¿Y si Cambio? La comunicación pasivo agresiva es veneno para las relaciones interpersonales

Uno de los principales problemas que afectan las relaciones es el modelo o patrón de comunicación que tengan sus interlocutores, el cual puede ser Agresivo, Pasivo o Asertivo. Estos modelos se aprenden en casa durante la infancia y, de adultos, por inconsciente solidaridad, imitamos las formas y patrones que vimos, afectando de manera significativa la interacción familiar, laboral, social, afectiva y de pareja e incluso con nosotros mismos.

Identifica el patrón de comunicación que predomina en ti

Es muy importante aceptar que no siempre se usa el mismo modelo de comunicación, esto debido a que las circunstancias, el momento y el contexto influyen en el desarrollo del proceso comunicativo y pueden inducir a un eventual comportamiento agresivo-pasivo. Pero, lo que si sucede es que en cada persona prevalece uno de los tres modelos.

Hay quienes gritan, insultan, denigran y humillan a las personas con las palabras, los gestos y el tono de voz que utilizan al hablar. Las interrupciones son frecuentes y se justifican con la típica frase: “es que ya sé lo que me ibas a decir”, haciendo uso de lecturas mentales y presuposiciones. La mirada es altiva y el pecho sobresale hacia adelante. Este modelo de comunicación es de tipo Agresivo.

Cuando se utiliza el sarcasmo y la ironía en el tono de voz, se convierte en una Comunicación de tipo agresivo-pasiva, cuyas frases comprenden expresiones como:

• No, no estoy molesta en absoluto.
• Claro, como tú nunca te equivocas.
• Ok, tú eres el perfecto pues.
• Si, está bien, yo sé que la del problema soy yo.
• Ay, pero qué tanto, no exageres.
• Otra vez con lo mismo.
• Ah, creí que me habías entendido.
• Lo que pasa es que eres demasiado sensible y no se te puede decir nada.

A veces apelan al cambio y dicen: “Pero bueno, si estoy cambiando, ya no grito, no digo groserías, ¿qué más quieren? Mejor no digo nada, mejor me callo” y ésta es otra forma de comunicación pasivo-agresiva.

Por otro lado, hay quienes se callan por miedo a molestar, importunar, herir o por no ser inadecuados. Se inhiben de opinar y por lo general ceden a lo que el otro diga, sin oposición alguna. Presentan rasgos de baja autoestima, inseguridad y sumisión. Usan un suave y bajo tono de voz, así como una gestualidad, donde los hombros se muestran alicaídos, la cabeza baja y la mirada hacia el piso. Este modelo de comunicación es conocido como Pasivo.

Las frases que generalmente utiliza este modelo son:

• Calladita me veo más bonita.
• Mejor me callo y no digo nada.
• Ok, está bien, tienes razón, es como tú dices.
• Mejor déjalo así, no te preocupes.
• No, no hace falta que hagas nada

Y finalmente, hay otro grupo de personas que presta atención a lo que el otro dice, escucha activamente sus planteamientos, no juzga ni presupone respuestas, reconoce lo que es valioso decir y lo que no.

Ante las dudas pregunta, ante la incomodidad, plantea argumentos, ante el miedo, racionaliza escenarios, ante las emociones fuertes, gestiona su sentir, ante la resistencia, busca negociar para llegar a acuerdos.

Usa un tono de voz estable y firme, sus movimientos son armónicos y su mirada es frontal y relajada. Este modelo de comunicación es el que se conoce como Asertivo.

Este modelo, después de escuchar atentamente, procesar y percibir, se expresa de la siguiente manera:

• ¿Qué te parece si lo intentamos de nuevo?
• Si no fuera de esa manera, ¿De qué otra forma podría ser?
• De acuerdo a lo que me dices, entiendo que…
• Lo que me quieres decir es…
• Déjame ver si te entiendo…
• Ok, cuéntame más…
• Yo lo veo diferente, pero de esa manera también me parece bien.
• Déjame decirte lo que yo percibo, según lo que veo y oigo…
• Yo escuché que dijiste xxx, ¿es así?
• Yo vi cuando hacías xxx ¿Era eso lo que estabas haciendo?

Este modelo de comunicación asertiva es muy amplio y ofrece diversas opciones de manejo, el dialogo socrático es uno de ellos, el cual se basa en la elaboración de preguntas; y la escucha activa, donde la atención está centrada en cada palabra que dice el interlocutor, sin la intervención del dialogo interno del receptor, ya que se encuentra en conciencia plena.

Entrenar un estilo de comunicación asertivo

El entrenamiento comienza con la toma de conciencia de que, como se trata de un patrón de comunicación aprendido, éste se puede cambiar:

1. Sanando las heridas de la infancia.

2. Reconociendo que existe un problema de comunicación.

3. Tomando conciencia del modelo de comunicación que deseamos.

4. Decidir un nuevo comienzo.

5. Buscando ayuda profesional.

6. Orando a Dios por nuestra felicidad.

Este son algunos de los antídotos que diluye el veneno de una comunicación pasivo-agresiva y una manera de lograr sanidad en las relaciones interpersonales.

@Yamilet Pinto

Psicóloga y Coach de vida

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