Opinión

¿Y si Cambio? La dependencia emocional impide tu felicidad, supérala

Son esos niveles tan bajos los que permiten este tipo de conductas y, sin darte cuenta, te has convertido en un adicto a la relación.
Yamilet PINTO
sábado, 11 julio 2020

Nuestro deseo de ser especiales para las personas con quienes nos relacionamos, especialmente la pareja y la madre, muchas veces traspasa los límites y convierte nuestra relación en una relación tóxica, caracterizada principalmente por la dependencia emocional, que además en la mayoría de los casos, desemboca en una codependencia, haciendo de la convivencia una experiencia llena de sufrimiento, dolor, heridas y resentimientos, donde ninguna de las personas es feliz.

Walter Riso, doctor en Psicología, especializado en Terapia Cognitiva define la Dependencia o Apego Emocional como “una vinculación mental y emocional (generalmente obsesiva) a ciertas personas, originada en la creencia irracional de que ese vínculo proveerá de manera única y permanente, placer, seguridad o autorrealización”.

Si buscamos el significado de las palabras única y permanente, encontraremos que traducen: especie de la cual no hay otra y sin interrupción o cambio; en un mismo lugar, estado o situación, respectivamente. Si la persona tiene esta perspectiva, entonces es lógico que piense que sin “esa relación” su vida no tendría sentido, aunque ésta esté llena de conflictos, apegos, adicciones, insultos y descalificaciones.

¿Cómo saber si estás en una relación de dependencia emocional?

Somos muy proclives a confundir amor con apego y por eso llegamos a justificar cualquier comportamiento frecuente e inadecuado de nuestra pareja, al punto de anulamos a nosotros mismos. Si te reconoces en esa confusión, entonces estás en una relación de dependencia emocional.Cuando la relación se torna obsesiva y de Dependencia Emocional, aceptas comportamientos como: no te toma en cuenta en sus decisiones, eventualmente se expresa hacia a ti de manera despectiva, crítica, negativa y cuestionadora; con frecuencia te trata con menosprecio, descalificaciones, juicios y te minimiza frente a otros; y aunque esto es así, tu conducta es mantenerte a la espera de las migajas de su atención, reconocimiento y valoración.

Sin darte cuenta que, lo que realmente está pasando es que tus niveles de autoestima, autovaloración, autoaceptación, autoconcepto y autorespecto están muy bajos y crees que todo eso te lo debe aportar la otra persona.

Son esos niveles tan bajos los que permiten este tipo de conductas y, sin darte cuenta, te has convertido en un adicto a la relación, obsesionándote con esa persona, cayendo en la total Dependiente Emocional. Has perdido tu poder personal, tu seguridad, autoconfianza y autocontrol. Todo gira alrededor de esa persona. Sabes que no quieres vivir así, pero no sabes cómo vivir fuera de esa relación que tanto daño te hace. No puedes ver la vida sin él (ella).

¿Cómo llegaste a esa Dependencia Emocional?

Buena pregunta. La cual no tiene una respuesta única, porque son muchas las aristas que está alrededor de este tipo de conductas. En mi experiencia y con base a la consulta teórica, he podido notar que una persona dependiente emocionalmente, por lo general trae este modelo de su infancia, principalmente de mamá, quien de manera sumisa y silenciosa soportó abusos, adicciones y maltratos. También está relacionada con el abandono por parte de los padres, principalmente del padre quien después de un divorcio o una separación se olvida de sus hijos y no los atiende más, sin tomar en cuenta las heridas emocionales que deja en ellos, las cuales, inevitablemente, saldrán en la adolescencia y por ende se manifestarán en sus relaciones de adulto.

Las consecuencias de esta distorsión de la personalidad es la ansiedad, la tristeza, la depresión, el miedo irracional a la soledad y el perder esa pareja, única y permanente, lo cual finalmente, desemboca en una adicción, apego u obsesión por la persona.

¿Tiene cura la dependencia emocional?

Como toda dependencia y adicción, depende mucho de la persona que la sufre. De cuán dispuesto (a) esté de salir de su situación actual. Si de verdad quieres sanar y te has identificado con todo lo descrito, te pregunto:

¿Te atreverías a aceptar que tienes un problema de adicción a la relación denominado Dependencia emocional?

¿Estarías dispuesto a dar un giro a tu personalidad y atreverte a decir no a todas de esas conductas tóxicas y adictivas?

¿Qué pasaría si te atreves a dedicarte a ti mismo (a) y decides respetarte, valorarte, aceptarte y amarte?

¿Podrías buscar un especialista que te ayude a reeducarte respecto al amor y a cambiar esas conductas de sumisión, autoabandono y descalificación de ti mismo?

¿Te atreverías a expresar tu opinión, necesidades y deseos; decir lo que quieres y cómo lo quieres?

¿Podrías organizar un retiro contigo mismo, para estar solo (a) con tu Ser Interior?

¿Serías capaz de soportar el distanciamiento físico?

¿Te propondrías hacer un nuevo plan de vida?

¿Podrías fortalecer tu autoconfianza, seguridad en ti mismo, tu inteligencia emocional y espiritual?

Si respondes estas preguntas, ya estarás dando los primeros pasos para sanar tu Dependencia Emocional.

yamipinto@gmail.com

Psicoterapeuta/Life Coach

@yamiletpinto

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