo por ti, por la vida, por lo que más amas.

8. Expresa el amor a tus seres queridos.

9. Lee lo que te guste, escucha música, ve películas o series que te relajen o diviertan.

10. Escribe. Puedes tomar un diario. Esto es súper relajante y liberador.

¡Sí podemos gestionar el miedo frente al COVID-19!

Yamilet Pinto

Psicoterapeuta/Life Coach

@yamiletpinto

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