¿Y si Cambio? La comunicación efectiva y la inteligencia emocional, claves para una negociación exitosa
Nuestra vida se desenvuelve, consciente o inconscientemente, en medio de un constante proceso de negociación con personas y en medio de diversas situaciones. Negociamos con nuestra pareja, con nuestros hijos, hermanos, padres, suegros, socios, amigos y en general con las personas que son importantes en nuestras vidas y también negociamos con quienes van incorporándose, como los vecinos, clientes, proveedores, colaboradores y aliados, de manera que no hay espacios en los cuales no haya un proceso de negociación abierto, incluso en lo intrapersonal, necesitamos negociar con nosotros mismos.
La posibilidad de tener un conflicto en nuestra vida es muy alta, debido no tanto por las diferencias en sí mismas, sino al manejo que hacemos de esas diferencias que tenemos en relación a nuestras creencias, patrones, pensamientos, hábitos y conductas sobre temas que muchas veces son difíciles de conversar, como: la política, el dinero, la sexualidad, las relaciones, los negocios, las empresas, la familia, la cultura, la historia, las costumbres y una gran diversidad de temas.
Y aunque es muy obvio que tenemos diferencias, pareciera que todavía no se comprende lo que esto significa y seguimos pretendiendo que el otro piense, actúe y se comporte como nosotros hemos aprendido a pensar, actuar y comportarnos ¿Suena familiar?
Negociación ecológica, beneficios para todos
Conceptualizar la negociación pasa por comprender que es una forma de vida, algo que hacemos todos los días, desde decidir qué vamos a almorzar, a dónde vamos a ir, de qué color vamos a pintar, hasta decidir cuándo, cuánto, dónde, cómo y en qué vamos a invertir el dinero o en el negocio que tenemos.
La negociación, entonces, se podría definir como el proceso a través del cual varias personas persiguen ponerse de acuerdo para encontrar una solución ecológica, que beneficie a las partes, frente a uno o varios aspectos específicos donde tengan intereses comunes y al mismo tiempo lo perciban de maneras diferentes.
Los obstáculos de una negociación son las posiciones que tomen las partes en conflicto. Por un lado, pueden ser posiciones duras o blandas. Ambas con características diferentes. Cuando la negociación se hace desde negociadores duros, la negociación tiene un alto grado de fracaso, debido a que estos negociadores quieren tener la razón, desean imponer su punto de vista y no están dispuestos a ceder; por lo que se comportan de manera cerrada, inflexible y radical; mientras que un negociador blando podría tender a ceder de tal manera que hasta pueda llegar a perder sus propios intereses, todo para evitar el conflicto y conciliar. Es demasiado flexible, abierto y condescendiente.
Tanto en condiciones duras como en condiciones blandas, la negociación es inefectiva, porque en ninguna de las dos se llega a acuerdos que beneficien a ambas partes. Es en este punto donde la Negociación ecológica hace presencia. Una negociación ecológica es aquella donde ambas partes se sienten beneficiadas por los acuerdos y compromisos que asumen. Ambas, pueden disfrutar de los beneficios de su negociación, logran el ganar-ganar y la practican líderes modernos, resilientes, positivos y Minful.
Cultivar la comunicación y la Inteligencia Emocional
Lograr una negociación donde pueda percibirse la satisfacción mutua no es tarea fácil, necesitamos tomar muy en serio nuestra paz interior, la felicidad propia y de nuestros semejantes, deslastrarse del ego y entablar comunicaciones inteligentes en lo emocional, mental y espiritual, desde otro nivel de conciencia: la conciencia del Amor, la Compasión y la Paz. Es lo que llamamos una comunicación efectiva con Inteligencia Emocional.
Negociar con una comunicación inteligente implica en primera instancia, separar a la persona del problema. Recordar que es una persona con sentimientos, emociones, valores y principios. Luego hemos de clarificar nuestras intenciones frente a la negociación; escuchar activa y conscientemente a la contraparte; evitar lecturas mentales, suposiciones y asunciones.
Algo muy importante que las partes tengan presente que: comprender no es ceder y que asumir la responsabilidad de nuestros actos, tanto de lo que decimos o dejamos de decir; como de lo que hacemos y dejamos de hacer es de suma importancia en el proceso de negociación. Este simple acto de asumir nuestra responsabilidad, hace que dejemos de culpar a otros de nuestros problemas y alivia el camino de la negociación.
Negociar con Inteligencia emocional, implica estar consciente de las emociones propias y del otro. Es por ello que deben abrir espacios para manifestar abiertamente lo que sentimos y permitir que el otro también se desahogue; sin que esto implique que la otra parte se sienta ofendida ni tampoco que reaccione violenta y agresivamente ante este desahogo. Se ha de contar con la suficiente Inteligencia emocional para esperar, escuchar y accionar. Este espacio es sumamente importante y necesario. Se ha comprobado que permite obtener una liberación psicológica, bajar emociones negativas y frustrantes y mejora el ambiente para negociar.
Sí es posible que todos salgamos ganando en una negociación, sólo tenemos que bajar nuestro ego, ser honestos en lo que sentimos y definir cuáles son nuestros intereses, respetar los intereses de los demás y escuchar, observar, conectar con nuestras emociones, despertar la conciencia plena, bajar el ego, accionar desde la inteligencia emocional, mental y espiritual.
yamipinto@gmail.com
Psicoterapeuta/Life Coach
@yamiletpinto
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