Opinión

¿Y si Cambio?: El Arte de cuidar sin olvidarse de uno mismo

Si eres el cuidador principal, te entiendo. Sientes la presión de no fallar y la preocupación constante por tu familiar.
Yamilet Pinto
jueves, 24 julio 2025

Cuidar de un adulto mayor es un acto de amor inmenso y también puede convertirse en un gran desafío. En muchas familias, uno o dos miembros asumen la mayor parte de esta responsabilidad, mientras otros contribuyen de maneras diferentes. Esto a menudo genera un torbellino de emociones en los cuidadores principales: la vida personal se estanca, el trabajo se ve afectado, la energía disminuye, los miedos a fallar, la culpa y la frustración crecen, y la paciencia se agota. Si te sientes así, quiero que sepas que lo que experimentas es completamente válido y, lo más importante, que existen herramientas para transitar este camino con mayor bienestar para todos.

La sensación de sentirte “atado” a la situación puede ser paralizante. Sin embargo, para poder cuidar bien a un ser querido, es fundamental que el cuidador principal también se cuide a sí mismo.

Cuidador, tu bienestar es prioridad

Si eres el cuidador principal, te entiendo. Sientes la presión de no fallar y la preocupación constante por tu familiar. Aquí tienes algunas estrategias para proteger tu salud mental y emocional:

  • Quiero que sepas que es completamente normal sentir frustración, tristeza, agotamiento o incluso enojo. Permítete sentir estas emociones sin juzgarte. Busca un espacio seguro para expresarlas, ya sea con un amigo, u otro familiar de confianza.
  • Aprende a decir “no” cuando sea necesario (rechazar lo que exceda tus capacidades o que comprometan tu bienestar).
  • Tómate 15 o 30 minutos al día. Estos son “oasis” vitales para recargar energías: leer, escuchar música, meditar, caminar o simplemente tomar un café.
  • No tienes que hacerlo todo solo. Identifica qué tareas pueden ser asumidas por otros miembros de la familia.
  • Mantén el contacto con tus amigos y seres queridos.
  • Considera el apoyo profesional y habla con un psicólogo para aprender a manejar el estrés, la culpa, la ansiedad y desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas.
  • Come bien, intenta dormir lo suficiente y haz algo de ejercicio.
  • Busca recursos en línea, talleres o grupos de apoyo para conocer más sobre la condición de tu familiar y las mejores prácticas de cuidado para reducir la incertidumbre y el miedo a cometer errores.

Familia, cuidar es un compromiso compartido

El cuidado de un adulto mayor es una responsabilidad familiar. Es crucial que todos los miembros de la familia se involucren y apoyen al cuidador principal en la medida de sus posibilidades. Aquí te ofrezco herramientas para fomentar el trabajo en equipo y fortalecer el apoyo familiar:

  • Comunicación abierta y honesta: siéntense a conversar sobre la situación, sus sentimientos, preocupaciones y limitaciones sin juicios; y construyan soluciones juntos.
  • Distribuir responsabilidades:
    Para quienes están en Venezuela: Evalúen qué tareas pueden asumir entre las citas médicas, las compras, acompañar al adulto mayor un par de horas a la semana, etc. La edad no siempre es un impedimento para pequeñas colaboraciones.
    Para quienes están fuera de Venezuela y aportan dinero: Su contribución económica es vital. También pueden involucrarse emocionalmente, manteniendo llamadas regulares, ofreciendo apoyo emocional y preguntando cómo pueden ayudar más allá del dinero (investigando recursos o información específica).
    Para los nietos: es necesario que se involucren, visitando a los abuelos, leerles, jugando con ellos o ayudando en tareas sencillas. Su compañía puede ser un gran estímulo para el adulto mayor y un respiro para el cuidador.
  • Crear un calendario de apoyo, donde cada miembro se comprometa con responsabilidades específicas y en horarios determinados.
  • Valorar el esfuerzo del cuidador principal, reconociendo y agradeciendo públicamente su arduo trabajo.
  • Hablar sobre las posibles necesidades del adulto mayor y cómo manejar emergencias. Estar preparados reduce la incertidumbre.
  • Ser flexibles y estar dispuestos a ajustar los roles y las responsabilidades según sea necesario.

Cuidar a un adulto mayor es un viaje complejo, una oportunidad para fortalecer los lazos familiares y demostrar un amor profundo. Al trabajar juntos y priorizar el bienestar del cuidador principal, mejorarán la calidad de vida del ser querido y encontrarán un mayor equilibrio y resiliencia como familia.

¡Pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino de fortaleza!

Yamilet Pinto

Psicóloga

FPV. 16.092

@Yamiletpinto

yamipinto@gmail.com

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