Opinión

¿Y si Cambio? La Psicología del perdón, una guía consciente para perdonar

El proceso del perdón es complejo y no solo se debe analizar la situación en todo su contexto, sino que hay que trabajar en la aceptación de los acontecimientos.
sábado, 07 mayo 2022

Superar las heridas emocionales que ocasiona una ofensa, es determinante para lograr el bienestar y la plenitud psicológica, emocional, espiritual y física que toda persona anhela. El rencor, el odio y el deseo de venganza enferma.

La Psicología del Perdón persigue, el bienestar, la plenitud y la felicidad de las personas. Objetivo que no siempre se cumple, en virtud que perdonar es un proceso individual que depende de quién lo otorga. Es una decisión personal e independiente que el ofendido otorga al ofensor, independientemente de cómo éste actúe y se comporte. Ahora bien, la reconciliación sí que involucra a ambos, al ofensor y al ofendido. Es importante saber que no siempre se logra, aunque se perdone al ofensor.

El proceso del perdón es complejo y no solo se debe analizar la situación en todo su contexto, sino que hay que trabajar en la aceptación de los acontecimientos. Ciertamente, nadie quiere ser ofendido, pero ocurre, ¿Qué podemos hacer al respecto? la reflexión, la compasión y la elaboración de un plan se hace necesario.

Quizá, la razón por la que perdonar se dificulta tenga que ver con que se pretende conceder sin transitar el proceso de análisis de lo que ocurrió, la concientización del contexto (sin pretender justificar la ofensa), más sí comprender por qué paso y cuál es nuestra parte en el proceso, porque evidentemente existe una correlación mutua en los acontecimientos y sus protagonistas. Reconocer esto sin intenciones de juzgar, criticar ni satanizar al ofensor ni de victimizar al ofendido.

Hemos querido hacer del perdón un hecho netamente espiritual, pero no se trata sólo de eso, como humanos, psicológica y biológicamente necesitamos procesar cognitiva y emocionalmente las heridas para sanar y volver a comenzar.

Perdonar no es olvidar

A lo largo de la historia, los estudios e investigaciones psicológicas sobre el perdón han tenido diversos protagonistas, quienes se han encargado de aclarar lo que es y lo que no es el perdón. En este sentido, la Asociación de Psicología Americana (APA), en el documento, titulado “Forgiveness: A Sampling of Research Results” define el perdón como “un proceso (o el resultado de un proceso) que involucra un cambio en las emociones y actitudes hacia un ofensor que requiere dejar ir las emociones negativas que se experimenten hacia él.

¿Dejar ir, significa pasar la página, o más bien se refiere a abandonar el deseo persistente de venganza, o quizá ese deseo está oculto en la intensidad del dolor que desgarra los sentimientos y con ellos la confianza, la credibilidad y la intimidad? Definitivamente perdonar, es un proceso al cual se debe acudir con la mente y el corazón abiertos, entendiendo su dimensión humana y se aclara qué no es el perdón:

1. Rompamos con el paradigma de que perdonar es olvidar. No es así. Recordar es un proceso inherente a la función ejecutiva de la memoria. Cuando ocurren faltas de gran magnitud, olvidar resulta ser muy complejo, ya que el ofendido, automáticamente, recrea acontecimientos imaginarios o reales que le dificultan olvidar.

2. Perdonar no es obviar la falta. Se necesita asumir las consecuencias de los actos y enfrentarlas, sin que esto signifique que se incentiva el odio. Solo se trata de responsabilizarse por los hechos. Incluso puede ser útil, hablar de lo ocurrido y expresar a qué se está dispuesto para subsanar la herida.

3. Perdonar no es ignorar la conducta inadecuada, es hacerla ver con objetividad y claridad.

Cuando somos capaces de clarificar el alcance del perdón estamos listos para emprender el viaje a la sanación interior, para ello la Psicología del Perdón ofrece los pasos a seguir para contribuir y facilitar el proceso, con el fin de alcanzar el objetivo de bienestar y felicidad.

Una guía consciente para perdonar

No todos logran dar el paso al perdón. Muchos se quedan apegados al dolor, a los recuerdos, a las heridas. Otros, en su afán de creer estar en lo correcto, se limitan a pedir perdón y hay quienes no quieren parecer débiles y se oponen a concederlo. Como podemos ver es un proceso complejo, pero si se comprende a quién beneficia más, no dudaríamos en concederlo. Esta guía puede ser útil:

1. “Todo lo que das es a ti mismo a quien se lo das”. Esta premisa del Libro Un Curso de Milagros, recoge fehacientemente el primer postulado de la Psicología del Perdón, “Perdonar es un autoregalo” Así que no dudes en concederlo. La sanidad vendrá a ti.

2. Cultivar la paciencia de ambos, ofensor y ofendido. Ambos, a veces, caen en la desesperación. No se dejen llevar por ella. Recuerden que “el tiempo sana las heridas”. Hay que tomar el proceso en calma, con sabiduría y compasión.

3. Hagan un Plan de Perdón, hablen desde el corazón y definan cómo llegarán a su destino.

4. Busquen ayuda profesional y especializada. Es un tema donde no se puede improvisar.

5. Dios guía cada uno de sus pasos y este Plan de Perdón, también lo guiará.

¡Todos nos merecemos una vida plena y feliz!

@Yamilet Pinto

Psicóloga y Coach de vida

FPV 16.092

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