Opinión

¿Y si cambio? Guiando a tu hijo adolescente hacia el éxito universitario

Es muy importante comprender que la universidad es mucho más que estudios; es un período de autodescubrimiento, de construcción de identidad y de afrontamiento de nuevas responsabilidades
sábado, 14 junio 2025

La transición de los hijos adolescentes a la universidad es un momento lleno de emoción, y también de desafíos. Se acerca la fecha de la culminación de esta etapa y ellos se sienten con muchas emociones encontradas. Les ilusiona su “prom” o baile de graduación donde celebran el fin de curso con un baile formal y donde suelen asistir con parejas o amigos y logran crear momentos inolvidables.

Como padres necesitan contar con herramientas y perspectivas que les permitan acompañar a sus hijos en este viaje, especialmente en un mundo donde las redes sociales capturan gran parte de su atención y ustedes puedan ser esos guías resilientes, comprensivos y empáticos, que apoyen sin presionar ni sobreproteger.

La universidad, un nuevo capítulo de crecimiento y retos

Es muy importante comprender que la universidad es mucho más que estudios; es un período de autodescubrimiento, de construcción de identidad y de afrontamiento de nuevas responsabilidades. Es normal que sus hijos sientan una mezcla de entusiasmo y ansiedad. Algunos de los desafíos comunes que enfrentarán incluyen:

  • Gestión del tiempo y la autonomía: Pasarán de un entorno estructurado a uno que exige iniciativa y planificación personal.
  • Adaptación académica: Se encontrarán con una mayor carga de trabajo, métodos de enseñanza diferentes y la necesidad de pensamiento crítico.
  • Desarrollo de habilidades sociales: Conocerán a personas nuevas, forjarán amistades y se enfrentarán a la diversidad de opiniones y experiencias.
  • Manejo de la frustración: Es posible que no siempre obtengan los resultados esperados, o que enfrenten obstáculos en el camino.

Herramientas concisas para guiar la gestión emocional en la etapa universitaria

El enfoque de la Terapia Cognitiva Conductual (TCC), nos enseña que los pensamientos, emociones y conductas están interconectados. Al ayudar a sus hijos a identificar y cambiar patrones de pensamiento poco útiles, les estarán dando herramientas poderosas para la vida:

  1. Fomenten el “Pensamiento Flexible”: Ayuden a sus hijos a identificar los “filtros” negativos o las distorsiones cognitivas (como el “todo o nada” o la “catastrofización”) que puedan estar limitando su perspectiva.

Por ejemplo, cuando su hijo diga algo como “Nunca voy a entender esto” o “No sirvo para nada”, pregúntenle: “¿Hay otra forma de ver esto?” o “¿Qué evidencia tienes para creer eso?” Esto los invita a cuestionar sus pensamientos y a buscar alternativas más realistas.

  1. Desarrollen la “Tolerancia a la Frustración”, ya que ésta es una emoción normal y parte del aprendizaje. Enseñen a sus hijos que los errores son oportunidades para aprender, no fracasos definitivos.

Si su hijo se siente abrumado por la falta de recursos o por no saber qué estudiar, ayúdenlos a “dividir el problema en pasos pequeños”. Por ejemplo, “Vamos a investigar juntos una opción hoy, y mañana otra”. Enfóquense en “pequeñas victorias” y celebren cada avance. Recuérdenles la frase clave: “Un paso a la vez.”

  1. Impulsen la “Resolución de Problemas Colaborativa”: En lugar de dar soluciones, guíenlos para que ellos mismos encuentren sus propias respuestas. Esto fomenta la autonomía y la confianza en sus capacidades.

Por ejemplo, cuando enfrenten un desafío (como la falta de recursos para estudiar), pregúntenles: “¿Qué opciones crees que tenemos?” o “¿Qué podemos hacer juntos para explorar soluciones?” Y luego, la pregunta clave: “¿Cuál crees que es el primer paso?”

  1. Cultiven la “Motivación Intrínseca”, esa que proviene de adentro. Ayuden a sus hijos a conectar con el propósito y el interés personal detrás de sus estudios.

En lugar de solo preguntar sobre las notas, pregúntenles: “¿Qué es lo que más te emociona de esta carrera/materia?” o “¿Cómo crees que esto te ayudará a alcanzar tus metas a largo plazo?” La frase clave es: “¿Para qué quieres esto?” o “¿Qué te impulsa a seguir adelante?”

  1. Promuevan la “Auto-Compasión” y la “Validación Emocional”, enseñándoles a ser amables consigo mismos, especialmente cuando las cosas se pongan difíciles. Validen sus emociones sin juzgar.

Por ejemplo, si su hijo expresa ansiedad o duda, digan algo como: “Entiendo que te sientas así, es normal.” o “Es un gran cambio, y está bien sentirte un poco abrumado.” Luego, añadan: “¿Qué pequeña cosa podemos hacer ahora para que te sientas un poco mejor?”. Así le estarás transmitiendo el mensaje: “Tus sentimientos son válidos.”

Recuerden que su rol es ser un puerto seguro y un faro de luz para sus hijos. Cuando los vean desesperanzados, díganles frases como:

  • “Estoy aquí para ti, pase lo que pase.” Ofrezcan un espacio seguro donde sus hijos puedan hablar libremente sin miedo al juicio.
  • “Confío en tu capacidad para encontrar tu camino.” Transmítanles confianza en sus habilidades, incluso cuando ellos mismos duden.
  • “No tienes que hacerlo solo.” Recuérdenles que buscar ayuda (ya sea de ustedes, de profesores o de profesionales) es una señal de fortaleza.
  • “Celebremos tus esfuerzos, no solo tus resultados.” Refuercen la importancia del proceso y el aprendizaje, no solo las calificaciones.

Acompañar a sus hijos adolescentes en el camino universitario es una de las experiencias más gratificantes, no solo los estarán preparando para el éxito académico, sino también para una vida adulta plena y con resiliencia emocional.

Yamilet Pinto

Psicóloga

FPV. 16.092

@Yamiletpinto

yamipinto@gmail.com

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