¿Y si Cambio? Si eres emprendedor, cultiva tu autoeficacia
Cuando se inicia un emprendimiento se tienen muchas ideas que necesitan plasmarse muy objetivamente, las cuales por lo general están guiadas más por la emoción que por la razón.
La emoción, la alegría, el entusiasmo y el optimismo en el arranque y durante todo el proceso o etapas del emprendimiento es fundamental para alcanzar el éxito en el mismo.
Y tan importante como la emoción también es determinante la creencia o certeza de saber que se cuenta con las habilidades necesarias para desarrollarse exitosamente en cada una de las etapas del emprendimiento: gestación, creación, lanzamiento y consolidación.
A esta certeza Bandura la llama Autoeficacia, que representa la creencia cierta del emprendedor de contar con la capacidad para emprender las acciones necesarias para alcanzar los objetivos que persigue, independientemente de los escenarios que se presenten, y está basada principalmente en el dominio del área en la que emprende en las habilidades para llevar a cabo su emprendimiento.
Autoeficacia: clave para el éxito del emprendedor
Cada una de las etapas de un emprendimiento requiere que el emprendedor cuente con la creencia de que sí va a alcanzar los objetivos que busca y esa seguridad y confianza en sí mismo la puede lograr cultivando dos áreas fundamentales:
1) Técnica
2) Psicoemocional.
La primera de ellas, el área Técnica, le proveerá los elementos teóricos prácticos que necesita para llevar a cabo su emprendimiento, comprende su formación, preparación, capacitación en el área que desarrollará.
Es lo que le dará dominio y seguridad frente a su tarea. Esto se logra preparándose y perfeccionando su técnica para definir su elemento diferenciador.
Cuanto más preparado esté un emprendedor en su área mejor ranking puede tener en medio de su competencia. Te preguntarás ¿es suficiente estudiar, hacer cursos, diplomados o certificaciones en el área de interés? La respuesta es NO. Se necesita acumular experiencia, practicando lo aprendido.
Esta es una etapa muy importante, porque a veces, al hacer algún curso o preparación técnica ya queremos salir a aplicar lo que aprendimos como si ya fuéramos expertos en ello y no es así, estamos en construcción.
No podemos olvidar que hay otros emprendedores haciendo lo mismo, por ello es determinante diferenciarte y una de las formas es formándote en el aspecto técnico para ganar más destrezas, más dominio y más apertura en todo lo que concierne la nueva tarea: innovación, tecnologías, plataformas, aplicaciones, procesos, administración, marketing, recursos humanos, finanzas, impuestos, atención al público, comunicación, motivación, precios, etc.
La segunda de las áreas que es necesario cultivar y desarrollar progresivamente es la Psicoemocional, porque la dinámica actual es muy cambiante e incierta, de manera que no solo se trata de aprender hacer algo o aprovechar el conocimiento que ya tenemos sobre ese algo, sino que necesitamos cultivar en nosotros habilidades psicológicas que nos ayuden a sobrellevar con resiliencia, fe, esperanza, confianza, autoeficacia y optimismo los inesperados cambios que se registran en el entorno emprendedor, que afecta su proceso productivo, ánimo, motivación, disciplina y constancia para seguir surfeando la ola de su crecimiento.
Asimismo, el emprendedor no solo se enfrenta a la dinámica del negocio, sino que como ser humano, también necesita equilibrar sus actividades con la familia, la pareja, los hijos, los amigos, socios, colaboradores, clientes, proveedores y la relación consigo mismo, para lo cual requerirá herramientas de inteligencia emocional y espiritual, habilidades de comunicación, motivación, ventas, negociación, empatía, mindfulness y manejo del estrés.
¿Necesita dominar el emprendedor al 100% cada una de estas áreas para iniciar o continuar su emprendimiento? Definitivamente No, porque todo proceso de vida, incluyendo el emprendimiento es un proceso continuo, siempre habrá oportunidades de aprendizaje.
Lo importante es que el emprendedor tenga conciencia de que emprender es un compromiso que comienza internamente, desde le creencia y certeza de que cuenta con los recursos internos y externos para lograr sus metas.
Esta conciencia lo conducirá a dar sus primeros pasos y comprenderá que es un continuum, es decir no termina nunca porque siempre se aprende, sólo que va pasando de una etapa a otra y en cada etapa se requiere de esa conciencia plena de donde está y hacia dónde va.
¿Quieres ser perseverante?, cultiva tu Autoeficacia
Son los altos niveles de Autoeficacia los que generan perseverancia, disciplina, constancia y la creencia firme de que contamos con la capacidad para gestionar los recursos que nos lleven a lograr nuestras metas.
La Autoeficacia influye en los pensamientos, emociones y conducta de las personas. Esa certeza nos llevara a aprovechar cada oportunidad que nos acerque al logro.
Al contrario, un bajo nivel de autoeficacia nos lleva a abandonar tempranamente lo que una vez fue un sueño, solo por creer que no somos capaces.
Esa es la trampa de la procrastinación, evadimos el logro y nos quedamos en la zona de confort.
Para salir de esa trampa:
1. Utiliza tus recursos, dones y habilidades para emprender.
2. Reconoce y transforma tus creencias limitantes por creencias potenciadoras.
3. Saca el pensamiento de la caja, rétate a desafiar tus creencias actuales.
4. Haz lo que te guste y esfuérzate en optimizar tus procesos de gestión.
5. No te conformes con lo conocido, ve por más.
6. Practica Mindfulness, conecta con tu ser interior.
7. Aprende nuevos procesos.
8. Practica el pensamiento lateral.
Yamilet Pinto
Psicoterapeuta/Life Coach
@yamiletpinto
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