¿Y si Cambio? Resiliencia y motivación, el impulso a ser mejor
Todas las personas, de una u otra manera buscamos bienestar, felicidad, plenitud y paz interior. Deseamos lograr la vida de nuestros sueños, con metas alcanzadas, salud plena, prosperidad, una relación de pareja estable, calidad de vida y buenas relaciones interpersonales, con la familia, en el trabajo, con los amigos y en la sociedad
¿Es posible esta vida ideal o es sólo una utopía? Desde mi punto de vista, esta vida es alcanzable en la medida que se acepte tal cual es, con los aprendizajes que están ocultos detrás de cada adversidad o cada oportunidad, según la percepción que se tenga de cada experiencia.
Cuando la adversidad se presenta, la tendencia es a perder la esperanza, la fe, la alegría y la motivación a seguir construyendo la vida que se quiere alcanzar. De manera, que se hace necesario apelar a las fortalezas internas que todo el mundo tiene, pero que pocos identifican o concientizan, para levantarse de la caída y seguir adelante, eso se llama Resiliencia, esa capacidad de transformar las vicisitudes en aprendizajes conscientes que impulsan a la transformación y la evolución personal.
Resiliencia y Motivación, un dúo de poder
Psicológicamente la Resiliencia ha sido definida como “la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”, Gordon (2018). Y lo mejor de todo es que se puede aprender y desarrollar a través de comportamientos, pensamientos y acciones que conlleven la adaptación frente a los cambios.
Por otra parte, la Motivación ha sido ampliamente estudiada psicológicamente a través de diversas teorías, entre ellas la Pirámide de Maslow, donde se argumenta que las acciones, conductas y comportamientos de los seres humanos están dirigidas a satisfacer necesidades personales y transpersonales, de manera que La Motivación es ese estado interno que mueve, inspira e incita una conducta al logro y está correlacionada con la percepción de necesidad y la búsqueda por satisfacerla.
Solo las personas motivadas se convierten en resilientes, y pueden levantarse, volver a retomar sus proyectos y avanzar con los aprendizajes obtenidos en medio de los grandes desafíos, infortunios o desgracias vividas. En medio de ese aprendizaje están inmersos diversos factores, entre los que se pueden contar la búsqueda del sentido de la vida y el deseo de alcanzar una plena autorrealización personal.
Ahora bien, es importante comprender que en la vida no siempre ocurren solo cosas buenas ni siempre ocurren sólo cosas malas. Tampoco les suceden a todas las personas ni todo el tiempo. En algún momento ocurre un cambio, un revés una adversidad y es necesario tener claro los tres principales obstáculos que impiden superarlos:
1. La personalización, es decir, creernos culpables de los acontecimientos.
2. La generalización de los hechos, al creer que lo acontecido afectará todos los ámbitos de la vida.
3. La permanencia, cuya creencia principal es que las secuelas de lo ocurrido quedaran para siempre y que la desgracia llegó para quedarse.
Ninguna de las tres premisas, que por mucho tiempo ha quedado incrustada en la mente del ser humano, es verdad. De manera que la recuperación llega más rápido cuando la persona se convence a sí misma que no es totalmente responsable de la adversidad; que no le va a afectar en todos los aspectos de su vida ni que sus efectos durarán para siempre.
Levantarse es un reto y fortalecer el capital psicológico positivo creará una dimensión de crecimiento, evolución y transformación personal que llenará de bienestar y plenitud a quien la procure.
Mejorar y fortalecer la resiliencia y la motivación
La resiliencia se aprende, se construye, se alimenta y se fortalece. No es solo saber que se tiene una columna vertebral, sino que se puede y debe fortalecer los músculos que la rodean. Y una de las principales maneras de hacerlo es:
1. Definiendo un propósito de vida tan valioso que se convierta en la piedra angular de cada pensamiento, conducta y acción.
2. Aprendiendo de Inteligencia emocional y espiritual, para transitar los temores, las dudas, la desconfianza y la eventual falta de fe y esperanzas que circunstancialmente deja el revés.
3. Concientizando que no existe una manera única de enfrentar las adversidades, que no todos los finales son felices ni desgraciados; y que la diferencia está en saber que se cuenta con recursos internos para superarlos.
4. Identificar la necesidad que se desee satisfacer y transformar ese deseo en el motor que encienda la pasión por satisfacerla.
5. Aprender que no siempre la opción A está disponible, esa que se quisiera lograr, por lo que es mejor sacarle el máximo provecho a la opción B, amando lo que es.
6. Reconocer que detrás de cada adversidad hay un regalo, lo cual permitirá procesarla de manera más efectiva y eficiente.
7. Buscar ayuda profesional al ver limitada la posibilidad de continuar esta aventura llamada vida.
Mantener la motivación y convertirnos en personas resilientes es un proceso que se construye día a día, no sucede por casualidad, nace de la conexión con tu mente, con tu ser y plenitud interior.
@Yamilet Pinto
Psicóloga y Coach de vida
FPV 16.092
Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/Fhv1cSBfZWLLezfVJftHPN
También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí:https://t.me/diarioprimicia